Wednesday, January 24, 2024

¡Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante!

¡Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante!


 Hebreos 12:1-2 (RV2009) Por tanto, nosotros también, teniendo a nuestro alrededor tan gran nube de testigos, dejemos a un lado todo peso y pecado que nos rodea, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador  de la fe, quien, por el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.


Estaba este versículo de la Biblia, del Nuevo Testamento, en la pizarra de uno de los líderes y autoridades de la Iglesia que me presentaron hoy, en el terreno sacro o hallowed ground, del templo que unos hermanos y amigos de la Iglesia que estoy asistiendo, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias, o mejor dicho, las reuniones sacramentales de la Iglesia cuyos servicios estoy asistiendo, porque la Iglesia no es el edificio, esa es la capilla.


Una hermana quería regalarme una Biblia, porque quería la versión SUD en físico, aunque ya la tenia en Kindle “por si acaso” y porque cuesta poco en Amazon.com, solo un par de dólares todo el texto de las escrituras con los cross-references, o referencias cruzadas y la guía de estudio de las escrituras util que publica la Iglesia junto al texto de las Sagradas Escrituras que “los mormones” aceptamos como canónicos en nuestro canon abierto, siendo la última modificación hace unas décadas ya, cuando se añadió la revelación de que el color de piel o la raza ya no debía ser impedimento para acceder al sacerdocio aaronico o de Melquisdec. 


Sentí inmensamente la presencia de Dios en el templo. Ya algunos hermanos me habían dicho que así sería. Sentí que Dios quería, que nuestro amoroso padre celestial y eterno, quería que meditara en lo que significa la reverencia que debemos tenerle. Sentí que no me quería sin autorización del Obispo en ciertas partes del templo, a según las normas de la Iglesia, de su Iglesia restaurada con la plenitud del evangelio, al menos a según mi opinión y los dictados de mi propia conciencia entiendo yo que iluminada por el Espíritu Santo de Dios que quizás era el mismo de los paganos. Creo que también es el mismo que me concedió glossolalia, o el don de hablar en lenguas angelicales, en una de las asambleas de la renovación carismática católica de la casa de la anunciación: la Asamblea de Vida en el Espíritu. Qué recuerdo tan grato…Fue ese uno de los momentos más gratos de mi vida como católico, místico y buscador de Dios sincero. Es y constituye otro hito cuando se me concedió mi testimonio del Libro de Mormón y su veracidad: cuando ardió mi corazón tras preguntarle a Dios si esas palabras eran ciertas, las palabras de aquel libro que encontré en una habitación de un Hotel Hilton (Hilton es “mormón”). Por cierto, agrego que pongo “mormón” entre comillas porque la Iglesia de manera oficial, y muchos creyentes también quizás, discourages its use, desincentiva su uso por su pasado, entre otras razones que a mi, y a muchos entiendo también, trasciende. Queremos enfatizar más la figura de Jesucristo, de Jesus, el Cristo, ben Nazzer, hijo de Nazareth, el ungido…Sin en ningún sentido sacar de su justo lugar al profeta Mormón, así se llama uno de los hombres del Libro de Mormón que habitó en América a según una interpretación literal en un sentido del Libro de Mormón.


Mi corazón ardió cuando le pregunté a Dios mi Padre, eterno y celestial, si esas palabras eran ciertas. Si yo escribo un disparate y le digo a la gente: ¡Pregúntenle en oración al Dios cristiano si son ciertas y su corazón arderá!, ¿pasaría? Food for thought, cosas que pensar. Es por eso, entre otros motivos, que he decidido aceptar la ordenanza del Bautismo en manos de un portador del sacerdocio de Melquisedec.  


Y sin embargo, tengo una confesión. Quizás confesión no sea la palabra indicada, ya que confesión implica el compartir un hecho vergonzoso y a mi no me da vergüenza decirlo. Quizás soy un sinverguenza vagabundo jaja, ¡yo prefiero pensar en mi como un buscador sui generis del cristianismo y de todas las religiones!


Pero helo ahi, lo confieso, lo digo, como ustedes prefieran etiquetar la acción, lo comparto: ¡A veces quisiera que Dios no existiera! ¡A veces quisiera que Jose Smith Jr no fuera un profeta de verdad, para seguir vagabundeando y politiqueando en una iglesia chilling kukika (urbanismo que significa Algo que da a parecer lo que en verdad no lo es)! 


¿Y porque? Sencillo. La respuesta esta en la misma palabra, en el Nuevo Testamento: 1 de Corintios 15 dice que si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Agrego yo que si nuestra fe es mentira, podemos pasar a la exoneración de la responsabilidad del hombre. Y podre decirle a mi alma, como el rico de Lucas 12, ​​Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Mas dice el Rey Salomón, a quien de manera tradicional se le atribuye el libro de los proverbios: El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. Y yo no quiero ser bruto… Por eso me refugio en Hebreos 12: corramos con paciencia.


Escucho reggaeton mientras escribo esto y estudió teología; en el espíritu de Francis Schaeffer, a quien quizás malinterpreto, no rehuyo de la cultura popular, I embrace it and deal with it. La acogo e interactuo con ella, por los motivos, o al menos amparandome en los motivos que el cito: relevancia para el evangelismo, ver lo bueno en todo hecho por el hombre cuya creatividad refleja a su creador, siendo el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios. Ademas, sostengo estamos llamados a transformar al mundo los creyentes, y hay que conocer al mundo para cambiarlo. Lo dice Sun Tzu, conocete a ti mismo y al campo de batalla y ganaras todas las batallas. Para “cristianizar” a Sun Tzu, diría que el creyente debe, a mi juicio, reconocerse (lo cual abarca conocerse) como hijo de Dios hecho a su imagen y semejanza ademas de conocer al mundo via la cultura popular. Ademas, admito son pegajosos los ritmos. Tan pegajosos como la adicción a la nicotina contra la cual lucho para seguir la palabra de sabiduría, una revelación dada a Jose Smith el profeta en la cual se prohibe el uso del tabaco junto al cafe (bebidas calientes) y el alcohol. Estoy hablando con mi medico para diseñar un buen plan de desmonte de nicotina, ¡porque quiero cumplir con la palabra de Sabiduría! Y no solo por las bendiciones que Dios promete, sino porque quiero conocerlo mejor a El que es la verdad y vive y reina. Sentí su presencia en el templo, y eso que ni pase al salon celestial (no puedo sin autorización del obispo de mi Barrio -como le llamamos a las capillas, es el barrio parte de la estaca, siendo el equivalente de una estaca para los católicos romanos, de tradición romana, la diócesis si mal no recuerdo las lecciones sobre nuestra organización eclesiástica en la Iglesia de JESUCRISTO de los Santos de los Ultimos Dias).


Es el arrepentimiento un proceso. Le pido y le he pedido a Dios la gracia del arrepentimiento. Pero se debo tener paciencia, como me recordó el versículo en la pizarra del líder y autoridad de la Iglesia que conocí. 


Las bendiciones, me enseño un obispo amigo y hermano, citando a un apóstol de nuestra Iglesia, o al menos de la Iglesia que podré llamar nuestra tras mi bautismo el 10 de febrero a las 6pm en Calle El Retiro 6 (¡están invitados!, dare mi testimonio), a veces llegan de una vez, a veces en el futuro, y a veces en la vida que viene.


Les comparto algo que me pareció milagroso: sucede que no estoy generando ingreso y agende reunión con el Obispo para ver como funciona la ley del diezmo económico en mi caso. Llegue temprano, y ahi mismo paso un amigo que me diligenció una entrega de Curriculum en un area que amo: la docencia. ¿Coincidencia? No creo. Saque espacio y tiempo para ver como puedo ser mejor creyente en cuanto a lo económico y el diezmo, y el señor dispuso que a esa hora y en ese lugar, me tropezaría con ese antiguo amigo. Reclamo las bendiciones, ¡pero no pensé que vendría tan rápido! Incluso si no obtengo una plaza de trabajo en ese lugar, creo que Dios a veces nos habla con símbolos y gestos, y para mi ese fue uno. Creo que Dios me dijo: estoy complacido con el deseo de tu corazón de diezmar, mira ahi y estate tranquilo que yo te dare los medios para diezmar. 


Corro con paciencia la carrera. La hermana que me llevo a conocer el templo y me regalo una bella Biblia, yo que ahora estoy haciendo habito del escudriñar las escrituras, me dijo cuando dije que esa parte de la cita Bíblica “¡Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante!” estaba digna del titulo de un libro devocional. Me dijo debía escribirlo. Reí y le dije que quizás, si mal no recuerdo, escriba un post para mi blog. Aquí esta. Espero sea faith-promoting, que promueva la fe. 

Jesus, su advenimiento cambio el mundo, su ministerio arrodilla hombres poderosos mas de dos mil años después, su evangelio restaurado me asombra, sin con decir esto querer desmeritar la Verdad que encontramos en otras Iglesias o denominaciones y Religiones. Pero puedo testificar varias cosas: que algo poderoso sentí en el templo, que el Libro de Mormón es especial, que no es un libro común y corriente. Y testifico también que soy un hombre falible.


Soy un hombre falible. Pero yo tome una decisión. Pudiera mañana suspender el bautismo y twittear: RECHAZO FORMALMENTE AL EVANGELIO DE JESUCRISTO, A SUS ENSEÑANZAS. Pero he ahi lo curioso y bello del libre albedrío y de Dios: pudiendo rechazar el evangelio, que significa buena noticia, escojo no hacerlo. Y no es miedo al tormento eterno en las llamas del Infierno o del Hades. Pero soy creyente en parte por temor a las consecuencias de no seguir los dictados de mi propia conciencia. 


A veces quisiera un Dios hecho a mi imagen y semejanza. Quisiera que la Iglesia introdujera el matrimonio igualitario para toda la eternidad. Pero eso quizás nunca pase. Más decimos los dominicanos “Papá Dios aprieta pero no ahorca”. Sé que él no me dará más de lo que puedo manejar. 


FIN. 

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