Thursday, September 26, 2019

Cambiando la realidad

Hoy Jueves 26 contemple una escena mientras estaba varado con música puesta en un ligero tapón. Sentí mucha tristeza tras presenciarla. Les cuento. 

Estaba yo allí, escuchando canciones algo viejas de cuando estaba en el colegio. Un niño de tez oscura y vestido de harapos caminaba medio ausente entre los humeantes vehículos vendiendo aguacates. Talvez era haitiano, talvez era dominicano. 

Le comento al chofer que mi madre a veces facilita para mi uso que ese niño debería estar en el colegio. Admito desconocimiento, por ahora, de que dirían las leyes nacionales y los tratados ratificados por el país, así como las recomendaciones de los organismos internacionales, sobre lo mismo. Desconozco por igual si existe la modalidad de tandas nocturnas o algo por el estilo para niños que trabajen durante el día. 

En ese breve minute, tal vez dos, me percato por igual que a mi derecha hay un minibús con estudiantes que por su uniforme identifique como de un prestigioso colegio privado de aquí, de la capital. Eran de tez clara en su mayoría, como es común en la RD. Que los tradicionalmente muy ricos sean algunos tonos mas claros que los tradicionalmente muy pobres. 

Ahí es, entonces, cuando sentí tristeza. Creo que es una escena que entristecería a cualquiera. Hay quienes dicen que el que es rico es porque trabaja o trabajó mas, y que el que es pobre es porque es “vago” o trabajo menos. Pudiéramos continuar este articulo hablando de mas cosas: la naturaleza de la herencia, la acumulación original de capital por desposesión, factores que perpetúan a gente trabajadora en la pobreza, No obstante eso, entiendo que para el propósito de este articulo es suficiente con decir que creo que escenas como la que presencia hoy atestiguan a la realidad de que algo anda mal no solo en nuestro país sino en el mundo entero. ¿Que hacer, camaradas, hermanos y hermanas? 

Hoy Jueves 26 contemple una escena mientras estaba varado con música puesta en un ligero tapón. Sentí mucha tristeza tras presenciarla. Les cuento. 

Estaba yo allí, escuchando canciones algo viejas de cuando estaba en el colegio. Un niño de tez oscura y vestido de harapos caminaba medio ausente entre los humeantes vehículos vendiendo aguacates. Talvez era haitiano, talvez era dominicano. 

Le comento al chofer que mi madre a veces facilita para mi uso que ese niño debería estar en el colegio. Admito desconocimiento, por ahora, de que dirían las leyes nacionales y los tratados ratificados por el país, así como las recomendaciones de los organismos internacionales, sobre lo mismo. Desconozco por igual si existe la modalidad de tandas nocturnas o algo por el estilo para niños que trabajen durante el día. 

En ese breve minute, tal vez dos, me percato por igual que a mi derecha hay un minibús con estudiantes que por su uniforme identifique como de un prestigioso colegio privado de aquí, de la capital. Eran de tez clara en su mayoría, como es común en la RD. Que los tradicionalmente muy ricos sean algunos tonos mas claros que los tradicionalmente muy pobres. 

Ahí es, entonces, cuando sentí tristeza. Creo que es una escena que entristecería a cualquiera. Hay quienes dicen que el que es rico es porque trabaja o trabajó mas, y que el que es pobre es porque es “vago” o trabajo menos. Pudiéramos continuar este articulo hablando de mas cosas: la naturaleza de la herencia, la acumulación original de capital por desposesión, factores que perpetúan a gente trabajadora en la pobreza, No obstante eso, entiendo que para el propósito de este articulo es suficiente con decir que creo que escenas como la que presencia hoy atestiguan a la realidad de que algo anda mal no solo en nuestro país sino en el mundo entero. ¿Que hacer, camaradas, hermanos y hermanas? 

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