Thursday, April 16, 2020

En el fitness, también, la verdad te hace libre.

En el fitness, también, la verdad te hace libre. 

Debí cuadrar recientemente con mi entrenador un plan que fuese un compromiso entre lo que quería y lo ideal. Me recomendó macros 40P/25HDC/35G. Sentía que me faltaba la vitamina c de la fruta. Entonces, se lo comente, y me indico 40P/30P/30P. Aun, en ocasiones, porque como -especialmente por la crisis- muchas legumbres y me gusta comer vegetales y frutas, a veces “tomaba prestada” aprox. 90 calorías de las grasas para ingerirlas en carbohidratos. Además, me gusta comer pizzas, hamburguesas con tocino, helado, arroz, etc. Llegamos al compromiso de que todos los días ingeriría 200g proteína. Entonces, 3 días a la semana respetaría la proporción de grasas y carbohidratos y los otros tres días podía tomar 100 calorías de las grasas e ingerirlas en carbohidratos. Me pareció un plan muy factible, que me permitiera sentirme bien, y que podía llevarlo mi vida entera de ser necesario. Como sacrificio, 6 días a la semana me abstendría de harina y arroz. Pero podía ingerir 2800 calorías un día a la semana. Me indico que no debía ser Viernes, Sábado o Domingo porque como en esos días había mas flojera, mi cheat meal podía -influido por el ambiente- convertirse en dos cheat days.

 Escogí Jueves. Siempre me han gustado los Jueves. Jueves es ya casi el fin de semana, pero aún hay que acostarse temprano (¡y los demás días es bueno también! ¡como hay que fiestear prefiero hacerlo de día!). Mi madre me despertaba para ir al colegio los Jueves diciendo “ya mañana es Viernes”. Aprendí a amar los Jueves.  Leí después que Jueves es considerado un día auspicioso para firmar contratos. En cierto sentido, when I indulge, firmó un contrato con mi cuerpo: a cambio de ese momento de placer sensorial y del uso de la comida para el placer, los demás días comeré mas para la alimentación, la salud y el alcance de mis metas. 

A mi cuerpo le gusta, en moderación, la comida que no me ayuda con mis metas del fitness y en la salud. 

A mi mente le encanta hacer uso excesivo de esos alimentos que comemos más por placer que por nutrición. Mi cuerpo detesta eso. Me lo deja saber con menos energía, menos rendimiento, acidez, tez más pálida, sueño de baja calidad, exceso de grasa corporal, más catarros, y un sin número de manifestaciones entre las cuales incluyo menos dexteridad mental. 

Al hombre le gusta comer por placer. Por miles de años hemos comido por placer. Pero también, la búsqueda del “cuerpo ideal” de un cuerpo con mayor perfección (como sea que lo definamos) tiene su historia. 

La rigidez es una enemiga. Por eso, me perdono errores. No los pago ni “hago penitencia” con cardio o recortes calóricos. Si creo que puedo escuchar mi cuerpo. (ver Eat What You Love, Love What You Eat).

Pero también, las reglas claras son importantes. Tanto en nuestro país como en nuestras vidas. De la misma manera que se que no debe chocar al carro de enfrente cuando conduzco, o que no debo orinarme en los pantalones en medio de una reunión si me dan ganas de ir al baño, debo saber lo que debo y no debo hacer. Solo así alcanzaré mis metas en el fitness. (ver Never Binge Again). Si mi hermana hornea algo, lo pruebo fresco: saco una porción justa. Porque escogí no privarme de ese placer que te da la vida, el deguste de la repostería fresca del hogar. 

Hoy fue un día algo desmotivador. Pienso mucho en el futuro, en el día que alcanzare mi meta. Me parece mítica. Hoy aprendí que, pronosticando fechas (algo que es casi imposible, no se porque pierdo mi tiempo), es posible que tarde más de lo previsto porque no estaba tomando en cuenta la posibilidad de un perdida de músculo durante la fase cut, o de quema de grasa. 

Pensaba que cuando llegue a 200lbs tendría aproximadamente 11% de BF. Es posible que la pérdida muscular de entre 10-15lbs ocasione que cuando llegue a 200 lbs este por los 19%. Quien sabe si tendré suerte. 

También, pensé que seguiría con mi mismo plan rebajando de manera fija 2 lbs por semana y que por lo tanto tardaría 5- 5 ½ meses en llegar a 200. Pero como al cuerpo no le gusta quemar grasa, porque es un mecanismo de supervivencia, debo darle cabida a la noción de que tal vez tarde más de 8 ½  meses. Ahora, me hace sentir mejor que es muy poco probable que tenga un porcentaje de grasa de 28% cuando llegue a las 200. No se tornó tan sombrío el panorama.

Siento que conocer mejor la realidad me desmotivo un poco. Es como ir a Las Terrenas. Antes, ir de la capital a Las Terrenas era coger una carretera que era famosa por ser larga. Para mi ese trayecto era una pesadilla. Me mareaba y me aburría. Comer Langosta al ajillo en Nagua en el Comedor Hernández era lo único que me gustaba del camino. Me cansaba de jugar Gameboy y entonces empezaba a conversar con la familia. Mi papá ponía música que no me encantaba y mis hermanitos hacían cosas que no me gustaban. 

Ahora, llegar a Las Terrenas ¡valía la pena!. Me encantaba la casa que alquilamos, y era una semana de buena comida, mucha playa, jugar con la arena, dormir en literas. Iba preparado porque no había ni aire ni agua caliente, pero el sitio me parecía mágico. Jugaba con los cangrejos, comíamos mariscos frescos, buscaba caracoles, compartía con la gente, nunca puse pero para ir. 

Hay quienes dicen que lo importante no es el destino sino el camino. En este caso en el destino es que aprendo y consolido las destrezas necesarias para permanecer en mi destino una vez llegue. Es necesario, pero quiero llegar. Pensé que faltaba una hora para llegar, y me entero tras pensarlo mejor que me faltan 90 minutos. No me gusto. Me entristeció. Pero el que aguanta lo mucho aguanta lo poco. 

En la comunidad LGBTI, el tener un cuerpo esbelto es sinónimo de ser gente. Además, una manera segura de obtener parejas con cuerpos más musculosos y esbeltos es tener un cuerpo más musculoso y esbelto. 
Mi motivación va más allá de asemejar mi vida amorosa a mis deseos y de querer ser mas bello. También está la salud. Abusar de la comida procesada es una sentencia de muerte. No lidiar con la obesidad es una sentencia de muerte. 

Es también mi trayectoria en la búsqueda de un mejor cuerpo una manera de honrar a mis antepasados. Es una búsqueda de virtud, verdad y honor. Es una búsqueda de disciplina. Como leí en un manual de guerreros: la disciplina no es algo que colocamos por un momento en un contexto de relajación. La buena disciplina, o la disciplina bien llevada, conlleva que la relajación sea algo que encajemos en un contexto de disciplina. Además, lo quiero y querer es poder. Y me gusta el pasatiempo. Es más que un pasatiempo. Siempre he querido ser mejor. Eso abarca cuerpo, mente, emociones y vida espiritual. 

Me provocó, reitero, tristeza, enterarme de la verdad: falta más de lo que pensaba para llegar. Pero, tengo buena estrategia. Algunos dicen que tengo buen ritmo. No estoy conforme con mi ritmo. Pero he tomado medidas para solucionar eso. No esta mal mi ritmo, solo pienso que he estado trabajando a 50-75% de mi capacidad y quiero dar el 110%. Me ayuda que se lo que quiero y hay suficientes estudios científicos para dictaminar con cierto grado de certeza que es lo que debo hacer. No es imposible, solo hay que saber cómo hacerlo.

Me pregunto si saber la verdad fue lo mejor. ¿Es a veces una falsa esperanza mejor que nada? Me lleve de dos viejas máximas cuando decidí, con un profesional, saber la realidad de mi situación. Primero, saber es poder. Segundo, conoceréis la verdad y la verdad os hará libre. 

Oro por la libertad y la felicidad de todos los seres en todos los sitios. Me parece interesante cuando algo te hace libre pero no te hace feliz. Creo que es mejor libre e infeliz a feliz y en cautividad. Claro, en la espiritualidad se nos enseña que nuestra felicidad no puede depender de factores externos. Pero en la misma Biblia está: a veces hay tiempos para reír y a veces hay tiempos para llorar. El mismo Jesús mostró agonía durante su crucifixión. 

Escribir me hizo sentir mucho mejor. Escribir es, para mi, muchas cosas: desahogo, derecho, deber, terapia, psicoanálisis, legado, política, arte, búsqueda de Dios (¿han probado la escritura automática?), diversión y trabajo. Si, trabajo. A algunos les puede rechinar, pero les recuerdo que no es lo mismo trabajo a empleo o curro. 

Nadie previó esta crisis. Pensé que mis únicos problemas a la hora del none eran el autosabotaje y la inexperiencia. Pero, miren como son las cosas. Llegó esta crisis, y debimos cambiar mi estrategia mi entrenador y yo: debimos cambiar de la modalidad recomposición (la que prefiero) a la modalidad fat burn debido a que en mi cuarto con mancuernas se me hace imposible la primera. Y así son las cosas de la vida. No todos los obstáculos vienen de adentro, no todos los obstáculos vienen de fuera. Pero bueno, a veces no escogemos las circunstancias pero si escogemos qué haremos con ella. Decía un sociólogo barbú que el hombre hace la historia, pero no en circunstancias de su escogencia. 

¿Con que me quedo? Ánimo. También, resolución a trabajar cualquier sentimiento adverso porque la fiesta de levantar pesas, comer mejor y descansar bien es una empresa tanto física como psicológica (y espiritual y emocional). Asimismo, perseverancia. También, recordar que quien aguanta lo mucho aguanta lo poco. Yo escogí libremente, pudiendo escoger lo contrario, saber que estaba pasando con mi cuerpo. Ya no hay vuelta atrás. Hare jugo de los limones caídos. Tal vez, la desmotivación de no alcanzar la meta en el tiempo previsto que había mal calculado hubiese sido una peor alternativa. ¡O tal vez no! ¡Pero ya es tarde para ablandar habichuelas! No me queda más que enfrentar como un hombre mi realidad y saldar deudas. Y meterle animo. Meterle pasión. Y confiar. Que si los egipcios pudieron hacer las pirámides…


Perfection Cartoons and Comics - funny pictures from CartoonStock

No comments:

Post a Comment