¡Le temo a los monstruos que no le temen a los monstruos!

Genero:
Estudios Transdisciplinarios sobre la monstruosidad. 

Nota del autor: este escrito se me salió de control por la inmensa cantidad de material que encontré además de lo complejo y trascendente del tema. Opte por usar la técnica de productividad de break-down-a-large-task-into-smaller-tasks. Así que lo publicaré por partes. Aquí les va la primera. Están los monstruos entre esos fenómenos que me provocan algo que mi dominio actual del lenguaje me impide decir haciéndole justicia a ese algo que incluye, pero no es solo, sentimiento.

Sigo explorando que es ese yo-no-se-que que me provocan algunos fenómenos como el sexo, los monstruos y la masculinidad. Son, a mi juicio, esas cosas misterios. Y desde que pase por Pacifica he entendido que los misterios jamás se entienden del todo pero se pueden vivir más y entender mejor.

Sin mas, la parte 1. 

Parte 1: ¿Qué son los monstruos?

Recientemente vi la película de Tim Burton “El extraño mundo de Jack”, o A nightmare before Christmas en su idioma original. Me llama esa película. Aprendí muchas cosas, ciertamente es más profunda de lo que puede aparentar ser para la mayoría. Es según la mente detrás del canal de Youtube.com Spirit Science una metáfora sobre el dharma, el yin y el yang, lo masculino divino y lo femenino divino y, entre otras realidades, las limitaciones de la razón. 

Diría que uno de los aportes principales para mi fue el hacer real de una manera útil la relación entre la oscuridad como abstracto principio espiritual y la sombra jungiana como realidad de la psiquis. Creo que como reaccionamos a los monstruos puede estar relacionado a nuestra relación con nuestra sombra.

En español más llano, vi esa película y sospeche con mas base como los monstruos pueden ser mínimo a veces antropomorfizaciones (adquirida de características humanas) de miedos individuales y colectivos. Antropo es griego para ser humano. Morfo es griego para forma. 

No me gusta tocar lo individual sin tocar lo colectivo. Por algo entre mis disciplinas favoritas están la psicología social profunda y la sociologia transpersonal. ¿No hace el individuo al colectivo a medida que el colectivo hace al individuo? Quizás más, quizás menos, ¿pero quién niega que haya una relación? A nivel social, observo que como reacciona nuestra sociedad a los monstruos dice algo sobre nuestra sombra colectiva. Quiero que se lleven eso de este escrito: los monstruos hablan sobre la parte de nosotros y de nuestra sociedad en la que no nos gusta pensar. 

 Hay quienes detestan a los monstruos y no pueden ni verlos. ¿Será que así mismo reaccionan frente a su propia monstruosidad? Hay quienes los descartan como fantasía inútil. ¿Será que así mismo reaccionan frente a su propia monstruosidad? Por otro lado, hay quienes se ven seducidos frente a ellos, sintiendo un picazón que no puede ser del todo rascada de inmediato. Reitero: ¿Será que así mismo reaccionan frente a su propia monstruosidad? ¿Con deseos de explorarla, o con indecisión de que hacer frente a ella?

Si los monstruos encarnan aquella parte de nuestra humanidad que nos gusta reprimir (en otras palabras, llevarlas a nuestra sombra según Jung), si son la parte de nuestros procesos conscientes e inconscientes que detestamos reconocer, ¿sería descabellado el pensar que que tanto nos seduce o no “el malo de la película” dice sobre nosotros? Reitero: quizás nada habla más sobre nuestra monstruosidad que nuestra reacción a los monstruos. 

Los monstruos son comunes en la cultura popular. Está “Aquel que no debe ser nombrado” en Harry Potter (Lord Voldemort) junto a sus secuaces de la casa de Slytherin, Seto Kaiba de Yu-Gi-Oh!, el equipo Rocket de Po-ke-mon! y Skeletor de He-Man. Todos tienen en común algo: por un motivo u otro han perdido su humanidad. Parecen humanos y no lo son del todo. Eso los convierte en monstruos.

 Ejemplos más clásicos: zombies, el monstruo del Dr Frankenstein, momias que cobran vida, vampiros, fantasmas (me vienen a la mente los piratas fantasma de Piratas del Caribe), alienígenas malos y muñecos malvados con agencia como Anabelle y Chucky. Entre otros, también tenemos “espíritus inmundos” como los del Exorcista. Vemos que los monstruos pueden ir desde seres humanos psicopáticos y sociopáticos como en Scream, hasta gusanos asesinos como en Tremor, dejando el el medio del continuum de humanidad/inhumanidad de los monstruos a vampiros, fantasmas y zombies. 

En proximas entregas:


Caso Payaso Kanqui, Caso Juancito Sport y Caso del Panadero (hechos monstruosos en nuestra sociedad). ¿Que tiene la psicología social profunda que aportar al derecho y la criminología?

Análisis en detalle de monstruos como los payasos asesinos (eje: Pennywise de It) y los zombies de ayer y hoy.

Uso del psicología social profunda para analizar la película dominicana Andrea (El “The Exorcist” dominicano) dentro de su espacio/tiempo (pelicula sale en 2005, por lo que emplearemos desde la crisis por la quiebra de BANINTER y los otros dos bancos hasta la segunda victoria presidencial del Dr. Leonel Fernandez).

Consideraciones sobre recursos que emplean las películas de terror, como la música discordante y el romper la cuarta pared.

El rol de los valores morales (que dice el rol de las mujeres vírgenes y los afrodescendientes en las películas de terror sobre esto).

Consideraciones sobre cine de terror LGBTIQ+ (quiero trabajar con B&B https://www.rottentomatoes.com/m/bandb_2018).

Teorizar sobre si la monstruosidad es algo binario y absoluto, o relativo.

El uso de los monstruos en la propaganda bélica de la política exterior estadounidense durante La Guerra contra el Terrorismo. Tocaremos hasta la sobre-africanización de Buenaventura Baez en el discurso visual norteamericano durante su vida.

La “mariconería”, las criaturas de la noche, y la sombra jungiana. Exploraremos sobre la santa patrona de los “homosexuales” (recuerdo detesto esa palabra) en la religiosidad popular mexicana, que es la controversial figura de la Santa Muerte.

Leyendas urbanas y pánicos morales en Estados Unidos. Influencia en películas como El Exorcista.

El género terror y las disonancias cognitivas.

Veremos qué haremos con una de mis películas favoritas, El Laberinto del Fauno.

No tocaré Saw, o El Juego del Miedo. Tengo estómago para eso, pero no me apetece ahora mismo. Siempre he dicho que prefiero mis pelis de terror del subgénero “terror sobrenatural”. Me gustan las pelis con monstruos en medio del continuum humano/monstruo. No es más que una preferencia personal.