Cuando
las luces parpadean
Confieso que este escrito nació en
intención de una manera y que, luego, le siguieron dos “hermanitos”. Entonces
me anime a, como he hecho anteriormente, casarlos y fundirlos en un solo
escrito. He mantenido el titulo original, habiendo sido tentado de bautizar el
manuscrito con un titulo rimbombante y en extremo rebuscado.
No obstante lo anterior, defiendo el acercamiento
que he escogido tener porque entiendo que todo se relaciona. Tomemos dos cosas
para ilustrar ese punto: un animal, que puede ser el león, y un planeta, que
puede ser el planeta Venus. Tal vez, dirán muchos, que ambas cosas son
imposibles de relacionar, que no se relacionan. Sin embargo, ahí vengo yo y con
sutileza señalo que el planeta Venus transita sobre la casa zodiacal de Leo en
el sistema astrológico que occidente hereda de los babilonios. Entiendo que
vale la pena señalar también que el león representa a la fuerza y venus
representa al amor y, como dice la Biblia, no hay fuerza mas poderosa en que
esa en el mundo
Si hablo las lenguas de los hombres y aun de los ángeles,
pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace
ruido. Y si tengo el don de profecía, y
entiendo todos los designios secretos de Dios, y sé todas las cosas, y si tengo
la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada. Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y
aun si entrego mi propio cuerpo para tener de qué enorgullecerme, pero no tengo
amor, de nada me sirve. Tener amor es saber
soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni
orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es
no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las
injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo
todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El
amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se
hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos. Porque los conocimientos y la profecía son cosas imperfectas,
que llegarán a su fin cuando venga lo que es
perfecto. Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como
un niño; pero al hacerme hombre, dejé atrás lo que era propio de un niño.
Ahora vemos de manera indirecta, como en un espejo, y
borrosamente; pero un día veremos cara a cara. Mi conocimiento es ahora
imperfecto, pero un día conoceré a Dios como él me ha conocido siempre a mí. Tres
cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más
importante de las tres es el amor (Traducción Dios habla hoy, 1 Cor 13)
El primer tema que quiero tratar es lo aterradora
que es la libertad y responsabilidad humana. ¿Es escalofriante la libertad,
querido lector? ¿Te aterra la libertad? ¿Es escalofriante el libre albedrio?
¿Te aterra el libre albedrio, estimado lector?
No se a cuantas personas le asusta
la libertad y el libre albedrio, pero me incluyo entre los seres humanos a los
que les puede atemorizar este prospecto. Pienso en ocasiones en las cuales me
hallo ante plena libertad de tomar una decisión o tomar otra. De ahí, paso a
que el conocimiento de que está en mi poder decidir la opción que tomare y las múltiples
consecuencias que repercutirán en mi vida tras mi elección sin dudas me
resultan en un momento mas que numinoso. Y pediré disculpas si en mi breve
trayectoria como escritor he abusado del termino, pero sostengo que, a modo de
interrogante, ¿que otra palabra hay para referirse a algo que provoca
sentimientos simultáneos de miedo y asombro unidos a un profundamente solemne
respeto en un momento fugaz?
Buscando sinónimos para el termino
numinoso (¡no encontré!), me encontré con una desmenuzación que reza así:
Rudolf Otto, quien acuñó el
término, declara que lo numinoso se caracteriza por tres elementos que designa
en latín y son: Mysterium (inefable, imposible de explicar con palabras,
inexpresable, para lo que el silencio es la mejor respuesta que puede dar el
hombre), Tremendum (el temor humano ante la presencia de una fuerza poderosa,
inexplicable, formidable, digna de respeto, pero imposible de verbalizar) y Fascinans
(gracia y misericordia deslumbrante y abarcadora, el temor se traduce en
veneración o respeto reverencial).
Fuente: definiciones-de.com
Sin
lugar a dudas, las transitorias contemplaciones que efectúo sobre mi
responsabilidad en un mundo según muchos gobernado por el azar me provocan
sentimientos inexpresables, de temor y solemne respeto, unido a fascinación por
la misericordia deslumbrante de Dios.
Acoto,
a modo de pregunta nueva vez, ¿Gobierna solo el azar a ese mundo del que hablo?
Entiendo que la intervención divina coexiste con el azar, y hasta se combinan
con frecuencia, como expresaba el psiquiatra Carl Jung al enseñar sobre su recién
acuñado termino: sincronicidad
Pero bueno, continuemos. Hace unos
días leía sobre el cristianismo y la astrología. ¿Condenan las escrituras
judeocristianas y la tradición Cristiana la astrología? Creo que es un buen
debate ese. Hay argumentos que esgrimen quienes sostienen que las enseñanzas
católicas “oficiales” con respecto a esto son certeras y provechosas. La cúpula
de la Iglesia Católica Romana actual no ve, al menos en sus “enseñanzas
oficiales”, con buenos ojos la astrología. Aluden que esta reduce la
experiencia humana al determinismo y al mecanismo, disminuyendo la libre
agencia a una quimera imposible.
Yo lo veo distinto. Tal vez por crianza
o tal vez por otros factores. La mera hipotetización sobre las causas del
porque lo veo distinto me provoca risa al escribir, pues tal dilema ilustra lo
que quiero expresar sobre la aparente dicotomía entre predestinación y libre
albedrio. Pero volviendo al subtema quiero mencionar que a veces me deleito en
prescindir de responsabilidad para mis actos. Y es que una simple elección de
palabras, en una petición hacia una autoridad, por encima de una selección de
palabras diferentes, pueden bien provocar un desenlace distinto para nuestra
satisfacción e insatisfacción. A veces puede parecer que hay que microcalcular
tanto para obtener lo que se quiere, que descansar en el destino o en una
voluntad de Dios que siempre prevalece en muchas ocasiones resulta
reconfortante. Ilustro lo dicho con un ejemplo: ¿quién no ha querido pedirle un
permiso a sus padres sabiendo que el pedirlo de una forma abarcaría un no como
respuesta pero que el pedirlo ligeramente diferente (o muy diferente) abarcaría
un si? ¿no les estresa cuanto control pequeñas decisiones tienen sobre los
desenlaces en nuestra vida? A mi eso me estresa, puede ser que tanto como me
estresa el filosofar sobre ello.
En otras palabras, para dar un ejemplo mas, a una
mala racha amorosa pueden buscársele mil causas y mil soluciones en un
ambicioso plan de acción. Mas, si el desenlace será igual no importa que
hagamos, o si solo hay que esperar que pase “mercurio retrogrado” para hablar
de un transito astrológico asociado con dificultades terrenales, hay que hacer
menos esfuerzo.
Entiendo que podemos afirmar que
tanto la teología moderna como la astrología moderna dan mas cabida a la libre
agencia que en el pasado, sin dejar de pretender que siempre ha habido quienes
luchen contra su wyrd (ver mas información sobre el “wyrd” aquí: https://es.wikipedia.org/wiki/Ur%C3%B0)
Los numerosos
avances científicos que han surgido en los últimos siglos, no obstante, no
pueden evitar el modificar o hacernos reconsiderar nuestros paradigmas al
respecto.
¿Determinismo biológico? Bueno, ahí
esta el obeso con perpetua pugna entre el cerebro reptiliano y el neocórtex
(ver teoría del cerebro triuno) de su cerebro. Esto es decir, la parte del
cerebro que le dice “hártate de pasteles porque puede venir una hambruna”
versus la parte del cerebro que le dice “no comas pasteles porque difícilmente venga
una hambruna a tu país y la pareja que buscas te prefiere con “cuadritos” “.
Podemos decir que en algunas vertientes de la teología cristiana “Dios es
soberano” pero “el hombre es responsable” para intentar armonizar la pugna
entre libre agencia y predestinación. Esto ilustra cuan importante siempre han
sido estas cuestiones, como cambiar nuestro destino o karma, como lidiar con
los etéreos vientos adversos.
¿Cómo se ha actualizado este debate
desde la época del renacimiento, la reforma, y la ilustración hasta hoy? Dice Atilio Borón en uno de sus artículos que
la ciencia moderna es una antes y después de Copérnico, Darwin, Freud, y Marx.
Conforme avanzo la historia, el hombre fue cobrando mayor y mayor relevancia y
sus decisiones soberanas mayor y mayor importancia hasta que llego el Siglo
XIX. Llegaron ahí los maestros de la suspicacia y la duda a decirnos que parece
que los teólogos medievales no eran, en ese sentido, tan descabellados como se
pensaba…. El hombre ya no estaba obligado a hacer el Trabajo que Dios había
escogido para el o a ostentar la clase social en la cual había nacido como si
fuese una casta, pero las estructuras ciertamente pueden cercenar
grandísimamente su movilidad social y opción vocacional como nos enseñaron los
socialistas. El wyrd, que es como las acciones pasadas condicionan nuestro
presente y futuro no lo creamos solos, argumentaría Marx, si no que las
acciones de nuestros antepasados hasta mas de 7 generaciones atrás condicionan
para bien o para mal nuestro futuro. Antes hablábamos de cómo las bendiciones y
las maldiciones bíblicas eran para el sujeto y su descendencia.
Antes los brujos te maldecían o bendecían a ti y a
tu descendencia. Llegó Marx y ahora los sociólogos nos dicen que en una
sociedad desarrollada probablemente solo ascendamos o descendamos dos escalones
(dígase, que una persona que sea un 4/9 en riqueza con mucho esfuerzo puede
llegar a ser un 6/9 pero ¡hasta ahí!) en cuanto a clase social se refiera. Ósea
que los media alta solo pueden llegar a media baja si se descuidan o a
alta-media si se fajan ¡y eso en los países desarrollados, siendo la alta
movilidad social un indicador de cuanto “desarrollo” tiene un país!. Las
acciones de nuestros ancestros han condicionado hasta eso en sus maldiciones generacionales.
El hombre es libre de acostarse con
quien quiera y de comprar los productos
que quiera, pero ahí estaba Freud siendo diciendo que en un sentido nuestra
opción de pareja esta predestinada a que nos apareamos con personas que se
parezcan a nuestro padres. Y ni hablar
de los publicistas usando sus enseñanzas (las de Freud) para “predestinar”
nuestras compras con métodos de publicidad subliminales. Las erecciones
indeseadas en publico que a veces sufrimos los hombres ilustran que tanto
nuestra libido nos gobierna, se gobierne y escapa de nuestro control.
En la ciencia posdarwiniana, en el
área que podemos llamar la psicología evolutiva, sufrimos en carne propia la
dicotomía entre la agencia y el destino. ¿Quien, tras ver cuerpos bien agradables
a la mirada no se ha propuesto superarse en cuanto a la consecución de un mejor
físico para el estándar que se prefiera? Y digo que se prefiera pues, por
ejemplo, los rusos y los estadounidenses difieren en cuanto a que cuerpo
prefieren en una pareja. ¿qué hombre, al menos una vez en su vida, no ha
deseado un abdomen definido y el ratio de Adonis con respecto a los hombros y
la cintura?
Y, la pregunta estrella, ¿quien no
ha sucumbido ante la tentación de romper sus reglas con respecto al alimento en
la consecución de su meta? Claro, algunos agraciados no tienen que ponerse
reglas para conseguir un abdomen definido, pero la mayoría si. ¿somos libres de
escoger nuestro alimento? Un experto que ayuda a la gente a cesar de darse
atracones teoriza sobre como una parte de nuestro cerebro es como un demonio
que llevamos dentro y siempre esta tentándonos a comer mas alimentos con
azúcar, mantequilla, harina refinada y carnes grasosas. Este agente que nos
predestina a autosabotearnos nuestro régimen
de fitness se contrapone a la parte
lógica que evoluciono mas tardíamente y nos dice “no te comas eso porque con
eso evitaras obtener el físico que quieres”.
Las implicaciones de la teoría de
Darwin pueden ser mas escalofriantes aun al considerar como deben influir en el
debate con respecto a cuan libres somos realmente. Se habla mucho de la
evolución centrada en el individuo y el etólogo británico Richard Dawkins hasta
ha teorizado sobre la evolución centrada en el gen. Pero, ¿y la evolución
centrada a nivel de la especie? Lo que puede llevarte a ayudar o ser altruista
aun en tu propio detrimento. Por ejemplo ¿escoges que te gusten los perros o
influyo en que te gusten los perros tu crianza? Ambas variables ciertamente son
validas mas ¿y la predisposición genética a sentir empatía por las caras de los
mamíferos porque la relación humano-canino era mutuamente beneficiosa en la
epopeya natural?
En fin, si un joven le va a pedir
permiso a su mama para ir a una fiesta hay miles de factores que influyen en la
respuesta y con los cuales dicho joven deberá jugar a sabiendas que el permiso
esta en juego. Claro, los Cristianos entendemos que Dios de antemano sabe que
pasara. Pero el pobre joven deberá considerar si
A) Le dice a su mama antes o
después de ella tomarse su copa de vino vespertina
B) Si se cambia para salir
antes de pedirle el permiso, es mas propensa a decir que si su madre, pero si
ha tenido un mal día puede sentirse extorsionada.
C) Ya vienen los exámenes de
termino, mejoraría sus oportunidades prometer que es mi ultima salida hasta que
pasen, pero así arruina su chance para el próximo fin de semana.
D) Vio un estudio que dice que
debo preguntar algo a lo que se que me dirán que no antes de hacer la pregunta
a la que quiere que digan que si porque el ser humano es mas propenso a
conceder cuando acaba de negar algo, pero eso le hace sentir manipulador y considera
que tiene derecho a salir porque ya esta viejo… no debería tener que reducirse
a manipulación crasa, sopesa. Pero el hacerlo puede mejorar sus oportunidades.
E) Puede preguntar y si le
dicen que no empezar a discutir o hacer un rabieta, pero entonces se sentiría
mal cuando al final me otorguen el permiso de mala gana
F) Puede no salir, invitar a la
gente a su casa, y hasta instrumentalizar esa decisión para sacar un permiso para
la semana siguiente por adelantado.
En fin, a mi en lo particular hay ocasiones en que
la realización de que tan compleja es la realidad (en un sentido) y cuanta
responsabilidad tenemos vía nuestras acciones en el desenlace de nuestra vida
me estresa. Ya sabemos no obstante como las misteriosas y no tan misteriosas
fuerzas que gobiernan nuestra vida nos gobiernan, como vimos cuando tratamos a
Marx, Darwin y Freud.
Con esto en mente, quiero traer a colación la
historia dominicana para aplicar lo visto. Algunos pensaran que esta demasiado
“jalado por los moños”, como yo pensé al regresar al escrito unos días después
de tenerlo concebido en la mente. No obstante, releerme todo desde el
principio, me dio ganas de decir ¡eureka! ¡lo he descubierto! ¡viva la multidisciplinariedad,
la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad!
¿Por qué no analizar la historia dominicana desde el
lente de Marx, Darwin, Freud, la psicogenealogía y Nietzsche? Primero me surgió
la inspiración del tema y después vi la posibilidad de (meta)analizar lo
pensado allá con lo pensado aquí. Primero pondere la triada (como he hecho ya
en este blog en otras ocasiones) y después me anime a realizar una aproximación
inter/multi/transdisciplinaria a la contraposición entre la agencia y la
estructura de los trinitarios. Les hago la historia.
(Continuará)
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