Hermanas Mirabal: rompiendo esquemas.

 Hermanas Mirabal: rompiendo esquemas.

El 25 de noviembre, aniversario del asesinato político de las Hermanas Mirabal y Rufino de la Cruz, se conmemora también el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Es espinoso y complejo el tema que es este hecho lúgubre que aun divide a los dominicanos por diversos motivos. 

Quisiera iniciar trabajando de manera académica el tema de la represión al 14 de junio visto desde el contexto geopolítico de la Guerra Fría. En nuestro país, la República Dominicana, nación con origen más antiguo que América blanca anglosajona, si bien con estado mas joven y débil, hubo mucho derramamiento de sangre por la Guerra Fría.

Era sumamente difícil disminuir el derramamiento de sangre en nuestro país, porque la Guerra Fría (que según algunos todavía no termina) es una guerra y en las guerras se derrama sangre. Mas esto no era imposible. 

El movimiento 14 de junio, de haber tomado exitosamente por cualquier vía el poder, se hubiese visto en una disyuntiva. La primera opción era alinearse con la Unión Soviética y esto hubiese traído un alto grado de represión y violencia política en nuestro país. La segunda hubiese sido alinearse con Washington, que fue la decisión que surgió como victoriosa por parte de la dirigencia nacional y los poderes fácticos. Esta opción también trajo consigo un alto grade de represión y violencia política en nuestro país. 

Sabemos que durante los doce años del Presidente Joaquín Balaguer, la CIA (como admite en archivos desclasificados de manera oficial) auspicio el terrorismo de estado contra los dirigentes que podían influir en que la República Dominicana pasara de ser un gobierno pro-Washington a un gobierno aliado a la URSS. Más es una posibilidad que dichas medidas pudieran haber surgido de un “hipotético 14 de junio moderado” que hubiese tenido que reprimir y consentir a la represión incluso de antiguos compañeros/aliados que hubiesen rehusado las demandas de Washington que buscaban evitar “una segunda Cuba” a toda costa.

Por ende, está complicado el asunto. Mas tengo que observar que el Presidente Juan Bosch rehuso reprimir a los comunistas y esto jugo un rol en el desmoronamiento de su gobierno constitucional que culmino en un golpe de estado. Mas esta decisión por sí sola no hubiese bastado para que hubiese sido posible que cuajara el golpe de estado contra Bosch y el PRD. Y es ahi en donde veo una oportunidad de que como nación lo hubiésemos podido hacer mejor. No tiene sentido llorar sobre mojado, pero si es menester el analizar los errores que hemos cometido en la historia nacional para evitar repetirlos. 

Un apoyo del grupo de Santiago al “no-alineamiento” hubiese cambiado la historia. Es lo único que hubiese reducido el derramamiento de sangre durante la Guerra Fría en República Dominicana a su minima expresión. ¡Y contábamos con las condiciones materiales para ello! Mas esto era una imposibilidad, porque teníamos las condiciones materiales, pero la conciencia y los valores necesarios para dicha tarea no. Es importante que los gremios empresariales que jugaron un rol en el derrocamiento de Bosch accionen con un “mea culpa” y un “no lo vuelvo a hacer” porque ya eso es lo único que se puede hacer. 

Ahora, yéndonos un poco mas atrás, un retiro parcial genuino voluntario de Trujillo de la vida pública tras su discurso en la Feria de la Paz del 1955 hubiese evitado el ciclo de crisis que se vivió tras su retiro forzoso via asesinato en 1961. Creo que Trujillo tenía la capacidad para ello, pero cometió un error. Un retiro parcial genuino hubiese ameritado mayores aperturas económicas, políticas y sociales. No creo que el móvil tras el no tomar esa decisión haya sido la avaricia, sino la aprehensión excesiva y lo entiendo. Un retiro parcial genuino excesivo en 1955 hubiese sido igual de calamitoso para la vida nacional. 

Y es eso, el miedo, el mismo miedo que impidió que Trujillo iniciara el retiro parcial genuino y que los gremios empresariales apoyaran a Bosch, algo que tenemos que vencer los dominicanos, como dijo el mismo Bosch. 

“Hermanas Mirabal, heroínas sin igual” reza el himno del Catorce de Junio. Fueron las Hermanas Mirabal mujeres que realizaron actos extraordinarios de valentía, nobleza y sacrificio buscando el beneficio de este país. Sugiero con sinceridad y respeto que el ejemplo de la valentía sobrellevando al miedo que demostraron las Mirabal, sin con ello pretender quitar mérito a la reflexion académica desinteresada que urge sobre las fortalezas y debilidades del Movimiento Catorce de Junio, sea imitado por las mujeres hoy vía la denuncia prudente de los agravios que sufren: desde hechos en su hogar y lugar de trabajo hasta a nivel estructural. 

Propongo que ese esfuerzo debe ser liderado por la sociedad civil, dando predominancia a gremios empresariales e iglesias. Y que su clamor acompañado de propuestas con potencial de aplicación inmediata sea escuchado por los políticos, visto que incluso los que emplean el poder para el beneficio personal pueden hacer más por la mujer hoy mismo.