Tuesday, November 25, 2025

RECETA: Carlota Don Ballardo

Carlota Don Ballardo

**FAVOR LEER LA RECETA COMPLETA ANTES, DURANTE Y DESPUES***

Lo que vas a necesitar

  • 2 libras de batata (la amarilla de aquí, o la japonesa)
  • ½ taza de azúcar para  la jalea de batata, ¼ taza de azúcar para el sirope de mandarina.
  • 300 ml de crema de leche Deliciel
  • Sobre 125g Milex Full Cream Milk Powder
  • ½ cucharadita de canela
  • ¼ cucharadita de nuez moscada
  • Pizca de sal
  • 1 cucharada de vainilla dominicana
  • 12 paquetes de Galleta Sandwich Sabor A Vainilla Guarina
  • Sirope de mandarina (más abajo te lo explico)
  • Un par de pasitas pa’ baja’ el “acido viejurico” (use 50g de pasas). 
  • 1 limón persa mediano.


🥔 1. Ablanda la batata

  1. Pela y pica la batata en trozos.
  2. Cúbrela de agua en una olla.
  3. Hiérvela hasta que ablande bien, bien. (me tomo mas o menos 25min)
  4. Reserva el agua.


🥣 2. Haz la crema de batata

  1. Echa la batata hervida en la licuadora. Saca una taza del líquido que no absorbio la batata, si falta completarlo con agua de tomar. 
  2. Agrega:
    • la crema de leche Deliciel
    • la leche en polvo Milex
    • el azúcar (use la prieta)
    • la vainilla (recomiendo dominicana natural organica).
    • la canela en polvo
    • la nuez moscada 
    • la pizca de sal
  1. Licúa hasta que quede como avena fina.
  2. Echa esa mezcla en un caldero a fuego medio–bajo.
  3. Remueve con calma, para que no forme grumos ni se pegue.
  4. Déjalo espesar 20–30 minutos hasta que quede cremoso y firme.


🍊 3. Sirope de mandarina (pa’ que amarre)

Entonces, en lo que se enfría la jalea, vamos a hacer un sirope de mandarina natural. 

  1. Licúa clementinas/mandarinas peladas y sin semillas con azúcar al gusto (use ¼ de taza). No necesite agua. No colé. 
  2. Pon eso al fuego bajito y deja que reduzca hasta ponerse espeso. No más de 60 minutos y es importante a fuego bajo, mediano-bajo a lo sumo. Prueba y si está un pelito amargo o apagado, agrega el jugo de medio limón persa. A según el gusto, la otra mitad puede faltar, como fue mi caso pues a medida que se reduce se recrudece el amargor de la fruta de la pasión.

Eso es to’.


🍪 4. Montaje de la Carlota

Como dicen en los campos:
“Llevenme al paso, que voy de prisa” 

  1. En un pirex, moja las Galletas Sandwich Sabor a Vainilla Guarina vuelta y vuelta en el sirope.
    (No las ahogues, que se rompen).
  2. Pon una capa de galletas.
  3. Cúbrela con la crema de batata.
  4. Otra capa de galletas.
  5. Más crema.
  6. Decora con:
    • un chin de sirope por arriba
    • pasitas
    • la cáscara de mandarina en cruz si quieres ponerte fino (pero si haces esto, deja que repose 30 minutos en agua a temperatura ambiente, para que no bote un agrio desagradable en la jalea “acarloteada” ja ja. Por igual, ¡puedes reservar unas cuantas galletas para colocar “artisticamente” ja ja!

Un consejo: puede ser una sola capa de galletas aliñadas en sirope de mandarina en la base cubiertas de la jalea de batata si usted no quiere un dulce tan complejo. Como mi pirex resulto ser muy grande para la cantidad de capas que quería, use ese recurso sin problema porque tó e’ pa’ dentro que va como quiera jaja. 


❄️ 5. Déjala coger frío

Métela en la nevera mínimo 6 horas, pero si la dejas de un día pa’ otro,
queda como debe ser: seria y bien amarrada.


Resultado final

Una carlota criolla con alma campesina,
pero con ese toque que el capitaleño dice:

“Óyeme, pero… ¿y quién te enseñó a cocinar así?”.


Y la respuesta siempre es la misma, desde pequeño, mi padre Mario Napito alias “La percha”. Un hombre al que adoro. Desde pequeño, me enseñó los fundamentos de la cocina al ver que compartía una pasión por la gastronomía interconectada a la diplomacia, la amistad, la historia y hasta la ecología. 

Es muy bonita la cocina… Buscar cocinar, o armar “experiencias” sanas y sostenibles. De la cocina se aprende de todo, por ejemplo hoy aprendí que “la capital del citrico es Hato Mayor” buscándole nombre a lo que decidi hacer.

Este plato nace fruto de mi afán por innovar, de manera respetuossa con los mejores valores de nuestros abuelos, el postre dominicano, y la gastronomía nuestroamericana en general. Ya he hablado de mis fabadas dominicanas con aji cubanela y mis locrios de sardinas “5 minutos”. Los domplines con salchichas alemanas guisadas son otros quinientos… 

Pero, en fin, invite a unos misioneros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias recien llegados al país a comer sancocho, si todavía no lo habían probado, queriendo tener un gesto de hospitalidad. Cogí mapuey pensando que era ñame cuando “intuitivamente” escogía los viveres (me entere en la caja, cuando me despacharon), pues cada sancocho que hago es unico…

Y el postre iba a ser un majarete, pero un hermano me comentó que quería probar el majarete, pues es azuano y a los sureños les gusta mucho el maiz. Es entonces que decidí hacerle a los misioneros una jalea de batata para acompañar el paradigmatico plato del pueblo cristiano más antiguo de América, para que el hermano azuano pueda probar el majarete en otra ocasión.

Y no sabía que “giro americano respetuoso” le iba a dar al asunto. Pense hacer unas trufas de oreo de vainilla de chocolate blanco rellenas de jalea de batata. Pero seguí buscando ideas, para trabajar el postre dominicano con las galletas de ese tipo, y fue ahi que me di cuenta que tambien podía hacer una carlota de jalea de batata. Pero entonces, como obvio microbio que no iba a tener alcohol, me puse a darle mente a que iba a usar para aliñar las galletas. Y sentí, poeticamente hablando, a las mandarinas pidiendo bailar en ese lienzo culinario. Y obedecí a mi musa.


Me gustó mucho. Se los recomiendo. ¡Vale la pena! 


Quize bautizar esta creación con el nombre de Carlota Don Ballardo pues la capital del citrico esta en el este del país, y la mayoría de la batata dominicana para mercado interno viene de San Juan de la Maguana. Me pregunte que figura dominicana tiene vinculos fuertes tanto con el Sur como con el Este, y de inmediato dije: conchale, tiene que ser mi abuelo, macorisano de ascendencia banileja casado con barahonera. Es cuanto. 





Friday, November 21, 2025

Un estado confesional coherente

 Versión preliminar para comentarios

Un estado confesional coherente



    El jurista Doctor Manuel Miranda, descendiente de varios ilustres varones, siempre fiel a sus ideas y convicciones, fidelidad cuyo reiteramiento de mi apreciación entiendo no es suficiente reciprocidad por parte de nuestro medio, pero "mi sabana no da para más", en referencia a la sentencia que permite que ciudadanos no-heterosexuales sirvan a la patria, mi patria natal, la dominicana como le llamamos hoy, desde las Fuerzas Armadas, dijo lo siguiente (cita textual): “Como abogado estoy en el deber de afirmar que es correcta esta decisión… No se puede discriminar a las personas de empleos, ascensos por el simple hecho de ser ‘pájaro’.” [Fin de la cita].


    Me veo justificado al expresar exactamente lo mismo, si bien es cierto prefiero trabajar la diversidad sexoafectiva desde el concepto del individuo cuya preferencia y/u orientacion sexoafectiva no es predominantemente heterosexual al punto que dicha condición constituya una característica o condición inherente de su persona que, al igual que discapacidades como el TEPT y lo que desde las ideas afirmativas de la neurodivergencia han sido consideradas “diferencias de atención” patologizadas como trastornos, que bien pueden serlo tambien, pues es menester recordar que “TDAH” puede ser un cerebro diferente, asi como por igual una patología no-innata por exceso de consumo de alimentos ultraprocesados y falta de hábitos ademas de ambientes sanos. 



        Me gusta mucho, por lo regular, el lenguaje que emplean los instrumentos que sostienen nuestro marco legal-juridico, o que deben “en teoría” (digo “en teoria” vista la descolonización de la justicia como tarea pendiente de completar muy importante”). Nuestra constitución consagra que el Estado dominicano velará por el bienestar común e informo, pues valoro mucho la jurisprudencia dominicana, siendo la jurisprudencia algo que valoro (serán yanquisadas mias, pero sigo viéndole sentido al cumplimiento de normas, los pilgrims firmaron un acuerdo sobre como iba a funcionar Plymouth antes de llegar a tierra; hombre precavido vale por dos y reglas claras equivalen corazón contento) porque me gusta renovar en vez de “tumbar y hacer otra vez” si no es necesario, informado por mis convicciones medioambientalistas surgidas desde el proyecto de la ecosicología radical de Fisher, que a su vez se informan de documentos eclesiásticos de alto nivel como la encíclica papal de Francisco, de feliz recuerdo, (y los materiales son muy caros, encima de, el “right to repair” nos conviene a todos; no se porque una licuadora antes duraba mas de 20 años, y hoy algunas son “semi-desechables”). 


        Es Entonces que veo al  segundo considerando de la ley de discapacidad 5-13 promulgada por el aquel entonces Presidente Danilo Medina Sanchez que dice que "el concepto ¨discapacidad¨ evoluciona y resulta de la interacción entre una persona con una deficiencia física, psíquica y/o sensorial y las barreras medioambientales y de actitudes que le impone su entorno físico y social que impiden su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás"


    

        Y es ahí donde considero, tras un vistazo breve, pues doy vistazos seguidos, que el Estado actúa en plena consonancia con enseñanzas magisteriales de alto nivel y el Concordato entre la Santa Sede y el Estado Dominicano. Aun reconociendo que parte del liderazgo de la Iglesia Católica dominicana ha expresado reservas sobre la sentencia, ofrezco aquí mi acatamiento moral ad intra mediante la siguiente afirmación: 'En fidelidad al Magisterio del Santo Padre, afirmo la distinción entre moral cristiana y legislación civil como camino prudente para la Iglesia'



    No quiero hablar sobre las disfunciones sistemicas que como país, como la Gran Familia Dominicana, la suma de todas las familias extendidas asi como “residentes permanentes de confianza” de este pueblo, el pueblo cristiano mas antigüo de América, presentamos, pero quiero felicitar y agradecer al pueblo dominicana, hoy liderado desde el Poder Ejecutivo por la Administración Abinader, porque he clamado, y creo que hasta bramado, con ‘Bastas yas” via los medios de diseminación masiva que empleo como Blogger, X, Facebook, LinkedIn y Youtube, e implorado a todos los actores medidas coherentes por la dignidad, siendo solo un humilde servidor que, puede tener todo lo malo en el mundo, pero cuido mi reputación movido por la convicción de que la defensa del honor via el cumplimiento del deber (principalmente, porque Jesus esta mirando, y no deja de haber un calculo utilitario de que la palabra vale, y cuido la mía, porque las cosas de valor son cosas que debemos cuidar los que aspiramos a crecer y construir sobre lo legado en vez de destruir lo mismo). 



    Me he sentido escuchado, me sentía en ocasiones Fray Anton de Montesinos clamando en el desierto, mas la isla cuya desertificacion hay que revertir via ,por ejemplo, reforestacion coralina, parece que la siembra de este humilde labrador ha prendido algo: veo gremios patronales, altas instancias gubernamentales, actores de peso de la sociedad civil haciendo un esfuerzo por practicar el cambio de mente y corazon al mejor estilo de la metanoia estoica. 



        Decía Bosch que el pueblo dominicano sabe quien es su amigo y su enemigo. Cada cabeza es un mundo, pero si seguimos asi como vamos, creo hay suficiente metanoia para practicar mas el discernimiento moral con el uso del sentido común que Voltaire (cuyas ideas , quien cumple años un dia como hoy al igua que yo, quien hoy le pide a Dios salud y longevidad para servir mas a las mejores causas de la humanidad de la mejor manera posible, dijo no es tan común. 



            Y es ahi que cito al Dr. Stiglitz, premio Nobel de economia, que textualmente aludió a la economia de los Estados Unidos de Norteamérica pero creo que puedo honrar su intención afirmando que “El sector financiero se ha convertido en el principal rentista de nuestras economías”, siendo el rentista el que se lucra de una manera divorciada del valor que produce. Creo que muchas disputas esteriles que nos han traumado a muchos y causado muchas heridas, y mas a los dominicanos porque el que no coje caco coje cocotazos, se deben a esos individuos que operan via mecanismos sofisticados para obtener dinero sin trabajar. 


            Dominicano, ¡abre los ojos! ¡Tu enemigo es el rentista! ¡Y te quiere ver en el hoyo! ¡No cree en Dios, cree en el dinero! ¿Es defectuosa su alma? ¡Algunos dicen que no son del todo humanos! Visto como Chavez, en broma, aludio a eso, porque si son humanos, concho, como que no lo parece, cito al Libertador de la Gran Colombia Don Simón Bolivar: “La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”. 



        Queria contextualizar porque El Libertador Simón Bolivar le escribió eso al primer presidente de la República del Ecuador cuando se fragmentó La Gran Colombia. Bolivar dice que la unidad de nuestros pueblos esta decretada, y le tomo la palabra porque en la palabra de Dios, en el Libro del Apocalipsis, tradicionalmente ha predominado en la historia cristiana la idea de que debemos tener fe en la victoria del bien sobre el mal, y la unidad de los buenos es menester para dar una buena lucha en la batalla que require la misma. 




Sunday, November 16, 2025

El Orden que Abre Camino: Juventud, Justicia y la Ley que Separa la Luz de la Sombra.

El Orden que Abre Camino: Juventud, Justicia y la Ley que Separa la Luz de la Sombra

            En tiempos antiguos se decía que la ley era una especie de viento claro: no gritaba, no buscaba protagonismo, pero tenía la fuerza suficiente para mover todo lo que estaba estancado. Hoy, en nuestras calles llenas de desafíos y esperanzas, necesitamos ese mismo impulso. No violencia, sino precisión. No dureza, sino claridad. Una autoridad capaz de cortar lo que estorba y dejar el camino limpio.



            La juventud dominicana lo siente en carne propia. Según los datos recientes, muchos viven entre la ilusión y la inquietud. La satisfacción personal no compensa la frustración económica, ni el deseo de oportunidades que parecen escasas. Que un 62% piense en emigrar habla de un país que necesita orden justo, transparente, confiable. No un orden ceremonial, sino uno que se vea, que se sienta, que funcione.



            Por eso es importante recordar que el imperio de la ley no es un castigo: es una guía. Cumplirla es honrar la verdad. Hacerla cumplir es proteger lo que es correcto. La vida urbana, con sus presiones y ritmos rápidos, exige decisiones claras, procesos limpios y una justicia que no pierda tiempo entre excusas, favores y atajos. Cuando el sistema falla, la gente se cansa. Y cuando la gente se cansa, busca soluciones extremas. No por maldad, sino por sobrevivencia.



            Es aquí donde entra la necesidad de descolonizar el poder judicial. No se trata de romper, sino de depurar. De separar lo esencial de lo inútil. De cortar viejas dependencias, viejas prácticas, viejos miedos. La justicia no puede seguir atrapada en tradiciones que ya no responden al presente. No puede estar atada a intereses particulares ni funcionar como si el país fuera el mismo de hace 40 años. La justicia tiene que respirar. Y para respirar, necesita soltar peso.



            La tecnología puede ayudar en ese proceso. No como adorno moderno, sino como herramienta espiritual de claridad: expedientes digitales, trazabilidad procesal, sistemas de verificación pública, auditorías automáticas, plataformas que no dejan sitio para la confusión ni para la manipulación. En un mundo donde todo se mueve rápido, la transparencia también tiene que moverse rápido. Donde la ley no llega, llega la duda. Y la duda desgasta.



            Yo, quien ya fue recibido dentro de las filas del PLD, más aún no juramentado dentro del mismo, me encuentro precisamente en ese punto entre lo viejo y lo nuevo. En un partido que prepara una elección gremial importante, pero también en un país que pide un tipo distinto de liderazgo: silencioso, firme, limpio. No es cuestión de fuerza, sino de enfoque. De saber qué cortar, qué conservar y qué hacer crecer.



            Porque un país ordenado no es el que castiga más, sino el que aclara más.
Un país justo no es el que grita su autoridad, sino el que la demuestra.
Y cuando la claridad entra, la sombra se aparta sola.



EN LA HECHURA DE ESTA ENTRADA SE EMPLEO LA IA GENERATIVA


Saturday, November 8, 2025

El electorado incoherente

 El electorado incoherente.

En la República Dominicana, el ciudadano promedio exige políticos honestos, preparados y desinteresados. Pero, al mismo tiempo, rechaza que esos políticos cobren por su trabajo, pide que tengan una profesión paralela, y se opone al financiamiento público de los partidos.
Esa contradicción revela una profunda incoherencia cultural: queremos buena política, pero negamos las condiciones mínimas para que exista.

Una herencia de desconfianza

Durante siglos, el poder político dominicano ha sido asociado, y no del todo injustificadamente, como un medio de enriquecimiento personal ilicito, no de servicio público. Desde Colón hasta los gobiernos clientelistas de hoy, pasando por los de antaño, la política se entendió como botín.
Por eso, muchos dominicanos aún ven el salario de un funcionario no como un pago justo, sino como una recompensa ilegítima. En el imaginario colectivo, “el político que cobra” es sinónimo de “el político que roba”.

El resentimiento como ideología

Existe, además, un componente emocional: una mezcla de resentimiento y venganza simbólica hacia la clase dirigente. Como el sistema parece amañado, y de hecho lo esta, y las oportunidades siguen siendo desiguales, la meritocracia conquista pendiente, se castiga al político exigiéndole sacrificio.

“Que no cobren”, “que trabajen por amor al pueblo” —frases que suenan justas, pero que en realidad son un reflejo del dolor social acumulado. Esa lógica solo favorece a los que ya tienen dinero privado detrás: los empresarios, los herederos, los “vivos”.

El espejismo del populismo

El populismo se alimenta de esa confusión. Promete “acabar con los privilegios” sin explicar que eliminar sueldos o financiamiento público abre la puerta al dinero sucio y a los intereses privados.
Sin financiamiento público, la política no se limpia: se privatiza.
Y un político que no depende del Estado, depende de alguien más.

Comparto plenamente que servir es un privilegio, como bien se ha dicho, la gente no tiene derecho “a ser elegida”, sino a “aspirar a ser elegida”. Es menester eliminar privilegios espurios, como reza el logo del partido de Balaguer: ni injusticias ni privilegios. No hay pero que valga, más no deja de ser cierto que el politico que depende se su empresa privada bienhabida, de otro empleo, o de su bufete de abogados es tan problemático como el funcionario que gana tres millones de pesos mensuales con derecho a pensión vitalicia tras 90 dias de ejercicio. ¡Todo está en el equilibrio! 

Sin instituciones, no hay ética

El fondo del problema es institucional.
En nuestra cultura, se confía en “el hombre” antes que en “el sistema”. Queremos un líder mesiánico que nos salve, pero desconfiamos de las estructuras que profesionalizan la política.
Sin embargo, ningún país serio se construye con héroes voluntarios, sino con instituciones que garanticen transparencia, control y estabilidad. Un político debe ser un profesional del Estado, no un benefactor ocasional.

El ciclo del cinismo

La consecuencia es un círculo vicioso:
desconfío de los políticos → no quiero pagarles → solo los corruptos pueden entrar → confirmo que todos son corruptos → sigo desconfiando.
Ese cinismo, que parece lucidez, termina saboteando los valores que deben predominar en una democracia sólida desde adentro.

Conclusión

La política es un oficio.
Requiere formación, tiempo y compromiso, igual que la medicina, la abogacía, la ingeniería, el periodismo y la docencia. Pretender que se haga gratis o a medio tiempo es condenarla a la mediocridad y al chantaje económico.
Mientras el electorado no entienda que la política cuesta dinero, pero la corrupción cuesta mucho más, seguiremos repitiendo el mismo error: exigir milagros en un sistema diseñado para impedirlos.