Un Poema Cristiano
¿Es la bendición financiera para nosotros?
¿Es para nosotros el bienestar físico y mental?
Es lo que dice el pastor del TBN, un canal.
Es lo que queremos muchos que tiramos monedas en el pozo
Prospero y de alegria me rebozo.
Sonrió cuando con el señor mis heridas coso.
Hay que reprender la maldición.
En el nombre del Señor.
Esa es mi canción.
Para eso hay que ir temprano al campo como el Viñador
Dios es nuestro amigo
Un amigo es la persona que sabe todo de ti y aún le gustas.
El amigo también es aquel que afila tu hacha
Al que no le gusta verte como un mendigo
Al amigo le gusta verte superar las limitaciones de las castas
El que hace lo posible por liberate de la mala racha
Dice la palabra Dios suplirá nuestras necesidades
A pesar de las necedades
Si hay arrepentimiento
Acaba el sufrimiento
Hay que cambiar las maldades
Por bolsillos que reflejen el cambio en las mentalidades
El trabajo abundancia debe traer
Y hacer los talentos caer
No todo es sufrimiento
Aunque el Señor sabe dar un buen escarmiento.
Digo lo contrario
Y miento
Con ahorro, claro, como dice Proverbios
La bendición del Señor trae riquezas,
y nada se gana con preocuparse.
Jesus, mas que maestro ascendido
El que libera a su pueblo de la opresión.
Mediante monjes soldados fuertes
Que saben que es lo que es el libro del Génesis
Y que Dios hace milagros hoy
A sus elegidos
Llamados a regir las riendas del mundo
Estando siempre listos para proteger a los más débiles
Busco el visto bueno de mis ancestros
Y creo que con Maria es mas fácil
Pido y se me da
Dudo y valoro mucho lo que queda.
Es mi experiencia.
Peca y peca audazmente decía Lutero
No lo harás con gusto rectificaba Calvino
Mejor dedícate a cosas de valientes recomendaba Kolbe
Como hizo Tomas Moro
Crammer nos enseña que el corazón ama, la voluntad rectifica y la mente justifica.
Así lo ejemplificaron Maria y su madre Ana.
Dudo como Tomas
Y me gusta privar en Jonas.
Mi reflexión cuaresmal del año pasado, Hecho el 20 de abril del 2022. Revisado hoy. Quise esperar para compartirla.
Pensando mucho en John Stott y Scott Hahn. No es de extrañar, acaba de pasar la Pascua. Al menos en Hahn, el tema del pacto de Yahvé con su pueblo es central a su obra. Cuando me senté con el Obispo Telesforo Isaac explorando una posible vocación como sacerdote episcopal, él me invito a leer La Cruz de Cristo de John Stott y en esta semana mayor se me despertó mucha hambre del contenido de esa obra. ¿Porque será? Creo que dice mucho de cómo funciona la conciencia y cómo se relaciona la individual con la colectiva.
Volviendo a la teología, están los teólogos posmodernos cómo Rollins que argumentan que el cristianismo Jack Chick (o, en mis palabras, el catolicismo Catholic Answers) no es exactamente la fe cristiana.
Aclaro esto de cristianismo Jack Chick y catolicismo Catholic Answers a los pocos versados en “cristianes” o jerga cristiana conservadora. Entiendo que la teología conservadora que se preocupa por encima de todas las cosas por lo que dos machos desarrollados hagan en la privacidad de una recamara, sin romper leyes justas, es insensata. Sobre él fanatismo cristiano, no es la mejor expresión de la fe, sospecho, porque es una versión caricaturesca de lo que es él creer porque cae en el exceso de la sin razón. La fe no es, o es mucho más, que asentir intelectualmente a ciertos postulados enseña Rollins.
Os hago una anécdota: Charlaba con un amigo en la playa de Juan Dolio, cuyo balneario estaba especialmente cristalino, que no dejaba de pensar en John Stott. Le relate lo ocurrido con el clérigo y le dije que tenía un problema. Que tenía una inquietud, pero que no sabía qué preguntar. Hasta que en un momento clímax, me llegó a la mente. Mi pregunta era esta: ¿cuál es la pregunta cuando contemplo ese tono tan bonito que es el texto del pensador episcopal que fue pacifista en su juventud?
Hahn llegó a mis manos en otro momento de mi juventud mucho antes. Hahn es un calvinista-converso-al-catolicismo-romano que algunos miembros de la familia me insistieron seriamente que leyera porque entendían que no le daba su justo lugar a la tradición con sede en la Ciudad del Vaticano.
Creo que Semana Santa evoca su pensamiento también. Cristo y el suceso en Gólgota, ¿qué está ocurriendo? Me gusta, y para esto he encontrado muy útil a Hahn, ver la Biblia como una gran obra teatral con un overarching theme. Responsabilizo parcialmente mi formación en Concordia University como pensador posmoderno porque allí me enseñaron a ver la metanarrativa, o el relato tras el relato cuando éste es visto a gran escala. Me gusta leer el libro, pero también me gusta salir y ver al muchacho leyendo el libro por así decirlo. Espero que me entiendan. En otras palabras, algo es usar el martillo, otra cosa es pensar sobre el martillo, otra cosa es pensar sobre cómo pensamos sobre el martillo.
Sopesando con cierto entusiasmo los postulados de Stott y Hahn, coincidencialmente (¿meaningful coincidence?), una vez decidida que mi pregunta era ¿cual era la pregunta?, decidí embarcarme en una lluvia de ideas con el celular mientras esperaba que mi entrenamiento en el recién inaugurado Call Center o BPO donde laborare trabajosamente empezara.
He aquí lo que pensé. Más que preguntarse si el cristianismo es la mejor religión, creo que las preguntas son: qué hacer de la teología del pacto de Hahn en el Siglo XXI? También, ¿cómo concebir a Dios?. Creo que la fe cristiana posmoderna tiene mucho en común con las otras religiones modernas. ¿Hay que destilar la fe de hoy?
Algunos dirán le estoy buscando la quinta pata al gato, pero el pontífice nos llama a los jóvenes a hacer nuestros regueros. Aquí esta el mio. Además, esa actitud es contraria a la tradición de la ilustración que nos lega los valores qué hacen de Occidente una gran civilización con todos sus fallos.
Y es cierto que quizás al Siglo de las Luces se le fue la mano con el secularismo, más luego en una especie de homeostasis colectiva el romanticismo y otros movimientos volvieron a darle un lugar a la siempre importante espiritualidad. Por cierto, me saldré un poco del tema para compartir que manejo el concepto de homeostasis que aplico a la sociología por mi formación como Personal Trainer de la ADEPC. Para que vean qué especializarse fanáticamente es malo. Bien lo decimos los dominicanos y aplica tanto a este último punto como al del Siglo de las Luces y a todo en la vida: los excesos son malos. Sé que esa noción llega hasta la Antigua Grecia.
Volviendo al tema, les pregunto: ¿Qué opinan? Creo en los milagros, creo en lo que sobrepasa lo natural. Si existió Jesus, y creo que fue así, no podemos obviar que su vida fue posiblemente sincretizada (o "salseada") con la de dioses paganos. Está lo de la historicidad de los evangelios e incluso la crítica nietzscheana a lo que algunos recogieron como la predica de Jesus de Nazareth. Hablo de esta manera porque la formación del canon bíblico es otro tema, y como cristiano fiel al papa se le concede a los dictados de mi conciencia individual el rol de ultimo arbitro sobre el estado de esa parte que tenemos que tantos llamamos alma.
Está la fe que cambia vidas y los encuentros reales con, para no decir con Dios, con un “otro trascendente”. ¿Qué hacer?, como preguntó famosamente Lenin.
Para lograr lo que queremos hay que saber que queremos y con que realidad contamos... ¿Qué fe queremos? Y, como la religión no siempre tiene que ser acomodada a nuestros veleidosos deseos, ¿Que fe demanda la realidad? Y claro, una última pregunta, que es la fe más allá de lo que recoge hebreos 11:1 (certeza de lo que se espera y convicción de lo que no se ve)?
Termino haciendo mención de los teólogos decoloniales porque quien fue mi profesora en una conferencia, la Dra. Milagros Ricourt, me llamo a no depender solo de los teólogos norteamericanos y europeos. ¿Qué dirían esas epistemologías del sur, que ya van por ser recipientes de críticas de quienes la tildan de ser un anticolonialismo colonialista? Pensé decir que es lo que pega, anticipando a mis posible críticos, porque cristo no fue del primer mundo, pero me recato porque no domino el tema que es la “raza” y “apariencia” de Jesus.
Es Cuanto. He dicho: ¡caso cerrado!. O mejor dicho, ¿Caso cerrado?
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