Sobre la política de identidad.
Este articulo esta dedicado al filosofo, abogado, revolucionario, sociólogo y economista Carlos Marx. No esta en ningún sentido dedicado a quienes han tergiversado sus ideas.
En algunos meses se celebrara el día contra la homofobia y combatiendo la homofobia se resuelven muchas problemáticas sociales. Los LGBTIQ+, por ejemplo, sufren de manera desproporcionada muchos problemas. Por ejemplo, siendo aproximadamente 5-10% de la población, son mas de un tercio de los jóvenes sin casa y de los intentos de suicidio en los Estados Unidos. Sobre el fenómeno dominicano no se tienen cifras aun. ¿Cómo abogamos por que se obtengan estas cifras en nuestro país a fin de impactar positivamente en la realidad? ¿Esperando dadivas de benefactores privilegiados? En este escrito abogaremos porque no es por ahí, abogaremos porque los grupos oprimidos deben constituirse en artífices de su propia emancipación dándole siempre cabida a los aliados/simpatizantes. En otras palabras, defenderemos eso que causa tanto debate, aunque no siempre identifiquemos como se llama. En este escrito abogaremos por el hacer política de identidad sanamente.
Alguien puede argumentar que los únicos jóvenes suicidándose no son los gays, que los únicos sin casa no son los gays (aunque hacemos hincapié en que figuraran de manera desproporcionada en estas estadísticas). Otros dirán que no debemos separar a los negros de los blancos, a los gay de los straight, ni a las mujeres de los hombres en la lucha social. Tienen toda la razón, el mismo sociólogo y revolucionario Carlos Marx llama a los proletarios de todos los países a unirse. Ahora, un esposo no se divorcia de su esposa por permitirle que esta exprese su experiencia auténticamente y en sus propias palabras. Un matrimonio no se disuelve porque los cónyuges se den su justo espacio. Y es que los grupos oprimidos deben auto organizarse para luchar por su propia emancipación y no buscar su liberación en base a dadivas paternalistas.
Si los LGBTIQ+ no velan por su propios derechos, ¿quien lo hará? ¿Un benefactor bien intencionado? ¿Una tercera persona? Nadie puede hacerlo mejor que uno mismo. Nuestra experiencia es única y debe traducirse en lucha política en primera persona. Organizarse en colectivos (ya sea LGBTIQ+s+, o afrodescendientes, o de genero) es simplemente una manera de hacer mas eficaz la lucha.
En términos prácticos esto es importante porque, aparte de las grandes abstracciones filosóficas que podamos hacer, los programas antidiscriminación contribuyen efectivamente a construir el bien común, a lograr una mayor felicidad y bienestar en la población. Podemos tratar todos los problemas por separado, obviando la identidad, y eso puede funcionar, aunque entiendo que no tan bien (pueden quedar baches, pueden silenciarse voces en una discriminación inconsciente, siendo esto algo común)
Es importante saldar las deudas sociales. Las hay con indígenas, con transexuales, con afrodescendientes, con personas de movilidad limitada. Es importante darle estos colectivos su propia voz, para vuelvo y repito, no luchar por el pueblo sin el pueblo. No convertir la lucha política en dadiva caritativa, no desradicalizar la política, que es transferirla de la raíz a la tangente.
Un negro, frente a los linchamientos de aquellos años de EEUU, podía pararse como ciudadano y exigir equidad. Sin organizar otros negros. Ahora, ¿no es mejor formar alianzas con individuos afines de la comunidad que las sufrían DESPROPORCIONASDAMENTE? ¿PORQUE CUANTOS BLANCOS LINCHARON? Claro, había que darle espacio a los blancos, recordemos que en el esfuerzo emancipatorio estadounidense jugaron un gran rol los abolicionistas blanco, hecho que no sucedió en Haití. Y es que si, todo el mundo tiene derecho a no ser linchado. Ahora hay un problema de racismo, que hacia que a los negros mucho mas frecuentemente se les falte ese derecho. Dirá el negro me articulo con negros porque solo nosotros podemos verbalizar de la manera mas efectiva lo que solo nosotros sufrimos en carne propia. Le dejo al lector de tarea el discutir si era mejor fundar la sociedad contra los linchamientos o la sociedad de ciudadanos negros contra los linchamientos. Ambas tienen merito.
Ahora, la autoridad que emana de la experiencia vivida, la unidad que clama la coyuntura política, es algo que debemos tener en cuenta. Tenemos el movimiento de las mujeres, el de los derechos civiles en EEUU, el de los LGBTIQ+, entre otros. Si estos movimientos desapareciesen las mujeres por ejemplo deben seguir haciendo sus reclamos pero tendrán menos chances de conseguirlos por separado, de ahí que se unan en base a un intereses comunes fruto de una situación similar en base al vinculo que comparten por la experiencia compartido y como por arte de magia, nace de nuevo un movimiento de política identitaria. Y es que si los movimientos políticos en base a identidad no existiesen fuese necesarios crearlos por simples motivos tácticos. Unidos somos mas fuertes. Entiendo que los movimientos deben ser para todo el que quiera, pues en la diversidad celebrada se consolida la fuerza. No obstante, no se debe pedir como dadiva lo que debe otorgarse como derecho y de ahí mi precaución contra el benefactor externo que puede siempre surgir con respecto a los reclamos de reivindicaciones en base a identidad.
Dice Wikipedia en ingles Uno de los objetivos de la política de identidad ha sido que aquellos que se sienten oprimidos y sufren activamente bajo las inequidades sociales sistémicas articulen su sufrimiento y la opresión sentida en términos de su propia experiencia mediante procesos de concienciación y acción colectiva.
Como hijxs, nos dimos cuenta de que éramos diferentes a los niños y que nos trataban de manera diferente; por ejemplo, cuando se nos dijo al mismo tiempo que estuviéramos tranquilos por el simple hecho de ser "parecidos a las damas" y que nos hicieran menos objetables en Los ojos de los blancos. En el proceso de crear conciencia, en realidad compartir la vida, comenzamos a reconocer lo común de nuestras experiencias y, a partir de la conciencia compartida y creciente, a construir una política que cambiará nuestras vidas y terminará inevitablemente con nuestra opresión ... Nosotros date cuenta de que las únicas personas que se preocupan lo suficiente por nosotros para trabajar de manera consistente para nuestra liberación somos nosotros. Nuestra política evoluciona a partir de un amor saludable por nosotros mismos, nuestras hermanas y nuestra comunidad, que nos permite continuar nuestra lucha y nuestro trabajo. Este enfoque en nuestra propia opresión se materializa en el concepto de política de identidad. Creemos que las políticas más profundas y potencialmente más radicales surgen directamente de nuestra propia identidad, en lugar de trabajar para poner fin a la opresión de alguien más. –Zilla Esenstein
Las políticas de identidad, como un modo de categorización, están estrechamente relacionadas con la atribución de que algunos grupos sociales están oprimidos (como las mujeres, las minorías étnicas y las minorías sexuales); es decir, la afirmación de que los individuos que pertenecen a esos grupos son, en virtud de su identidad, más vulnerables a formas de opresión, como el imperialismo cultural, la violencia, la explotación del trabajo, la marginación o la impotencia.
(fin de la cita)
Los movimientos de reclamo en torno a identidad deben existir y deben ser para todo el que quiera, privilegiando a sus protagonistas (dígase a los individuos del colectivo que busca la re indicación). Muy importante también entender que en los movimientos sociales una injuria a unx debe ser considerado una injuria a todos.
Volvamos a lo básico, tomando el movimiento LGBTIQ+ como ejemplo, nuevamente.
¿Se les violan los derechos fundamentales a las personas que no son LGBTIQ+? Si
¿Se les violan los derechos fundamentales a las personas que son LGBTIQ+? Si, también
¡Importante!
¿Se les violan los derechos fundamentales a las personas LGBTIQ+ en virtud de ser LGBTIQ+? Dígase, estadísticamente, sistémicamente, hay derechos que a un individuo se le hubiesen garantizado de no ser LGBTIQ+, pero que su condición de LGBTIQ+ se le impidió?
Pues si, y ahí es que esta el detalle.
Esta misma formula aplica para mujeres, minorías étnicas, minorías lingüísticas, minorías religiosas, entre otras.
¿Estamos dividiendo a las personas cuando hablamos de los derechos para los afrodescendientes y para las mujeres y para las personas LGBTIQ+? No, simplemente admitimos una división social ya existente y pertinente en la realidad. Seria deshonesto, seria wishful thinkinghacer lo contrario.
Ahora, examinemos un caso de la vida real: el desproporcionado acoso de las fuerzas policiales a las parejas del mismo sexo por expresión de afectividad publica, o por verse “pájaro”, o otra….
Algunos dirán que es mejor, “para no dividir a las personas en base a identidad” que el esfuerzo organizador contra estos tiránicos hechos sea en una asociación de lucha contra los abusos policiales que agrupe a TODOS los grupos que de una manera u otra se vean afectados por la brutalidad policial.
A esto respondemos que
a) Las organizaciones LGBTIQ+ pueden llenar el vacío que produce el hecho de que talvez las asociaciones de defensa de derechos civiles en asuntos que involucren abuso policial talvez ‘no hayan llegado ahí” pues es posible que aun se discriminen gays en el sentido de que se invisibilize su lucha o se les de menos voz como una manera de erróneamente talvez ganarse mas apoyo publico. Un approach común en nuestro país de no bregar, o no bregar mucho, con pájaros. Ahí esta el precedente discriminatorio de la Marcha Verde. A veces hay discriminación hasta en las organizaciones buenas, que siempre pueden ser mejores.
b) Supongamos que no, que le darán a la lucha contra los abusos a parejas de mismo sexo la misma importancia que a todas las otras luchas. Hay que recordar que eso no viene de gratis y que la lucha organizada en torno a reinvicidacion por identidad es lo que posibilita eso en primer lugar, estando abiertos claro a la posibilidad de que un ‘filántropo” bien intencionado por educación, cultura, sensibilidad de cualquier índole y hasta circunstancia familiares puede dar esa dadiva. Pero claro, cualquiera de estas variables se ve impactada positivamente por la lucha de la comunidad LGBTIQ+s organizada.
c) Existe el concepto de organizaciones e instituciones amigas en la lucha social, una no quita la otra. “Una injuria a unx es una injuria a todxs” reza el viejo adagio de la izquierda que citamos por segunda vez.
En conclusión, la comunidad LGBTIQ+ organizada autóctona, la comunidad de afrodescendientes autóctona y la comunidad de personas de movilidad limitada organizada autóctona, el movimiento feminista autóctono, entre otras juegan un rol vital en el fortalecimiento de la democracia, la consolidación del desarrollo y la construcción de la institucionalidad en una nación como las nuestra. Por su fruto los conoceréis, dice la Biblia, y yo abogo por el hecho de que el fruto a sido positivo. Ahí esta el cese del acoso policial en el parque Duarte a LGBTIQ+s, por ejemplo. Estos grupos, mas que dividir a la sociedad, la unen de una manera mas sana. Algo es construir “paz” mandando a callar a los otros, y otro fenómeno totalmente diferente es construir paz escuchando todos los puntos de vista y armonizándolos, diseñando un plan de acción factible y contundente.
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