Saturday, February 27, 2021

Seducido por un intelectual francés negro

 Seducido por un intelectual francés negro.

El otro día andaba deambulando por el país con una fijación. Me provocaba reacciones mixtas. Veía su figura y su obra con admiración, hasta que le escuchaba hablar o leía sus escritos. Era contradictorio.

Ese humano era más de lo que era. No sabía que me sucedía, hasta que parí el escrito sobre el inconsciente colectivo dominicano y el descuido a los museos. Ahí entendí porque me seducía.

Es una figura polémica. Hay quienes le acusan de violencia excesiva y rigurosidad académica medalaganaria. Por otro lado, nadie que se precie de serio puede descartar su solidez intelectual del todo. No conozco su obra bien.

En la televisión han caracterizado sus ponencias de “manjares intelectuales”. Esa noción de manjar intelectual me seduce de igual manera. El manjar es algo que nos da sustento y placer a la vez. Es simbólico de una ocasión especial, aunque la economía moderna le permite a muchos darse manjares que hace siglos eran prerrogativa exclusiva de los más ricos. El “manjar” de aquella ocasión no me gustó. Me pareció poco variado, tal vez algo anticuado, me rechinaron algunas de las especias. Sin embargo, veo su magnum opus y no puedo evitar conceptualizarlo como “manjar intelectual”. No se que tan suculento esta. De hecho, abro sus páginas y lo que sospecho es que la variación elegante raya en lo pretencioso. Es posible que ese "pet peeve" mio no sea mas que una eterna venita ascetica-calvinista que prende su alarma ante cualquier ejercicio intelectual que no moleste a los timpanos por lo sobrio.  No obstante eso, trae a la mesa temas que hay que traer a la mesa. Quizás su mayor logro son las interrogantes que con mucha razón insiste en que no pasen al olvido.

Son pocos los que han dimensionado la dominicanidad. Todavía no entiendo del todo porque me seduce, pero aduzco que el critical engagement con su obra me es sumamente provechoso. Me parece es un ejemplo que muchos pueden verse inducidos a seguir. Tiene algo en común con Gohring, por suerte Vargas Llosa insta a los intelectuales a cuidar el físico. Los parisinos son dulceros, pero caminan mucho.

Las grandes preguntas de la vida son quienes somos, hacia dónde vamos, de dónde venimos, y que debemos hacer en caso de que nos estemos dirigiendo hacia donde no queremos ir. Aplican también para nuestro país: quien es la República Dominicana, hacia dónde va, de dónde viene y cómo redireccionar el proyecto patrio en caso de que ande por mal camino.

En mi adolescencia me hice mucho esas preguntas. Indague sobre mis orígenes y destinos, hacia como en el autoexamen de mis decisiones, con mucha frecuencia. Asiduo a la política desde chiquito, entiendo que con naturalidad llevaba mis a mi juicio provechosas dudas existenciales a lo colectivo.

 Me gustaba mucho escuchar “otras campanas” distintas al discurso oficial. Ahí es que su figura entra a mi vida en la forma de un libro que entra a mi biblioteca y un query que entra al buscador de Google en mi computadora.

Talvez no sacie mi hambre. Puede ser que la sacie en el futuro. Pero su persona no solo me hace darme cuenta de que tengo hambre sino que también me dice que me apetece. Eso merece bastante mérito. Entiendo como necesario para la posteridad que aclare las acusaciones de poca rigurosidad académica en, por ejemplo, su trato a la obra de Edwige Danticat. No descarto que tenga una especie de fetichización quasi-religiosa hacia su figura, más asevero tiene algo que quiero.

Creo que el hombre tiene mística. En sus videos, vemos una figura paternal con una voz a la vez severa y acogedora, alertandonos de los -en su opinión- peligros que enfrenta el proyecto-nación. Su habla suave, dentro de su elegante figura bien vestida, se complementan sobremanera con el francés con el cual salpimienta su elocución. Debe tener más años de los que aparenta…

Veamos por un lado esta caricatura, publicada en el Diario Libre. Todos los temas que señala como componente del teorema que es compartir la isla con la República de Haití son válidos. 





No podemos descartar el meollo del asunto: la existencia de carteles o centros de poder económico de ambos lados para cuyos la frontera es vital. Algunos dependen tanto de la existencia de la frontera como de su porosidad. Entiendo que se debe tener cautela con la presencia haitiana. Por igual, veo como necesario que entre dominicanos y haitianos exista el respeto y la buena voluntad. Si la República Dominicana la adeuda algo a Haití o, mejor dicho, si algunos dominicanos le adeudan algo al colectivo haitiano, esas deudas se pagan. No creo que sea el caso: ni el pueblo dominicano ni algunos dominicanos como la Familia Vicini le deben algo a Haití como colectivo.

Las “democracias capitalistas” de occidente tienen velas importantísimas en este entierro. Delata el manejo que se ha dado desde el postrujillato hasta hoy a las relaciones dominicohaitianas, por parte de los dominicanos, debilidad institucional. Apuesto al fortalecimiento institucional para tener un mejor país. Tengamos clemencia con el pueblo haitiano, víctima del poder económico. Y antepongamos ante todo lo que necesitamos para ser felices, que es ser justos. Eso último lo dijo Duarte.

Sunday, February 7, 2021

LA RAZA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA (trabajo presentado para aprobar diplomado de CLACSO)

¡Hola! Habiendo sido calificado este trabajo, pertinente al segundo diplomado al cual asistí en CLACSO, se los comparto. ¡Exitos!

 

 

 

 

 

 LA RAZA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

ESCRITO POR MARIO NOUEL

Introducción

En el siguiente escrito, daremos unos vistazos al tema que es la raza en la República Dominicana. Se escogió este tema ya que el auge y los descontentos de ese sistema de clasificación humano fue el eje del último espacio compartido de manera virtual en CLACSO. Como dominicano, entendí que empaparme con algunos de los trabajos recientes sobre el tema era positivo para situar lo aprendido y hacerlo útil a nuestra realidad como dominicanos.
    Trabajaremos de manera particular tres pensadores: Silvio Torres-Saillant, Milagros Ricourt y Mary E. Lee. La fuente más antigua data del año 2000 por lo que podemos decir que toman en consideración el grueso histórico de nuestra formación ideológica en cuanta a la raza. Un hito reciente importante para la terminación del autoconcepto racial de las gentes de la parte este de la isla de Santo Domingo sería la controversial sentencia 168-13 que algunos tildaron de “genocidio civil antihaitiano y racista”. No todos los recursos empleados podían tratarlo en vista de anteceder dicho hecho.
  Temas que traeremos a colación incluyen: la identidad dominicana vista a través de la literatura, las tribulaciones de la negritud en la identidad dominicana y el imaginario dominicano subversivo contrapuesto al oficial. Recomiendo la lectura de estas cuartillas al que desee trabajar el tema de la raza en la República Dominicana. Sugiero laborar con dicho tema porque todo lo que rodea al color y a la ascendencia en el continente americano es algo que afecta la vida de sus habitantes de manera profunda, si bien en ocasión de manera sutil.




La conciencia racial en la literatura dominicana

Se empleó esta fuente porque se considera al trabajo literario surgido de un colectivo como un reflejo fiel de su condición. Bien es cierto que los prejuicios de su creador no escapan de dicho retrato, más no es menos veraz que incluso dichos prejuicios son parte importante del registro que es la literatura cuando se emplea en cualquier empresa dentro de las humanidades y la ciencia social.
Mary E. Lee busca la conciencia racial de la República Dominicana mediante la comparación de tres poetas. Secunda la noción de que la literatura es un reflejo de la sociedad. Asevera que la República Dominicana es racista a la vez que es, de manera paradójica, mulata.
¿Porqué es mulata la R.D.? Lee contextualiza dicho fenómeno como fruto de las condiciones materiales de la colonia en la cual los españoles, mulatos europeos a raíz del mestizaje producto de las invasiones árabes, le veían valor económico a la reproducción con sus esclavas. Esto a su vez daba como resultado un sistema en el cual aclarar la piel no era solo escalar socialmente, sino acceder a un mejor trabajo. Esto derivó en un sistema de jerarquización social en el cual hay, según Albert Batista (citado por Lee), ocho definiciones.
    Previo al trabajo con los poetas, Lee teoriza sobre otro gran factor que esta detras de lo que define como el racismo dominicano. Ve de particular relevancia la actitud prevaleciente respecto a la vecina nación de Haití. El dominicano se compara con el haitiano para reafirmarse como mulato. El haitiano se considera como un inferior en la jerarquía social incluso si es del mismo color. Tratando la revolución haitiana, Mangione-Lora explica que la retórica racial que alienta a la violencia haitiana empujó a los dominicanos a redefinirse racialmente. En contraste con la negritud haitiana, empezaron a considerarse blancos.
¿Porqué es importante la literatura dominicana en este meollo? Porque oficialmente lo negro-africano se ignoro, se subestimo y se escondió. Pero la poesía escapó de este impulso bovarista. A nivel sociológico, el trabajo con lo africano vivió interrupciones. Más a nivel literario permaneció intacto. Acalaramos que pesa en nuestra historia más la poesía en formas como la música (o expresión poético-musical) que llamamos merengue. Formas literarias como la novela y el cuento ven cercenadas su capacidad de influencia debido a la considerable falta de dominio de la lectoescritura en la nación que se independizó de Haití en el año 1844.
Cree Lee que la evolución de la conciencia racial dominicana puede verse retratada en la evolución de la poesía. Propone que la poesía de Rubén Suro, Manuel del Cabral y Blas Jimenez reflejan una conciencia emergente negra que ilustra cómo los dominicanos hemos progresado de la negación a la celebración con orgullo de la identidad africana.
Rubén Suro en 1934 fue el primer poeta que trajo al negro como protagonista en su obra. Este hito se ve opacado por el hecho de que el negro era haitiano, a manera de negación de la negritud dominicana, y por el tono irrespetuoso con el cual se trata al personaje. En este punto de la evolución literaria de nuestro país, el negro figura pero como entretenimiento. Se reitera al haitiano como carente de inteligencia. Se le dibuja como un ser propenso a la violencia y al vudú. Cuando el personaje es mujer la lírica se torna, además de racista, machista. Esta mentalidad predomina hasta la matanza de haitianos de 1937 durante La Era de Trujillo.
    Es posterior a este episodio que un poeta exiliado cambia el tono. Ahora el haitiano es objeto de compasión en vez de burla. Se señala que Manuel del Cabral, un sujeto privilegiado, no habla desde el lugar del negro sino por el negro.
    Vemos un claro contraste en la obra de Blas Jimenez. Cuestiona las estructuras sociales pero afirmando su negritud. Se considera que su orgullo racial no tiene precedentes en la poesía de la nación caribeña. Se puede considerar el movimiento por los derechos civiles de los negros en los Estados Unidos como al menos un cataclisma para la reivindicación del negro la imaginación quisqueyana. Con versos como que se cree español, en tierra de ellos, en tierra dominicana, critica la negación de la ascendencia africana. Con su verso tu eres un negro blanco demuestra la naturaleza esquizofrenica del ser negro en la Repúblic Dominicana. (Lee, M. E. 2011)

Tribulaciones de la negritud: etapas en la identidad racial dominicana.

Silvio Torres-Saillant dice que aproximadamente 90% de los dominicanos son negros o mulatos, pero ningun otro lugar en el hemisferio tiene mayor grado de indeterminacion en cuanto al sentido de identidad racial de la población. Para fascinación y sorpresa de quienes observan desde fuera, los afrodominicanos han fallado tradicionalmente al momento de enarbolar su negritud como una consigna colectiva para avanzar sus conquistas sociales y luchas políticas de diversas índoles. Sucede que, en efecto, se da lo contrario: el dominicano niega su negritud.
¿Qué podemos decir sobre la complejidad del discurso y el pensamiento en cuanto a la raza del dominicano? ¿Qué nos revelan los paradigmas autóctonos sobre esta cuestión que es la negritud en la sociedad y en la cultura dominicana? Desde la fundación de la república en 1844, la negación de la negritud dominicana ha estado amparada y promovida por las grandes potencias. Veían las potencias blancas a la R.D. como posible bastión contra la expansión de la influencia negra en las indias occidentales, a pesar del color de un bien significativo número de sus habitantes. Esa fue la justificación de los Estados Unidos cuando le pidió a las potencias europeas que reconocieran al recién nacido estado que surgió de la pugna contra los haitianos liderados por Boyer el 27 de febrero. Era común que los negros dominicanos dijeran, a según recompila Welles, “soy negro, pero negro blanco”. Muchos estadistas norteamericanos concebían a los dominicanos como algo distinto a lo negro. Cuando un oficial norteamericano le pregunto al ministro Bobadilla si los dominicanos negros podían apoyar a los haitianos, este le aseguro que el color nunca ha sido muy importante en nuestra sociedad. Muchos observaron la reticencia dominicana a considerarse negro, si bien muchos de esos mismos observardores permanecían ambivalentes respecto a las caracteristicas etnicas de la nación hispanoamericana al oeste de la isla de Puerto Rico.
    Se recalcó la predominancia de lo blanco con respecto a lo negro cuando los estadounidenses evaluaban anexar el territorio de nuestro país e incorporarlo al suyo. Era común en los círculos de poder de Washington la opinión de que la problemática dominicohaitiano se reduce a que los blancos no quieren ser gobernados por los negros. La sorpresa sería algo que Welles trae a colación a manera de insinuación: la coexistencia de la negrofobia con la ausencia de opresión racial.
    Evidencia de este punto es la presunta victoria en los comicios presidenciales del 1994 de un hombre negro del que se decía tenía ascendencia haitiana: José Franciso Peña Gomez. Se cree hay chance de que, si bien es cierto el Presidente Joaquín A. Balaguer mantuvo el poder, a nivel de votos el triunfador fue Peña Gomez. Todo esto a pesar de una amplia campaña racista. Se cree que este episodio retrata de manera fidedigna la conciencia racial dominicana actual.
    No podemos hablar ni siquiera, según el autor, de “pobreza negra” en la República Dominicana porque medir la pobreza negra sería medir la pobreza de las masas. Este ejercicio hablaría más sobre la inequidad propia al “capitalismo dependiente” que de la opresión racial. Esto en ningún sentido niega de manera total la existencia de episodios de racismo o de tensión racial en nuestra sociedad. Agregaría yo que tampoco descarta la correlación entre pobreza y tono de piel oscuro.
    No obstante eso, queda pendiente armonizar la coexistencia pacífica de la autopercepción del dominicano como descendiente de africanos unidos a la negrofobia predominante en el discurso de la dominicanidad que prevalece a nivel oficial. En Estados Unidos, por ejemplo, un candidato puede ser sumamente controversial por sus vínculos como el supremacismo blanco y en esa sociedad los negros son minoría. Pero en nuestro país, son mayoría. Mas el expresidente Balaguer con frecuencia aludía a los peligros de la africanización y a la superioridad de los europeos de manera impune.
    ¿Es ese silencio decisión consciente del dominicano? ¿Es evidencia de alguna especie de locura colectiva? La clave parece descansar en el hecho de que el dominicano tiende a ser, por lo regular, dominicano antes que negro. A sabiendas de que es un negro, se privilegia al momento de construir la identidad lo nacional por encima de lo “racial”. Contrario al caso estadounidense, donde predomina el binarismo y polaridad racial (o se es blanco o se es negro), se han detectado hasta 21 terminos para referirse a las caracteristicas “raciales” en la región norte del país. Nada en la historia dominicana, contrario a la de los Estados Unidos, le indica a las masas que su miseria es estrictamente una forma de opresión racial.
¿Es el antihaitianismo como discurso de estado el responsable de la negrofobia de la intelectualidad dominicana así como de la inacción de los afrodescendientes dominicanos? No parece ser así. La solución a la pregunta puede ser la desracialización de la conciencia social del afrodescendiente en la economía de la plantación colonial. La históricamente llamativa e inmensa pobreza de la colonia de Santo Domingo imposibilitó el poder ser estrictos con los códigos sociales raciales. Recordemos, no obstante, que aún se puede hablar de masas y una oligarquía en este territorio siendo las grandes mayorías las afectadas por el fenómeno. La oligarquía rechazó ese nacimiento de la democracia racial. Pero el mestizaje que trajo consigo la eliminación de diferencias entre amos blancos y esclavos negros apuntaló “gente de color” a puestos de importancia. A partir de ahí prevaleció el mulato en la historia dominicana. Debemos contextualizar ese episodio dentro de la naciente colonia esclavista de Saint-Domingue: en ese contexto se empezó a equiparar el ser negro con el ser esclavo y se atribuía la pobreza de este lado de la isla a la no explotación de los negros como esclavos en la agricultura. Mientras más ennegrecía la piel dominicana, más emblanquecía su mentalidad. La posición social pesaba más que el color, la clase más que la raza. Por eso son hay conocidas instancias en las cuales los dominicanos negros prefirieron aliarse a los franceses o a los españoles antes que a los haitianos.
No podemos afirmar que la conciencia social desracializada del dominicana carece de ventajas, le es útil al sujeto porque le ahorra dolores y vergüenzas. No obstante, me veo en la obligación de hacer algunas preguntas algo difíciles de estudiar.
¿A qué punto influye la etnia en la desigualdad social de la R.D.? ¿Es la oligarquía tradicional mulata o puede considerarse que lo europeo predomina? Al hablar de la riqueza hoy, ¿Podemos diferenciar para fines sociológicos a los descendientes de amos que se mezclaron menos con los que más se mezclaron en el episodio del “nacimiento de la democracia racial”? ¿Quiénes fueron y qué rol juegan los dominicanos que no se mezclaron cuando el “nacimiento de la democracia racial dominicana”? El autor espera encontrar buenas respuestas pronto a fin de iluminar la relación entre la negritud y pobreza en la R.D., entre otros asuntos. Este fenómeno, el componente etnico de la desigualdad social, está bastante bien estudiado en varios casos como en los Estados Unidos, pero al parecer está pendiente desarrollar eso a plenitud en la patria hija de la la planta de Tabaco. (Torres-Saillant, S. 2000)

La raza, la cultura y la identidad nacional

    En la sección anterior, tratamos sobre la existencia de una conciencia racial que aparenta ser paradójica en la República Dominicana. Argumentamos que, en un sentido, mientras el dominicano más ennegrecía (y consciente de ello), más pensaba como blanco. Podemos opinar por lo visto que el calificativo de bovarismo colectivo al rechazo a la negritud dominicana es insuficiente si bien tiene algo de utilidad.
Visto eso, cómo coexiste una realidad racial con una manera de autoconcebirse algo contradictoria, traemos a colación las ideas de Milagros Ricourt. Esta intelectual contrasta las manera oficiales de pensarse del sujeto dominicano con las subversivas.
Cabe destacar que la negación de lo negro luce ser mayor en los centros urbanos en contraste con los rurales. En la dominicanidad se da mucho espacio a la negociación entre lo blanco y lo negro, como hemos observado anteriormente. A nivel empirico, muchos rehusan identificarse racialmente y optan por sólo identificarse como dominicanos. Digno de mención es el considerarse caribeño más que latinoamericano para intercambiar un apelativo elitista por uno que afirme la negritud. Esto fue una contribución de El Moreno, un dirigente político afrodescendiente al igual que Peña Gomez, dentro del contexto del “rescate de la historia auténtica” frente al discurso oficial promovido durante los 30 años de Trujillo.
 Los nuevos intelectuales traen nuevas ideas. Lo africano pasa de los márgenes al centro. Mas queda pendiente terminar de armonizar dos discursos contradictorios que coexisten: la negación con la afirmación de lo negro y de lo africano. Todavía una cantidad significativa de lo africano permanece en los bordes por miedo. El cimarronaje se esconde y se revela simultáneamente en la isla a diario. (Ricourt, M. 2016)





Conclusión
 
    Es diferente lo blanco y lo negro aquí y en Estados Unidos. Digo eso para referirnos al que es posiblemente el país más importante para la República Dominicano. Es importante, a la hora de entender sociología, concebir que la sociedad dominicana es única y que por ende las características que la componen serán únicas también. De ahí la importancia de situar, no podemos aplicar teorias cientificas del nucleo sin adaptarlas a la realidad de la periferia. Dicho de manera casual, “no al copy/paste teórico”.  Trabajar la raza en la República Dominicana sin caer en ese descuido que delata ignorancia y no produce buen fruto ha sido el norte de esta investigación. Es uno de mis nortes como estudiante.
Hemos tocado temas como la conciencia social desracializada, la evolución de la raza en la R.D. vista a través de su literatura, el bovarismo colectivo (así sea de manera breve), la caribeñidad contrapuesta a la latinoamericanidad, la estrategia racial dominicana como algo de beneficio en vez de perjurio, las respuestas al discurso oficial y como coexiste este con la subversividad. De igual manera, el rol de nuestros vecinos en el desarrollo de todo este proceso de individuación en la psiquis dominicana.
 Es la intención de quien escribe estas líneas que quien las lea le encuentre utilidad a la hora de analizar y comprender el mundo a fin de mejorarlo. Confiesa el que meramente ha recopilado algunas fuentes académicas para resumirlas y comentarlas brevemente que esta empresa le ha sido sumamente satisfactoria y esclarecedora. FIN.

“Sed justos lo primero si queréis ser felices” -Gral. Juan Pablo Duarte.

Bibliografia
 
Lee, M. E. (2011). Race consciousness in the Dominican Republic: A comparison of three dominican poets-past, present and future. CLA Journal, 55(2), 191-208. Retrieved from jstor.org/stable/44395680.

Ricourt, M. (2016). The Dominican Racial Imaginary. 135-154. doi:10.36019/9780813584508

Torres-Saillant, S. (2000). The Tribulations of Blackness: Stages in Dominican Racial Identity. Callaloo, 23(3), 1086-1111. doi:10.1353/cal.2000.0173










    




 
    









Saturday, February 6, 2021

Selección enviada al concurso de cuentos Juan Bosch.

 ¡Hola! Escogí compartirles la producción que envie al Concurso de Cuento Juan Bosch. Hago mea culpa por lo amateurish de mi estilo en esta etapa. Espero les agrade, divierta, edifique y entretenga. Ya veremos si el poemario se pega en la proxima competencia donde admitan poesía.


El diagnóstico
Escrito por Un Votante Mas

    Había una vez un muchacho llamado Juan. Era Juan buenmozo, alto, esbelto. Aficionado de la policía y los temas espirituales, no le estaba yendo muy bien en la Universidad. Se encontraba ese sistema muy oprimente y un vestigio de la revolución industrial cuyo fin era domesticar a las masas e inhibir el pensamiento critico.

    Un día, tiene un problema muy fuerte con su tío, quien era como un padre para el. Entendía que su pariente le había faltado y quería justicia. La clamaba, destilaba rabia por los poros, se le nublo su raciocinio y la inexperiencia en aquello que muchos llaman vida se hacia palpablemente presente.

    Insistió en que unos profesionales médicos mediaran en el conflicto. No sabia que era un siquiatría, para aquel entonces, pero pensaba que cuando se tenia un problema serio era allí hacia donde se acudía. Por eso, insistió en que un medico de ese tipo mediara en el conflicto.

    Las cosas no salieron como Juan esperaba. En vez de que se equilibraran las balanzas, solamente se le dio a entender que no lo molestarían mas. Para complicar el asunto, sucedió no solo eso, si no que la siquiatra insistió, para su anuencia, que el debía verse con el neuropsicólogo con quien ella hacia dueto profesional. Ese muchacho tan bien parecido, que tampoco sabia que recórcholis era eso, también accedió.

    Un día, el neuropsicólogo decidió darle un diagnóstico. Ese joven, tan viejo rico, sintió que le habían quitado su virginidad cuando el licenciado le enseña una hoja de un talonario de recetas con las siguientes siglas: TOC, TEA (con un “Asperger’s” a su lado), TDAH y TEP. Le explico que el padecía de trastorno obsesivo compulsivo. Asimismo, le dijo que no le cabía la menor duda de que también era autista, o que tenia un síndrome de Asperger’s. No solo eso, sino que también tenia trastorno de déficit de atención hiperactivo y que le preocupaba sobremanera lo elevadísimo que tenia el trastorno esquizoide de la personalidad.

    A Juan le choco lo del TOC porque entendía que eso era como de mujeres. El diagnóstico de síndrome de Asperger’s lo despedazo por dentro, porque pensó que encima de todos los problemas que tenía ahora debía de cargar con ese. Le gusto mucho lo del TDAH, porque en el colegio le gustaban los chicos que tenían el “ei di di (ADD, como le llamaban en ingles)” porque siempre hacían payasadas y eran muy simpáticos, así como estaba listo para dar la batalla para darle a entender a este medico que era su decisión el medicarse con Ritalina, o el no hacerlo. Asimismo, le pareció preocupantemente gracioso lo del TEP. Preocupantemente gracioso, porque eso de “esquizoide” sonaba muy feo, pero sabia que influyo el que el arbitrariamente le respondiera al doctor en el examen SCID que le fascinaban las serpientes  cuando bien podía no hacerlo porque en aquel entonces, recién habiendo estudiado el tarot, todos los símbolos le fascinaban.

    Pero bueno, ahí estaba Juan en un frio consultorio amueblado con muebles que le parecían bonitos aunque abusaban un poco del plástico. Recibió su diagnóstico, metido en un folder de manera oficial por el profesional de la salud mental. Se estrecharon la mano. Juan no volvió a asistir a consultas con el, pero devoro todo lo relativo a su diagnóstico en internet.

    Pasaron los meses y después los años. Juan había dejado la universidad y se dedicaba a vagabundear y tiguerear con un pariente malandrín llamado Joel. En una ocasión, Joel le increpa sobre el porque el siempre se ve tan ñemo. Juan se moría por decirle que era porque “por su culpa” fumaba mas marihuana de la que le permitía ser funcional porque Joel encendía porros con excesiva manía. No obstante eso, a Juan simplemente se le ocurre decirle, desempolvando aquel traumático diagnóstico por primera vez en años que “a veces se ve ñemo porque tiene síndrome de Asperger’s”.

    Joel le interroga con sincera curiosidad: que cuando paso eso, que como así, que qué es eso, un sin numero de preguntas. Juan decide emplear su diagnóstico para presentársele como un ser superior: superior a las costumbres y manierismos sociales. Superior también en inteligencia, así bien algunas cosas como el trabajar con las manos no se le den tan bien.

    Pasaron los meses y Juan es internado en una clínica rehabilitadora para abusadores de sustancia porque su familia estaba sinceramente preocupada por los pasos que había dado desde que dejo la universidad. Al cabo de varias semanas, muchas personas habían comentado ciertas peculiaridades que tenia Juan. Juan, sintiéndose acorralado, decide sacar su diagnóstico de donde sea que estuviese metido y, al comentarlo, mágicamente sus problemas desaparecen. No era la única persona neurodiversa allí, y entendía que eso lo hacia mas fuerte.

    Un tiempo después, a nuestro Juan lo sacan de esa clínica y lleva una vida casi normal. Trabajo, estudio, pasatiempos saludables. En eso, se enamora de un chico español. Salen juntos en varias ocasiones.

Un día, el hombre se encojona. Sucede que Juan le recrimina por una conducta y este muchacho, Aitor, responde recriminándole a el por una multitud de conductas. A Juan le sorprende que le estén reclamando mas no el porque. Sucede que Aitor no soportaba que Juan vinculara temas que a simple vista no podían tener vinculación y que se distrajera con facilidad. El maquiavélico Juan, ya experimentado en usar su diagnóstico para salirse con la suya le dice: amor, lo que pasa es que tengo Asperger’s y TDAH.
Esa semana, Juan se siente como un genio incomprendido. Decide hacer activismo para la neurodiversidad. Encuentra una plétora de libros que argumentan que características como el trastorno de déficit de atención y el síndrome de Asperger’s son variantes normales, y hasta deseables, del espectro de cognición humana. Se siente discriminado por los neurotipicos. En el fondo les consideraba mediocres. Escribe mucho sobre el tema el señor Juan.

    Medio año mas tarde, en la intimidad de su consulta hipnotérapeutica, se abre sobre algo que le esta molestando. ¡nunca trabajó su diagnóstico de Asperger’s! Si bien es cierto que a Juan le fascinaban las características que hacían de su cognición algo único, también es cierto que notaba casi con vergüenza como las limitaciones de las personas con ese síndrome se le hacían real. Al increparle a su hipnoterapeuta por tercera vez sobre ello, esta le recomienda que vea a una neuropsicóloga y que salga de cualquier duda que pueda tener.

    De inmediato, Juan se ve con la neuropsicóloga. Tras varias pruebas, esta le revela algo que se le hubiese sentido como un balde de agua fría de no habérsele preparado para ello. ¡Usted no tiene ningún Asperger’s!, le dice la joven profesional. Esta, no obstante, si le considera valido el trastorno de personalidad. “Es usted esquizotípico”, le dice. “Tenemos que trabajar para que usted piense mas en lo terrenal en vez de en el mas allá”, le dice con seriedad y ligereza a la vez. “le gusta el gimnasio, por ejemplo… no lo deje, eso es importante, no todo es asistir a seancés (sesiones de espiritismo) con amigos los Sábados por la noche” le explica la joven.

Después de ahí, Juan se siente despedazado por dentro. Bien aficionado a la filosofía continental, desconfía con fuerza de la sicología y sus afanes hegemonizantes sobre los otros saberes. Encima de, la profesional venia de una universidad en un país cuya academia no era de su agrado. Era bien francófilo Juan. Tras buscar en internet, encontró a otro hipnotérapeuta de los Estados Unidos bien zambullido entre los resultados del buscador. El argumentaba que muchas veces patologizamos las sanas indagaciones de aquellos con el don de la sensibilidad. Esto le gusto a Juan. Aprendió a usar la palabra patologización y ya tenia un profesional que expresaba con elocuencia lo que el sentía pero no podía articular.

En eso, se sienta a escribir. Tenia sincera diferencias con la neuropsicología. O, al menos, la neuropsicología como la lleva una de sus mejores exponentes en la Republica Dominicana, país donde habitaba Juan. Por ejemplo, dijo que en los exámenes de inteligencia que se le pasaron, solamente midieron su inteligencia verbal y no verbal. Inteligencias importantes como la existencial, la ecología, la interpersonal, la intrapersonal y las sexual brillaban por su ausencia, adujo. Encima de eso, le pareció una pequeñez de pensamiento el que le hayan dicho que el gimnasio le ayudaría a centrarse menos en lo del mas allá y mas en la realidad porque, como buen neopagano, Juan invocaba a los dioses a la hora de entrenar y entendía que el codiciado índice de Adonis solo vendría invocando a ese mismo arquetipo, entendiendo la dimensiones espiritual de la glotonería, vicio que tanto puede sabotear a cualquier aspirante a fisicoculturista. Encima de eso,  se preguntaba ¿quién logra algo sin ayuda del dios cristiano? ¿no se supone que todo lo que hagamos sea para dios?

    Con indignación y preocupación, decidió consultar al tarot sobre si debía continuar o no este experimento con la neurosicológica. Para su sorpresa, el tarot le indico que llevándose acríticamente de esa joven, su desenlace estaría representado por el As de Oros y Los Enamorados. Lo interpreto como que si dejaba tocar de la neurosicología recibiría bendiciones tanto en el ámbito del dinero como del amor. Esto le sorprendió, pero decidió, en sus palabras “abrirse a esas bendiciones.

FIN

El demonio
Escrito por La Sombra

    Era Lucas un acomodado joven capitaleño que en los últimos meses había indagado en ocultismo. Por las vueltas que da la vida, había terminado en un  consultorio siquiátrico. Días antes de una visita con dormida al domicilio de su pareja, su doctor le había dicho que era posible empezara a escuchar voces. Lucas se asusto un poco, pero no le dio mucha mente al asunto.

    Al ponerse el sol, decide fumar unas bocanadas de cannabis y baja a la primera planta de su casa. Ya anteriormente había sentido que el cannabis le ayudaba a percibir realidades mas tenues que las que se percibían a simple vista ordinariamente. Esa noche, mientras caminaba por su solitaria cocina, escucha una voz que burlonamente le grita “baboso” en su cabeza. Percibía de una manera que no puede explicar en lenguaje ordinario que esa voz provenía de una frecuencia mas baja que a la cual el estaba acostumbrado. Su corazón le latió a millón del miedo, pero como paso bien breve lo deja pasar.

    Al otro día era Jueves por la noche. Sucede que al amanecer tenia consulta con el Dr. Heriberto, quien le había permitido que fumara cannabis en moderación. Le comenta eso a su pareja mientras suben a la azotea a disfrutar del humo resultante de la combustión de las flores de esa planta.

    Mientras fumaban, el curioso protagonista ve hacia el cielo y se sorprende sobremanera. La nube ha tomado una forma bien viva y clara de una serpiente cobra. El extraño suceso no termina ahí. La cobra que ve en las nubes se convierte, de buenas a primeras, en la efigie de un mujer con un niño que le recordaba a la Virgen María y al niño Jesús. Esta imagen se alterna con la de la serpiente. Incrédulo, y hasta asustado de que su pareja pensara que se volvió loco, le pregunta:

-“¿Ves lo mismo que yo?

A lo que su pareja responde
-“Si, lo estoy viendo”.

Sin creerle, le pregunta para reconfirmar
-“¿Ves una culebra y después de eso una virgen?”

Su pareja se lleva la mano al mentón y conteniendo un risa bien cómplice le responde
-“Si”.

    Lucas se queda absorto contemplando la imagen. Su pareja intenta hacerle conversación. En eso deciden bajar de la azotea.

    Proceden a ingresar a la recamara principal. Ponen una película. En cuanto se acuestan, Lucas percibe algo que considero extraño

    Lucas intenta recostarse y relajarse, mas siente algo muy extraño. Siente una energía como queriéndose liberar desde el interior de su pelvis. Empieza a contorsionarse controladamente. Su pareja le pregunta que esta haciendo a lo que el le miente espetándole un “ejercicios de yoga”. Movía su pelvis de arriba hacia abajo sintiendo una energía muy viva dentro de esa área de su cuerpo.

Escucha en su cabeza, simultáneamente, la voz recriminantes de un pariente, diciéndole que “algo estaba muy duro”. Lucas lo interpreto como que era su cara la que estaba en exceso severa. Había sido un día en el cual se había comportado de manera soez con sus parientes en el banquete del día de las madres. Se pierde Lucas en un espiral de recriminaciones y su pelvis se seguía contorsionando como si hubiese cobrado vida propia.
    
    Moría por pedirle ayuda a su pareja. Pero no quería abusar de su comprensión, aunque esta había admitido que también vio la visión en el cielo de hace una hora. Entre las recriminaciones de su pariente, había ahora una entidad etérea gritándole baboso.

Solo atino a decirle
-“Me siento raro”.

A lo que su pareja responde
-“¿Raro como?”.

Esperando que su objeto de devoción se llevara la indirecta, en vista de que estaba seguro estaba siendo victima de un ataque demoniaco, responde
-“como con ganas de rezar”.

    Fue lo ultimo que  atino a decir en ese inicio de una pugna entre el bien y el mal que se liberaba en su interior. Recordó como una pariente, tildada de una fanática evangélica por muchos, le enseño que en casos de ataques del maligno debía cubrirse de la sangre de Jesús y expulsar a cualquier espíritu malévolo en su nombre.

    No obstante eso, no era tan sencillo. La entidad ahogaba sus voz interior cada vez que intentaba rezar. Era tanto el estrés y el poder de la entidad, que solo podía atinar a intentar rezar un “Padre Nuestro”. Sentía, cada vez que intentaba orar, algo agarrándole la boca. Ese algo no se lo permitía.

    Pero siguió Lucas intentándolo con todas sus fuerzas. Con toda su convicción. Saco fortaleza de donde no tenia, y al final logro formular la oración en su interior. Cuando la dijo por completo, sintió como si hubiese roto alguna especie de barrera, sintió como que estaba en una copa de agua que de repente se rompió.

    En eso, ya nuestro héroe vuelto en si, su pareja la pregunta algo. El procede a simplemente salirse de la habitación, pues estaba fuera de si. Presintió, como en efecto sucedió, que solo necesitaba unos momentos para recomponerse de ese duelo astral.

    Se sentó en una silla de la sala, y tomo un periódico. Era incapaz de leer. Años mas tarde aprendería que cuando se usa muy intensamente el hemisferio derecho del cerebro, el izquierdo tarda un poquito en volver en si.

    Tras intercambiar unas cuantas palabras, pues su pareja pululaba su alrededor, tal vez para asegurarse que todo estaba bien, Lucas le pregunta si noto algo extraño hace unos minutos en la habitación. Su pareja le dice que si, que se fue por unos instantes, que sus ojos se viraron para atrás.

-“¿no sentiste algo tenso el ambiente también?” pregunto Lucas
-Si, le contesto aquella persona con quien esa noche compartía lecho.

    Sin mas, Lucas decide contemplar un cuadro de la virgen de la Altagracia que estaba a la altura de los ojos cuando uno se hallaba sentado. Enciende un habano, queriendo hacer algo de brujería dominicana sin saber como hacerlo. Decide hablarle un poco a Anaysa mientras contemplaba la maternal imagen que emanaba calor y fumaba tabaco barato. Al otro día le cuenta su experiencia al Dr. Heriberto. Este, que no gozaba de su total confianza aun, le pregunta si le puede obsequiar un rosario bendecido para que se auxilie del en ocasiones como estas. Lucas acepta, mas el Dr. Heriberto no encuentra el sacramental.

    Pasaron los años y a Lucas le paso de todo tanto en este plano como en del mas allá, que había visitado en un par de ocasiones. Un día, ya habiendo superado esa experiencia, se encontraba a media noche fumando cannabis y escuchando música en su recamara. Escucha nueva vez la misma voz diciéndole “baboso”.

    Pero ahora, Lucas la sintió mas débil. Había estado viendo programas de exorcismos y demás experiencias paranormales en la televisión y recordó que cuando se lidia con demonios lo mas importante es conseguir su nombre.
-“Dime tu nombre, demonio”-le espeto con todas sus fuerzas a esa entidad que por algún motivo había optado por no materializarse.

Intento orar y sintió el mismo mecanismo de defensa de la entidad, pero algo mas débil. Estaba asustado, Lucas, mas no tanto como la primera ocasión. Rezaba un padre nuestro tras otro a la vez que le demandaba su nombre. En una, la entidad se da por vencida y grita “Belcebú”. Lucas recuerda que en sus indagaciones sobre el ocultismo occidental, obtener el nombre de un demonio te da poder sobre el.

Hoy día, por ahí anda Lucas. Entiende que Belcebú le escogió por algo, que Dios tal vez lo mando, que esta en su destino domar demonios como hacia el Rey Salomón o tal vez, simplemente, tiene una vena demonólatra. No le sorprendería. Le ha pedido un par de favores a Belcebú, mas el no ha comprobado que esa entidad le haya trabajado aun. Es Lucas un ser totalmente funcional, que se decanta por el Bien, sin entender del todo que esta bien, que esta mal y como determinarlo.

FIN



La Mucama.
Escrito por Truenos Majestuosos

    Era José un estudiante universitario al que siempre le habían gustado la política y los temas de religión, así como los temas de historia. A sus 18 años se encontraba estudiando derecho en una prestigiosa universidad privada de la Republica Dominicana. Esto era así porque casi todo el mundo le decía, desde que tenía uso de razón, que si le gustaba la política debía estudiar derecho.

    No obstante eso, decide marcharse a estudiar fuera porque llega a términos con su preferencia sexual. Un día se da cuenta, tal cual una epifanía, que no es heterosexual. Escapaba de la realidad, para aquel entonces, leyendo un periódico en línea de una minúscula organización trotskista de los Estados Unidos y los escritos de un gran maestro dominicano, fundador del partido de poder de aquel entonces. Dio varios alegatos a sus padres con respecto al porque marcharse a los Estados Unidos o al Canadá era una decisión sensata. Ninguno de esos motivos fue que se sentía oprimido por su deseo homosexual en el entorno que lo tocó nacer.

    Se marcha al Canadá. Se dedica a fumar mucha marihuana, a beber desmesuradamente y a tener mucho sexo. Echa por la ventana cualquier tipo de responsabilidad. No obstante eso, llama la atención de algunos de sus profesores por brillantez. Contacta tanto con grupos socialistas como con el movimiento social LGBTIQ y ve las puertas abiertas en todas esas organizaciones, tal vez por su carisma y discurso.

    Pasan los meses y el joven José debe regresar a su hogar de Santo Domingo por motivo de las vacaciones. José no quería, pero no le vio escapatoria a la situación. Sus notas universitarias ciertamente le desmotivaban, pero era al oprimente y cerrado ambiente al que le temía. Como quien camino a su martirio abordó el avión y abandono su nuevo hogar en pos del anterior.

Llego a su hogar. Se sorprende porque una de las mucamas, a quien quería mucho por su dulzura y entrega a sus labores, estaba visiblemente mas gorda. El había leído con anterioridad sobre el problema del sobrepeso e identifico, por el lugar donde se le habían acumulado las nuevas reservas de grasa a la mucama, como ocasionado por el estrés su aumento de peso. Se lo comenta a su madre, y le pide que la lleven mas suave, alegando que es una muy buena y trabajadora mucama. Años después José hacia la historia y no recordaba si alegó motivos como el respeto a su humanidad y dignidad innatas también.

Al otro día, se levanta a eso de las siete y pico como acostumbraba hacer esos días. Se toma una infusión depurativa y energizante antes de usar su computador por una hora. En ese entonces le fascinaban temas como la espiritualidad relacionada con la política. Entre las tesis con las que lidiaba había una que el juzgaba de interesante en extremo y le cautivaba con intermitente obsesividad. Era aquella de sobre si la serpiente del Jardín de Edén ha sido históricamente calumniada.

Tras investigar esa y las otras tesis que le cautivaban tras un viaje de LSD, decide ir a hacerle compañía a su padre Tiburcio como de costumbre. Con la pipa de su padre da su primera fumada cannábica del día y le increpa sobre si ya el fumo, a lo que le responde de manera afirmativa.  José entonces se acuesta en la cama matrimonial de sus padres junta a el y quiere charlar amenamente, mas su papa se encuentra absorto en su telenovela. En eso da el medio día y se disponen a comer. Antes de partir al comedor su papa le recuerda a José que debe limpiar el área donde fumo. Le dice que si su mamá se entera que ambos fuman marihuana habrían consecuencias desastrosas.

La infeliz mucama, que siempre exhibía una sonrisa, les sirve. Le pregunta a don Tiburcio por como esta la comida, desbordando alegría, mas el señor Tiburcio solo le responde con acidez y enojo. Se tensa el ambiente. José, con los ojos aguados, termina su comida. Don Tiburcio, al ver que su hijo no se marcha a su cuarto a reposar con el como solían hacer durante esas vacaciones pone cara de incredulidad mientras José pulula por la terraza.

En eso, se arma de valor José. Se pregunta, mientras subía las escaleras que llevaban desde la sala hasta los aposentos, si debía llamarle la atención a su padre. En eso ve la efigie de una serpiente en la pared de las escaleras, un rayón en la pared que parecía una culebra y que es lo primero que ve cuando se hace la pregunta.

Llega hasta la segunda planta y abre José la puerta del cuarto que don Tiburcio compartía con su madre y le dice su parecer sobre lo que acaba de pasar. Le dice a su padre que eso no es correcto, lo que el acaba de hacer. Que la mucama, Cristina, era muy dulce y trabajadora para merecer ese trato. Instantáneamente, sucede lo que José en el fondo sabia seria lo primero en pasar. Su padre le hace ademanes que evocan su fumadera compartida de marihuana sin decir nada concreto. José le dice que una cosa no tiene que ver con la otra, y le da su teoría sobre el engordamiento de Cristina. Al escuchar esto, su padre baja la mirada y le dice que “ok”.

José sale del cuarto y le implora al destino por una señal de que actuó bien. Entonces desciende sobre el un torrente de energía, tan ligero como placentero, que va desde la punta de su cabeza hasta su estomago. Eso le había pasado ya y lo toma como confirmación divina de que ese momento era importante y estaba escrito en su destino. Contempla el rayón que aparentaba ser una efigie de serpiente una vez mas. Algunos autores de su investigación sobre el reptil del libro del Génesis señalaban a la serpiente del Jardín de Edén como traedora de la Sabiduría a la humanidad, aliada de la liberación de la humanidad. Se pregunto al ver el rayón de la pared si actitudes como esas estaban en consonancia con lo que era el ser un ser libre que luche por la libertad del mundo.

Se dirige al cuarto de servicio. Le cuenta a la mucama Cristina lo hablado con su padre. Esta agacha la cabeza con mucho agradecimiento y conteniendo lagrimas de felicidad. Le da las gracias, llamándole mi’jo. Esa noche su padre le dice que hablo con la muchacha y que le admitió que estuvo mal su actitud. José lo ve con beneplácito. Se encontraba esperanzado de que el trato que percibió como indignante a Cristina subsanara. En el fondo, se encontraba a la vez medio asustado y medio felizmente satisfecho con el poder que desarrollaba por encima de las otras personas.

FIN

El político
Escrito por La Separación Reunida.

    Era Martin un político de derechas, todo un darling para el establishment. Un día asiste a una conferencia en Washington D.C. que prometía reunir a los mas prominentes liderazgos juveniles del mundo. Un día, mientras compraba un café, escucha a lo lejos una discusión sobre el salario mínimo. Con mucha confianza y autoestima tras años de devorar todo lo que producía el Instituto CATO y los seguidores modernos de Ayn Rand, se une a la conversación. Duro horas discutiendo con un joven llamado Leoncio, a quien acuso de marxista tras degustar su elección de vocabulario en la elaboración de un argumento. A la hora de partir Leoncio le espeta gentilmente “Tienes un compromiso con los pueblos del mundo, en este instante te llaman y brindan un ramo de olivo”. Regresó a su casa con mucha ansia de leer y conversar sobre lo discutido con aquel sujeto. Ponderó cambiar bruscamente de posición. El hambre de poder que le surgió también le sugería hacer política mas a la criolla.

    Terminó Martin su maestría en Política y Globalización. Fue un final feliz de estudios. Había comentado con familiares y amigos la posibilidad de dar un giro hacia la izquierda. Sufrió el rechazo de la sociedad.

    Un día, ve una nueva organización política de tendencia Socialista Democrática. Estaban buscando miembros. Vio una oportunidad.

    Antes de ingresar, decide ir a las montañas a meditar. Emprendió el viaje. De camino a las montañas que escalaria, se detuvo a beberse un café en un campo que estaba al borde de un precipicio. Allí, después de pagar, contempla el paisaje y se le acerca una señora muy entrada en años. Le dice, tras examinarlo brevemente, “papa Dios te manda a decir que sigas tu corazón”. Le inundaron los escalofríos y se le salieron las lagrimas que desde la conferencia en Washington tenia contenidas.

    Se une al partido, que estaba a punto de celebrar unas primarias. Es electo Vice-Presidente. Esto lo arroja hacia lo desconocido. Una inmensa cantidad de personas lo empiezan a reconocer en publico. Con una llamada telefónica, hace y deshace la realidad a su antojo. Una multitud contrata los servicios de su bufete de abogados, pues todos quieren el visto bueno de ese político que esta ascendiendo mas rápido que un cohete, a según el vox populi. Lentamente va penetrado el mundo de la política como quien se adentra hacia la panza de una ballena.

    Un día, sin embargo, le comunican que debe prestarle mas atención a la gran empresa que había heredado su madre. Los todopoderosos empresarios aglutinados en sus respectivos gremios querían verle mas integrado al aparato productivo nacional antes de darle el visto bueno. Relanzar su empresa como un conglomerado socialmente responsable y, encima de eso, lucrativo le presento muchos desafíos.

    Sabia que había mucho trabajo por delante. Sucede que, mientras balanceaba sus mil compromisos políticos con los compromisos empresariales, se sintió desahuciado frente a los trajines de la vida. Esa noche se acostó temprano y concilio el sueño de inmediato.

    Mientras soñaba, se vio abrazado por una mujer mientras descansaba en su regazo. Alzo los ojos, y vio que era la Virgen María. Se perdió en la ternura de sus ojos. Se despertó con una sonrisa. El cálido amor que emanaba de María le acompaño por largo rato.

    Al atardecer, le hicieron una oferta que le permitiría ganar una inmensa cantidad de dinero. Al efectivo lo amaba y le temía a la vez. Le provocaba mucho miedo pero también mucha esperanza. Debía reunirse con el hombre mas rico del país a fin de concretar la oferta.

    Ese hombre, quien era un fanático religioso, le ofreció villas y castillas. A cambio debía reprimir la religiosidad popular. De aceptar, le apoyaría en su llegada a la presidencia de la nación.

    Decide tomarse una copa con un amigo para escuchar su consejo. La mente le estaba volviendo loco. Ve que su invitado se para al baño en repetidas ocasiones. Le pregunta “¿qué es lo que haces” tras ver un poco de polvo blanco en su nariz.

Unos días después, el país se levanta con el trato concretado. Entendió que el poder todo lo valía porque todo lo podía, o al menos eso racionalizó. Aquel hombre rico era propietario de periódicos y el empezó a repuntar en todas las encuestas.

Se reunía a menudo con aquel amigo y parrandeaban hasta el amanecer. El trato le había granjeado el acceso a los clubes mas exclusivos. Empezó a descuidar sus labores. Decide asistir a una reunión de doce pasos en línea. Estaba renuente. Se desahogo con los presentes virtualmente sobre como aquel trato le producía una culpa que lo carcomía. Una figura publica, que lo había estado escuchando, decide ayudarlo. Le habla sobre moral y deber, y sobre como el poder que viene desde lo alto no se somete a las veleidades humanas. Sigue trabajando arduamente los principios del programa de doce pasos.

Decide escribir unos tweets excusándose por su ausencia y defendiendo las libertades religiosas. No había caído tan hondo. Decide continuar su proyecto sin padrinos, así no llegue. Hace una recolecta de fondos abierta al publica, y consigue un buen dinero. Era tal vez cuatro veces menos que lo que ofreció aquel “amo”, pero se sentía pleno. Se perdonó por el pasado, y adoptó unas cuantas disciplinas místicas.

Su amigo Leoncio se convirtió en diputado. El hombre rico fue condenado por lavado de activos. La figura publica sigue pregonando los beneficios de la templanza. Martin funda una fundación. Otro candidato le lleva la delantera en las encuestas, pero la mayoría de los transeúntes dicen que son fraudulentas. Dicen que así mismo serán las elecciones. No obstante eso, ahí sigue Martin proliferando el pensamiento marxista-leninista en finos turtlenecks estadounidenses mientras bebe café de la paletera. Algunos dicen que adopto la filosofía izquierdista en busca de amor.