Wednesday, December 12, 2018

Una meditación de fin de año


     Todas las sociedades, desde la mas pequeña hasta la mas grande necesitan de reglas claras y de un arbitro imparcial.


     El diseñador de estilos de vida y gurú Tim Ferris dice da a entender en su libro The four hour workweek que hay quienes valoran mas el sacrificio que la productividad, mentalidad errónea del subdesarrollo que debemos superar. De nada sirve agotar ocho horas en una tarea si alguien puede hacerlo mejor en una. De nada sirve fajarse si no es orientado a un fin en especifico. El fajarse por fajarse, valorado por algunxs, equivoca al fin con el medio y esto es un error.

     Ciertas acciones correctas pueden hacer surgir voces detractoras que debemos ignorarlas.

     Dice John Henry Jowett, autor de devocionario preferido del magnate Rockefeller, que fácilmente recordamos a Dios en las malas, mas no siempre en las buenas. Es imprescindible recordar a Dios tanto en la bonanza como en la adversidad. El agradecimiento es una virtud y ahí esta incluido en la oración mas conocida del mundo cristiano: el Padre Nuestro.

     Quería mencionar a la justicia, y mientras investigaba brevemente me percate que en ingles hay dos palabras que en el español se traducen con una sola y veo esto como una carencia de nuestra lengua. En el español solo contamos con la palabra justicia, mientras en ingles tenemos justice y fairness. Que es la justicia? Pues lo fair que es la calidad de emitir juicios sin discriminación. Para construir la justicia debemos remontarnos al pasado a fin de dilucidar las cuentas pendientes, debemos evitar el sociolismo y el amiguismo. La justicia es algo tal que varias sociedades antiguas le escribían a este arquetipo su propia deidad. Es algo que sentimos y buscamos. Lo que es justo en un caso talvez no sea lo justo en otro. Hay quienes hablan, amparados del posmodernismo o posestructuralismo, de que es imposible alcanzar la justicia, pues es imposible estar carentes de prejuicios. Como Cristiano entiendo que Dios es amor, y que el amor es Justicia. Entiendo que lentamente podemos irnos perfeccionando o santificando con su ayuda, a la vez los individuos y la sociedad. Luchando contra el mal, que es la maldad y la injusticia.

     La practicidad clama por el dar una definición humana a lo que es justo y luchar por alcanzarlo, mediante todos los medios validos.

    Moviéndonos en justicia y conociéndola, colocamos a Dios en su valido lugar, direccionamos el esfuerzo y la voluntad hacia el sitio correcto, separamos lo que esta bien de lo que esta mal, y trazamos las pautas adecuadas para un buen vivir.


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