There is no alternative. Así decía Margaret Thatcher, la política británica que planteó que la economía de mercado es el único sistema que funciona. En mi breve y precaria andanza intelectual, y me refiero a ella así porque no he leído tantos libros como me gustaría, he arribado a una conclusión sobre el necesario devenir y porvenir de América Latina. Les comparto a continuación.
Es un asunto que me importa mucho el tema de la lucha contra el imperialismo. En días pasados dije que consentía a la forma de gobierno imperialista, influido por Yuval Noah Harari, y lo mantengo. Sin embargo, también dije que no consentía al imperialismo tal cual existe hoy día por considerar algunas de sus demandas excesivas.
Sucede y viene al cabo que los derechos de las personas LGBTQ+ es también un tema que tengo muy cercano al corazón. Yo que me identifico como parte de la comunidad, como hombre gay, veo con quizas hasta mas recelo que el saqueo de nuestros recursos naturales (o, para decirlo más finamente, el “desequilibrio de la balanza comercial”) la falta a la dignidad por tener una preferencia sexoafectiva “diferente a la de la mayoría”.
Estados Unidos promueve los derechos LGBTQ+, como parte de su política exterior, por motivos que creo que me trascienden. Recuerdo cuando nos mandaron tras la elección de Danilo Medina a la presidencia en el 2012 a don Wally Brewster como embajador. Esto me provocó una disonancia cognitiva. Criticaba los excesos de la actividad económica en la cual la clase dominante foránea debe embarcarse tras agotar sus posibilidades intrafronterizas (esto es, la actividad económica imperialista). Pero también veía menester que la RD tratara mejor a sus minorías. La disonancia cognitiva consistía en que íbamos a tener un embajador que hiciera las dos cosas.
No recuerdo cómo arribe a mi solución para este dilema, pero pensé la situación de la siguiente manera: celebro el intercambio con un activista de los derechos humanos, pero dicha figura históricamente -el embajador de Estados Unidos- ha defendido intereses contrarios a los de la constitución dominicana. Algunos ejemplos serían las recetas neoliberales, lucha insostenible contra el narco, caso Leonel Fernandez-Barrick Gold, presiones para campamentos de refugiados haitianos en suelo patrio, entre otros. Es por eso que había que celebrar al activista por la dignidad de las personas gays, méritos que bien tiene don Wally Brewster, pero rechazar la figura del Embajador en cuanto a defensor de intereses lesivos al interés nacional se refiere. Cuales causas que Estados Unidos promueve que son también lesivas al interés nacional es algo que podemos debatir. Entre los buenos dominicanos hay diferencias ahí.
Es tentadora la oferta de EEUU. USAID ha dado mucho dinero para avanzar la causa del matrimonio igualitario en la RD. Lo que me preocupa mucho es el efecto desarticulador en la izquierda antiimperialista de dichas ayudas.
Fijense algo en común entre el golpe de estado a Evo Morales y el golpe de estado a Pedro Castillo. En ambos casos pasa a ser presidente de facto una mujer. Una concesión al feminismo. Al imperialismo parece que le gusta arribar a nuestra casa con concesiones izquierdistas socioliberales. Y esto es tentador para un segmento de las izquierdas débiles nuestroamericanas.
Se señala como error del Presidente del Perú, Pedro Castillo, su condena a Rusia. Yo no te paso ni con aceite las violaciones a los DDHH de Putin. Me refiero en particular a los derechos gays. A mi no me importa si tu tiranía es de “izquierdas” o de “derechas”. ¡Yo rechazo la tiranía y punto! Castillo se debilitó en exceso tirándose a Rusia y EEUU al mismo tiempo. Y creo que fue por moral, no una mera concesión a EEUU. La estrategia de Castillo, horrible en términos pragmáticos, al menos rechaza la tiranía. Es por eso que tengo que tildarla de moralmente coherente. Me recuerda a Bosch.
La clase dominante de los EEUU de hoy exigen con su exportación de la democracia concesiones económicas. Términos de intercambio comercial en los cuales Nuestra América no sale ganando. Ahora, el quitar a EEUU para poner a China y Rusia como nuevo tutor me parece incoherente, absurdo, antiduartiano, contraproducente y hasta escalofriante.
Yo confío más en los yanquis que en los rusos y en los chinos. Ahora bien, ¿cuál es la solución? Se ha dicho en la izquierda que el sujeto oprimido debe ser protagonista de su propia emancipación. Es lo sostenible. La ayuda externa va y viene. La conquista orgánica, desde la base, permanece. Cuba ha dado ejemplo de que podemos al mismo tiempo resistir a las embestidas de una clase dominante estadounidense que exige en exceso y respetar a las poblaciones gays. Cómo armonizan los cubanos, que pueden dar cátedra históricamente de solidaridad internacional, su apoyo sin criticas (que yo sepa) a Vladimir Putin con el “ejemplo” que están dando en casa me trasciende. Quizás ellos están en la mismita posición que yo…
No hay escapatoria al imperialismo. Es menester que Latinoamérica se constituya en imperio, dentro del respeto al esquema del mundo multipolar, a fin de garantizar el desarrollo político y social de los pueblos bajo la tutela de la clase gobernante que se eriga (o que ya se está erigiendo) a nivel regional. There is no alternative: o imperio o vasallo. El primer paso: la paz entre Haití y República Dominicana. Cuando Haití y RD se unan, Latinoamérica podrá ser una.
Las burguesías nuestramericanas deberían aliarse a Latinoamérica unida y soberana porque es necesario para que ellas ganen que la burguesía estadounidense pierda. Por eso apoyaron a Fidel en sus inicios. No es comunismo de medio sandwich al día por cabeza que estoy proponiendo. Todo lo contrario. Estoy promoviendo la liberación nacional para que nuestros capitalistas puedan ser capitalistas de verdad. Todo en equilibrio: desde la balanza comercial hasta la cantidad de socialismo y capitalismo que debe tener nuestra economía mixta.
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