Sunday, April 26, 2020

La Dispersión


 La Dispersión

“Demasiado color ciega el ojo,
 Demasiado ruido ensordece el oído,
 Demasiado condimento embota el paladar, 
Demasiado jugar dispersa la mente, 
Demasiado deseo entristece el corazón.
El sabio provee para satisfacer las necesidades, no los sentidos; 
Abandona la sensación y se concentra en la sustancia 
(Tao Te King Capitulo XII, Versión Nueva Acrópolis). 
               
           
       
   

La vida me llamó a trabajar un tema recientemente. En un inicio lo desestime. Más creo que la guía divina se manifestó para que no fuese así. Les hago la historia. 

Sucede que un día voy donde un amigo. Es un gran médico con conocimientos de psicología y, a todas luces, un hombre exitoso. Charlamos. Intercambiamos pareceres e ideas. En una, se me queda mirando. Me dice: te noto disperso. 

Inicialmente, no le di mucha mente. Había tomado un seminario titulado “Descolonizar las Ciencias Sociales” donde había aprendido que no es bueno especializarse en exceso. Le comente eso. Le dije que eso de hacer una sola cosa no está bien. Qué está pasando de moda. No me dijo más nada. 

Un tiempo después, empecé a visitar a un eminente clérigo. Su presencia emana paz. Compartimos pareceres de teología, filosofía, política y ciencias de la religión. En una me mira y me enjuicia. “Te noto disperso”, dice. 

Yo me pongo chivo. De inmediato recuerdo las críticas del pensamiento decolonial a la hiperespecialización. Sin embargo, opte por comentarle que un amigo me había dicho lo mismo anteriormente. Empecé a preguntarme si estaba frente a una de las sincronicidades que describía Jung. 

Había leído a Edgar Morín. Lo cito con frecuencia. Enseña que la educación debe ser multidisciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar porque ese es el enfoque que requieren los grandes problemas de la humanidad como el cambio climático y la pobreza. 

Soy partidario de que, para lidiar con un texto críticamente, debemos debatirlo. Esto puede ser interiormente o con otra persona. Ciertamente, entendí que ese intelectual trae a colación un punto válido. 

Sin embargo, me pregunte algo. Si, Dios no lo quiera, tengo que operarme del corazón, ¿preferiría a un médico que sabe de todo o preferiría a una inteligente persona que desde temprano sintió fascinación por ese órgano y le dedicó su vida?. Opiné que ahí hay cabida para el especialista. Aunque, claro, el otro tiene su lugar. No creo que uno sea más importante que el otro. Creo que el que sabe de todo puede resolver cosas que el especialista no puede, y creo que el especialista puede resolver cosas que el todologo no puede. 

Siguiendo con el ejemplo de la medicina, entiendo que los aportes de la sociología a la psicología son vitales. No podemos entender al hombre divorciado de su contexto. Entiendo que el que quiera especializarse en lo que sea de psicología tiene que saber algo de sociología. 

Después, revise de nuevo el artículo que me impactó en el seminario de Ciencias Sociales. Esta vez, noté que el autor no critica en si la especialización sino la hiperespecialización. Me reí porque me recordó al viejo adagio de que “todo en exceso es malo”. Eso aplica a la especialización. 

Con Morín, aprendí que es necesario que algunos seres humanos seamos todólogos. Por decirlo de otra forma, especialistas en pensamiento no especializado. 

Ahora, considero preferible para el avance y supervivencia de nuestra especie (¡y de las demás!) que algunos seamos especialista. Como los extremos son malos, hay que evitar dos actitudes. 

La primera es el rechazar el necesario diálogo entre los saberes y por ende caer en hiperespecialización. Por algo dicen que los abogados tienen que saber de todo. Lo dicen los practicantes del derecho y lo dicen los Hermanos Mazeaud. Estos son unos autores franceses cuyo magnum opus es una piedra fundacional del derecho de ese país, que es el que aplicamos en el nuestro fruto de la ocupación haitiana.

Pensé que había resuelto la problemática en que me resultaban los planteamientos de esas dos personas. No le di mucha mas mente a la advertencia de ambos amigos. Pero entonces, visite otra amistad de mucha valía. Tocamos varios puntos. En una se me queda observando y repite la frase que si vuelvo a escuchar próximamente puede que me asuste: “te noto disperso”. 

Había entendido que mi comunión con los ideales de la filosofía decolonial requerían de obviar las advertencias de la dispersión. Pero, inmediatamente después, regresa la Sabiduría con ese comentario. Eso me trae a la segunda actitud de la que debemos huir. 
Creo que es importante evitar que la polidisciplinariedad degenere en dispersión. Para el caso, definire dispersión como el apretar poco porque se abarca mucho. A esto agrego que entendiendo que mientras se apriete lo suficiente no es dispersión. 

Verdaderamente, la vida es interdisciplinaria. Requiere de algo de todología. Hay que saber verse bien, por ende hay que saber algo de moda, ejercicio e higiene. Hay que ser un buen amante, si no se opta por el celibato, por ende hay que saber algo de sexologia. Hay que saber leer y escribir, ya no se consideran esas destrezas como opcionales. Hay que saber algo de supervivencia. Hay que saber defenderse. Hay que saber algo de psicología y algo de política. Hay que saber algo de nutrición. Hay que saber algo de religión. Sin dudas, la lista puede continuar. 

Fue entonces cuando aprendí un término que me parece ridículo no aplicarme: Persona multipotencial. Investigue las credenciales de quienes han trabajado el concepto. Incluyen ese grupo a Emily Wapnick: una autora que ha ganado premios siendo, a la vez, artista y abogada graduada de la prestigiosa facultad de leyes de McGill. Esta también el famoso generalista Timothy Ferris. Se ha destacado como escritor, deportista, bailarín, inversionista y consejero empresarial. Se cree que Chomsky, Foucault, Jodorowsky y Russell son personas multipotenciales. También eran, en vista de que no solo abarcaron mucho sino que apretaron lo suficiente, lo que conocemos polímatas. Al parecer, si se siente la necesidad de abarcar mucho, se es una persona multipotenical. Si se triunfa, se es polímata. Toda persona multipotencial es un polímata en potencia

    Algunos hispanoparlantes suelen decir, despectivamente, “El que sabe de todo, sabe de nada”. En inglés hay una frase parecida “Jack of all trades, master of none”. Traducido seria “Jack de todos los oficios”. Esto suele ser dicha de manera laudatoria a quien muestra habilidad en muchas áreas. A quienes eso le molesta le agregan respectivamente, al final, maestro de ninguno. Ahora, la frase completa vale la pena ver como es: Jack of all trades, master of none, often better than the master of one. Dice que, con frecuencia, el Jack de todos los oficios y maestro de ninguno es muchas veces mejor que el maestro de uno.

 Dicen que se le aplicó esta frase, en su modalidad despectiva, por primera vez a Shakespeare. Era tan todologo que hasta se le atribuye la invención del valet parking. Sería interesante estudiar la sociología de Inglaterra y compararla con la de la sociedad española para ver porque en inglaterra existe el dicho en ambas modalidades (laudatoria y despectiva), mas en español (a no ser que exista un frase cuyo conocimiento no tenga) solo existe en su modalidad despectiva. 

    Ahora bien, ¿porque existe la frase en modalidad despectiva en primer lugar? ¿De donde viene el desprecio por el “saber de todo”? Dice Jake Chapman que en los tiempos en que éramos cazadores-recolectores, se esperaba que cada miembro de la tribu desarrollara fluidez en una tarea en especifica. A medida que avanzó la economía, fue aumentado la necesidad de especialización. Los salarios reflejan esa realidad. Agregaría yo, tal vez es por eso que como regla general un doctor en Derecho gana más que una persona con tres licenciaturas. Sin embargo, Chapman agrega que la economía actual requiere más que nunca del master polymath (polímata maestro) en vista de que es en donde convergen dos o más sectores que se ubican las mayores posibilidades de crecimiento. Fijémonos cómo un mismo grupo empresarial puede tener intereses en diversos sectores: farmacéutica, alimentación, educación, electrodomésticos, entre otros. 

    Yo traería a colación, también, el argumento del respeto al libre desarrollo de la personalidad. Si a fulano le gustan muchas áreas, pues tiene derecho a desarrollarlas. Un complejo cóctel de variables tanto de nacimiento como del entorno influyen en eso.

 Ahora, ¿son todas las críticas que se le pueden hacer a las personas multipotenciales inválidas? No. Dice James Lieu que la persona multipotencial puede fracasar si en todas las áreas en que se embarque permanece en un nivel que oscile entre la mediocridad y el promedio. Argumenta que es necesario que, para que la persona multipotencial pueda ser exitosa, brille en al menos uno de sus intereses.

 Sin embargo, dice la Wikipedia que hay que tener cuidado. El brillar en una destreza puede tomar tiempo. Esto puede causar apatía. También, impulsividad y conformismo a la hora de la toma de decisiones académicas. Es también un factor la presión no saludable que amigos, parientes y profesionales puede ejercer para que el individuo, siendo una persona multipotencial, opte por la especialización. 

Chapman aconseja ciertas medidas para evitar problemas. Cita la Ley de Pareto: 80% de los resultados vienen de 20% del esfuerzo. Esto significa que si dominar un segmento toma diez años, puedo domarlo en un 80% en   del tiempo: 2 años. También recomienda organizarse, especialmente porque “las reglas del juego” puede que beneficien a los especialistas. Sugiere trazar un plan de estudio y acción tomando en consideración donde queremos estar en 5-10 años. Les comparto el articulo porque creo que vale la pena leerlo: https://techcrunch.com/2015/10/17/specialization-polymaths-and-the-pareto-principle-in-a-convergence-economy/

Entonces, si tengo razón cuando intuyo que soy una persona multipotencial, no debería intentar sacarme la multipotencialidad a trompás o ir a una terapia para sanarme porque no es un problema. Es una virtud, con sus pros y sus contras. Ahora, ¿es sinónimo ser una persona multipotencial con estar disperso? ¡No! Jamás en la vida. Como argumentan los expertos, hay que brillar en algo. Eso se logra con organización y disciplina. Creo que las personas multipotenciales se encuentra en una disyuntiva única. Si se descuidan, flotan un tronco movido por las olas. Sin dirección alguna, tal cual una hoja que flota con el viento. El mercado laboral y su sociedad les castigará. Ahora, si hacemos lo que tenemos que hacer, podemos brillar como el oro. 

Me pueden criticar por no vivir bien mi multipotencialidad, mas no por ser multipotencial. El éxito se mide de muchas formas. Contribución a la sociedad y capacidad de poner un techo por encima de la cabeza son dos principales. Se puede contribuir a la sociedad y no poner un techo por encima de la cabeza. Eso le pasa a muchos olvidados de la sociedad capitalista como los artistas, los filósofos, los profesores, los políticos serios. También se da lo contrario: podemos poner un techo sobre nuestras cabezas sin contribuir a la sociedad. Es el caso de los corruptos. Creo que las personas multipotenciales estamos en una posición única para lograr ambas cosas. No tenemos solo la posibilidad, sino la obligación. No creo que haya una sola carrera que este mal para estos tipos de personas. Martin Luther King y Martin Lutero eran abogados.  Marx, el primer sociólogo sin haber estudiado sociología como carrera, era abogado también. Salvador Allende era médico. Con organización y disciplina, todo se puede. Y recordemos que, si se está apretando lo suficiente, no se está abarcando mucho. 

 

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