En primeras instancias, es mi opinión que el triunfo de Bolsonaro con 55% de los votos emitidos no pinta el funebre panorama que un triunfo de 70% (como vaticinaron algunos) pintaría. Muchos optaron por la decencia, si bien es cierto que los escándalos de corrupción protagonizados por el PT hirieron sus posibilidades de triunfo.
En ese mismo orden, la izquierda brasileña sufrió rechazo en las urnas debido a optar por politicas cosméticas mas que estructurales y la falta de transparencia.
Imposible seria el obviar como Bolsonaro era el candidato de los mercados, que repuntaban a medida que avanzaba su -segun mucho- casi indetenible triunfo. Y es que lo sucedido en brasil tiene tintes geopolíticos: no olvidemos que Lula fue encarcelado cuando repuntaba en las encuestas. Esto es importante en una región donde el personalísimo y el caudillismo aun no han sido superados. No olvidar, tampoco, las multiples irregularidades del proceso que sufrió Dilma. Las garras del imperialismo y de la derecha internacional brillan por todo menos por su ausencia en este proceso electoral.
Al personalismo, protagonismo popular. Al asistencialismo cosmético, cambios socioeconómicos y políticos estructurales. Al protagonismo de derechistas como Bannon, el supremacista blanco asesor de Trump que según muchos colaboró con Bolsonaro, repudio y solidaridad regional. Ya no queda mas que ser actores activos y organizados ante el avance del fascismo en la region, que obedece a directrices desde el primer mundo, desde la metrópoli, con planes de inclinar los gobiernos progresistas de la region hacia la derecha y el entreguismo (leer sobre el Plan Atlanta: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237375).
Por ultimo, frente al apoyo de algunos (no todos) sectores que se proclaman cristianos, propugnar por un cristianismo autentico y una Iglesia amiga del pobre. Es harto sabido el empleo de "cuestiones de moral" como los derechos LGBTI y el aborto a fin de conseguir que sectores con bajo poder adquisitivo voten contra sus propios intereses. Se da en Estados Unidos y no es de menos esperar que se de aquí.
Mi esperanza descansa en los brasileños decentes que hartos de los desatinos de la izquierda brasileña se dejaron convencer por el discurso de mano dura de Bolsonaro, haciéndose los chivos locos con sus declaraciones mas polémicas y repudiables así como también por una reorganización y reorientación de las izquierdas (dividas en brasil como en el resto del mundo).
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