Friday, January 27, 2023

Soluciones para que los buenos partidos emergentes aumenten sus ganancias electorales...

 Incluyo al ala izquierda del PRM en este escrito. El otro día dije que el PRM apoyaba una ley de fideicomisos públicos, y no es así. Hay dentro del Partido Revolucionario gente que no apoya eso. Yo mismo me considero, en un sentido, dirigente externo del PRM y comulgo con su ala de centroizquierda. Hay exponentes como Ramon Alburquerque, a quien cito aunque difiero en algunas áreas con él (por ejemplo: sector salud).

Pero bueno, se ha hablado mucho sobre las izquierdas y los triunfos electorales. A nivel regional está pasando, pero quedan 3 gobiernos de “derecha tradicional” en la región que son Costa Rica, Panamá y República Dominicana.

Hay una nueva marea rosa, que es cuando la región giro a la izquierda con el triunfo de Hugo Chavez y otros líderes. Esta nueva marea puede durar tanto o tan poco como se lo proponga. Tiene diferencias con la primera y eso hay que tomarlo en cuenta. Por ejemplo: un aumento de la influencia chino que puede subsidiar con mecanismos hasta legales (como préstamos a bajos intereses que resuelvan la precaria situación de los ciudadanos) a los gobiernos más afines a Pekín, un Putin mucho más consolidado, personas diferentes han entrado, salido, y entrado y salido de clase media en A.L y eso reconfigura el escenario política en cuanto a -entre otros fenómenos- propensidad a dádivas durante las elecciones y voluntad de movilización por causas.

¿Hay que para entender la América Latina entender la clase media? Sugiero que si, porque dicen el Banco Mundial y la ONU que ha crecido. ¿Que es la clase media? Algunos dirán media-media en RD es 3500 dólares mensuales. Clase media puede significar muchas cosas. Un sueño, necesidad de trabajar mucho pero poder disfrutar algunos de los chelitos, vivir como pobre pero viajar y comer como rico (lo que evoca el tradicional prejuicio de que el dominicano es allantoso, vive mal y proyecta lo contrario con posesiones). También, ser clase media implica estar a punto de pasar a rico -al menos los nietos- o por el contrario, estar a punto de pasar a pobre.

He ahí una primera explicación de una traba para la izquierda en la región. El miedo, en el caso de mi país República Dominicana, es tan importante que una de las consignas que invocó el “demócrata revolucionario” Juan Bosch en 1962 para su campaña fue “hay que vencer el miedo”.

El miedo no es solo al cambio, a que la izquierda lo haga peor, fruto de propaganda a veces originada en el interior del poder estadounidense (eje: Kissinger y Allende, 1973, plan de desestabilización o “guerra” económica). Es también a la represión, a veces brutal, a veces sutil, de los remanentes dictatoriales que predominan en democracias recientes como las latinoamericanas.

Me refiero también al hastío. Si la izquierda no da resultados valiosos, se hastiará la gente. Puede haber voto castigo, que es cuando se vota en contra de un candidato mas que necesariamente a favor del que le marcamos la cara con una cruz.

Tenemos como factores que impiden que la izquierda y la centroizquierda asciendan: miedo,  hastío, y tenemos divisiones en el seno de las izquierdas. Intranacionales, regionales, globales. Eso hay que resolverlo. Dice una frase popular, recogida por primera vez en la Biblia, una casa dividida no prospera. Chavez, quien tiene liderazgo para muchos en la izquierda todavía, evocaba eso en sus discursos. Dijo  “Unidad, Lucha, Batalla y Victoria”.

Hay cosas en las cuales no estamos de acuerdo. Tenemos la división entre la izquierda pro-Estados Unidos y la Pro-RusaChina. ¿Porque no enfocarnos en mecanismos de integración regional, los cuerpos creados para promover nuestro bien y unidad con trabajo en equipo, que nos proporcionen soluciones?. En cuatro años, puede ser realidad El Banco del Sur. Detestaría que eso se quede solo en una idea. Quizás con un 49% de participación privada que pueda incluir al ciudadano común, se agilice la idea. Las cadenas noticiosas como TeleSUR y las que estén comprometidas con el desarrollo de sus países deberían hacer más para promover la idea. Creo debería priorizar préstamos a productores, ahí matamos dos pájaros de un tiro: soberanía alimentaria (sin producción no hay nación) con soberanía financiera. Es importante que los socioconservadores apoyen la idea, el Banco del Sur también puede mitigar causas de su descontento como la inseguridad ciudadana y promover educación en valores cívicos.


En el caso dominicano, considero urgente la movilización y organización orientada a aumentar la cantidad de dinero que le da la Junta Central Electoral a los partidos emergentes. Sin embargo, aquí hay un dilema. Si hacen más de lo mismo cómo usar el dinero para comprar votos (testimonios abundan sobre lo común que es eso en la sociedad dominicana), alejan a una parte de los que votó por ellos. Pero si no lo hacen, los “tradicionales” lo harán y hay dominicanos necesarios para ganar que todavía no tienen suficiente conciencia para hacer lo contrario.

 ¿Será que en la política todo el mundo está predestinado a quedar mal con al menos algunos sectores? Dicen que el arte del poder es saber que sectores apoyar y cuáles no. Saber elegir amigos y enemigos. Por eso me veo obligado a decir, desde la psicología del inconsciente (memorias y fuerzas que están en nuestra mente, pero no las vemos siempre), que a la izquierda tampoco le ha llegado su tiempo, o le está llegando. Porque, ¿ha tirado para adelante o para atrás la izquierda dominicana del 1961 hasta hoy? Tienen representantes e influyen en el discurso. Hay menos abuso por la política y la izquierda jugó su rol en esa conquista. ¿O no son las conquistas de la izquierda en la sociedad civil también triunfos, si bien no electorales directos? Hablo de ejemplos como la fundación y persona del entre otras cosas activista antipobreza además de proecología Rogelio Cruz? Recuerdo también que el Dr. Servio Tulio Castaños, activista proinstitucionalidad, me defendió en mi adolescencia el plan de impuestos progresivos de Barack Obama durante un casual encuentro.

Cierro diciendo que quiero una patria, que bien puede ser la Patria Grande de América Latina (sin ignorar mi vena paneuropea) con menos crimen, menor costo de la vida, más innovación tecnológica, mejor récord medioambiental, mejores índices de salud y educación y mejor empleo.

También, es importante y posible aumentar la transparencia vía los checks and balances. Evitar que las instituciones escriban sus propias reglas, que sea una persona o grupo imparcial que las determine y vela por su cumplimiento. Y mejorar el régimen de consecuencias, cosa que prudentemente se puede hacer en 4 años. Propongo ampliar el número de jueces (pueden darse beneficios horarios), auditoría a los jueces para que no compren y vendan la justicia y más ciberaudiencias para aumentar el acceso a la justicia porque con esta crisis en la que estamos a veces algunos no tienen ni para el pasaje. También, hay que aumentar el número de abogados pagados por el estado para los que no pueden pagar abogados. El dinero puede salir de impuestos progresivos a la justicia, por ejemplo en los ámbitos que son el derecho corporativo y el derecho financiero.


Todo luce estar entre Luis y Leonel para él 2024. En alusión a ese sueño que acabo de mencionar sobre la mejor patria,, ¿Será que lo mejor a lo que podemos aspirar los de izquierda y centroizquierda para el 2024 sea alianzas no solo para ganar sino también para gobernar?

Alianzas con compromisos de ideas para ejecutar, no solo para repartir empleos y cargos. Y claro, seguir yendo a donde los partidos no llegan. Históricamente, en la sociedad civil (clubes, iglesias, fundaciones, ONGs) ha habido debilidad en su lucha por una mejor nación porque los partidos llegaban ahí. Es importante identificar dónde los partidos tradicionalmente no han llegado y empezar a llegar ahí. Ejemplos: algunas comunidades y algunos activismos. No son muchos esos espacios en nuestro país, pero los hay y pueden valer muchísimo a nivel político en cuanto al poder que dan. Pronto me expondré a los textos de Liriano y de Valentín sobre los movimientos sociales, espero nutrir mi análisis con esas lecturas.

Les dejo con una pregunta: ¿Hay en la RD auténticos partidos políticos emergentes de centro? 


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