Dia de Sánchez

 Dia de Sánchez

Es el Día de Sánchez uno que me llena de interrogantes. Ayer, otra vez, las lluvias causaron un caos en Santo Domingo. Con el desastre que hubo fruto de décadas de deudas sociales y políticas publicas fallidas promovidas por corruptas autoridades irresponsables, ademas de inmorales, yo me pregunté algo: ¿Duarte se equivocó?

Como doble nacional que soy casi ya de manera oficial, y demócrata a carta cabal que intento ser, yo no me opongo de ser esta la voluntad de los dominicanos, a una Segunda Anexión Voluntaria de la República Dominicana en la cual pasemos a ser, hipotéticamente, el estado numero 51 de los Estados Unidos de América o una provincia de ultramar de España. 

Pero es ahi que viene a capítulo el controversial Rafael Leonidas Trujillo, a quien la ley prohíbe loar de manera inconstitucional, pero yo procederé a decir verdades consensuadas que ningún dominicano disputa -independientemente de su bando político- porque la gente tiene derecho a la educación y a la libre expresión. 

Veo el ideal Trinitario. Veo a Sánchez, junto a Mella (amigo del bisabuelo de mi tatarabuelo, Tomas Bobadilla y Briones) y a Duarte. Y veo la realidad nacional, y vuelvo a preguntarme: ¿Duarte se equivocó? 

La mas bella revolución de América, la revolución del 23 de febrero del 1930, demostró al cabo de cinco lustros, que la República Dominican es un estado-nación viable, a pesar de todas las sombras y aspectos lúgubres que hubo en la Era de Trujillo. 

Ahora, a mi no me gusta incomodar cuando escribo, pero tengo que preguntarlo: ¿cuándo ha sido esta patria dominicana independiente de toda potencia extranjera? Se puede decir lo que se entienda, y se vale debatirlo ademas de cuestionarlo todo, peor es que no nos comuniquemos. Pero, y hay pero que valga, ¿no éramos una nación soberana en 1955?

Es cierto muchas libertades publicas estaban en estado deplorable y precario: asociación, expresión, de prensa… Pero, y reitero que hay pero que valga, no es menos cierto que otras libertades publicas como los derechos de los obreros con el Código Trujillo de Trabajo (a pesar de las multiples trabas a la militancia sindical) y el voto a la mujer avanzaron grandemente bajo el mando del Líder de la Era.

Incluso los azules, lo mejor de la intelligentsia nacional, reconoció la necesidad de la democracia tutelar para que el devenir patrio sea uno de Progreso y Orden, como rezaba el lema del Partido Azul. 

El librito de Trujillo esta desfasado. Eso lo admitimos en el Partido Esperanza Democrática. Mas que con entusiasmo, con indignación porque hay quienes imitan al Jefe, como se le llamaba al Presidente Trujillo, en todo menos lo bueno. 

Un pueblo con las características del nuestro requiere de mano dura sin dictadura. Eso es posible. Aquí hace falta, mas que farsas electorales en la cual pésimas políticas publicas estas decididas antes que las pre-candidaturas, una verdadera apertura a sectores sociales que demandan reivindicaciones necesarias para la dignidad. Aquí no se vota por lo que se va a hacer, solo por quien lo hará, lamentablemente. Y esto es así porque, hoy por hoy, la República Dominicana esta hipotecada a acreedores extranjeros que nos imponen agendas que cercenan nuestro derecho a la libre determinación. 

Uno de los motivos por el cual fracasó la Anexión a España fue el choque racial que hubo entre los españoles blancos caucásicos y muchos sectores de la población dominicana predominantemente afrodescendientes. De mantenerse en estos complejos tiempos de Guerra la integridad territorial de la República Dominicana como la conocemos hoy, yo opino que el modelo de estado-nación soberano es el optimo para nuestra autorrealización plena como país. 

 Los dominicanos, sea lo que sea la población complejamente plurinacional que habita los ⅔ orientales de la isla de la Hispaniola/Quisqueya/Ayiti, tienen derecho a mucho. Por ejemplo, paz, orden, progreso, libertad y justicia. Duarte dijo que eso era posible en soberanía. 

Habiendo conmemorado la muerte de un trinitario y Padre de la Patria dominicana ayer, yo quiero preguntarle al pueblo dominicano que es lo que quiere. ¡Aprovecho para recordarle que El puede lograr lo que se proponga! 

Mis respetos al Teniente General Francisco Sánchez del Rosario y su memoria. Hare uso de esta opinión escrita para posicionarme con respecto a una demanda de los grupos que luchan por las reivindicaciones justas de los pueblos afrodescendientes de la República Dominicana: apoyo que las imágenes de uso oficial del patricio reflejen su fisionomía afrodescendiente en vez de que europeizen sus rasgos. Me parece justo, y es importante que los dominicanos de toda indole se sientan representados por la tríada. ¡No a la invisibilización y borrura institucionalizada del componente africano de nuestro crisol de culturas! ¡Eso no promueve el Bien Común! ¡Ni de los dominicanos de hoy, ni de los dominicanos por venir! 

FIN 

Nota: Compare al Sanchez europeízado con el Sanchez mas fidedigno a la figura histórica.