una breve reflexión teológica

Una breve reflexión teológica

            Hoy, al ser recomendado un libro sobre la cruz de Cristo por un amigo, me anime a escribir un breve ensayo donde exponga sobre las ideas que me influyen actualmente con respecto a mi fe, a mi relación con lo divino y con respecto a mi religión en cuanto al Cristianismo se refiere. 

          Considero que tengo una fe viva. Con esto no me refiero a que tengo una fe viva a través de las obras (aunque, sin lugar a dudas, ¡quiero y espero tenerla!) si no a una fe que se me prueba como real y valida constantemente. 

        Algunas personas pueden entender que eso del Cristianismo es algo que se acepta sin esperar ninguna confirmación a cambio. Eso entienden por fe…¡yo no! ¡yo no soy así! Yo creo porque he vivido y sentido la presencia de Dios en mi vida.

 Recordemos a nuestro señor resucitado cuando se encontró con el apóstol Tomas. 

²⁴ Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. ²⁵ Después los otros discípulos le dijeron:

—Hemos visto al Señor.

Pero Tomás les contestó:

—Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer.

²⁶ Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo:

—¡Paz a ustedes!

²⁷ Luego dijo a Tomás:

—Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!

²⁸ Tomás entonces exclamó:

—¡Mi Señor y mi Dios!

²⁹ Jesús le dijo:

—¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!

De este texto entiendo podemos aducir que, ciertamente, eso de creer porque se ve tal vez no sea lo ideal, mas es una condición que Jesús entiende. Esto era algo que no escapaba de los primeros apóstoles, tan valientes como falibles. 

Veamos otro texto para intentar dilucidar algo mas sobre la relación entre el ver y la fe. 

^{Mateo 11; 20} Entonces Jesús comenzó a reprender a los pueblos donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían vuelto a Dios. Decía Jesús:²¹ «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre ustedes, ya hace tiempo que se habrían vuelto a Dios, cubiertos de ropas ásperas y ceniza. ²² Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ustedes será peor que para la gente de Tiro y Sidón. ²³ Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás levantado hasta el cielo? ¡Bajarás hasta lo más hondo del abismo! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, esa ciudad habría permanecido hasta el día de hoy. ²⁴ Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ti será peor que para la región de Sodoma.»

         En esta porción del texto, Jesús aduce a ciudades que habiendo visto no creían. Tal vez, basándonos en lo que relata el evangelista Juan sobre el reencuentro entre Jesús y Tomas, podemos aducir que hay tal vez algún tipo de superioridad en las ciudades que sin ver creyeron. Mas, no obstante eso, vemos que Jesús le ofrece milagros a las ciudades para que crean. Yo no creo que este mal el pedirle a Dios una señal. Yo testifico que Dios me ha dado bastantes señales en mi vida para poder saber con algún tipo de certeza, que lo espiritual existe. No veo porque eso no puede ser un recurso que Dios utiliza para aumentar nuestra fe. 

            Hablando de eso, del aumentar nuestra fe, vemos que es un recurso valido el pedirle a Dios que aumente nuestra fe o que nos muestre como aumentar nuestra fe

Lucas 17:1-10. Ciertamente hubiese agradecido que en ese pasaje se desmenuzara mas sobre el misterio de la fe, mas el señor lo que nos ofrece es una parábola sobre su poder. 

        ¿Que es la fe, según Pablo en su carta a los hebreos? En Hebreos 11:1, el paradigmático capitulo estelar para definir que es la fe, nos enseña que es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. 

        Yo he vivido esa fe. Hace unos años, le pide al señor una señal. Una de las muchas que le he pedido. Me fue concebida. Fue una gratificante experiencia de reafirmación de la fe.

        Le tenia mucha desconfianza a Dios en aquel entonces. Eso de la confianza en el Dios de mis antepasados es un ejercicio que hago en el día a día. Para algunas personas eso puede suceder de la noche a la mañana. Para otras no. Creo que soy de esas ultimas. Sin embargo, lo que ocurrió tras esa señal, que me dio fe, ciertamente la intensifico. 

        Tras esa señal, viví una escalofriante experiencia de prueba. No quiero ni acordarme. Jamás en mi vida le había implorado a Dios con tanta fuerza. Suerte que unos días antes le había pedido al Señor esa señal y me la concedió. De no haber sido así, no se como la hubiese sobrepasado. Tal vez me hubiese jodido. Creo que nadie debería pasar por lo que yo pase. Ahora, bien lo dice Nietzsche, “lo que no me mata me hace fuerte”. En esa experiencia desarrolle mucho lo que es la rendición. Lo que es que un hombre se declare impotente ante una fuerza superior que El. Esa experiencia no mato mi fe, creo que la fortaleció. Esa prueba, y las subsecuentes (siempre acompañadas de señales, algo por lo cual estoy muy agradecido) hasta me han aumentado mi nivel de debate sobre la enigmática y clásica pregunta del porque existe el mal en un universo con un Dios bueno y todopoderoso. 

Gran debate ese…

Va por aquí:

       Si existe el mal y existe un Dios bueno y todopoderoso significa que 

A)existe el mal y Dios quiere eliminarlo pero no puede. Esto significaría que Dios es bueno mas NO todopoderoso.

B)No existe el mal, porque hay un Dios bueno y todopoderoso que no lo permite. Esto resulta inadmisible porque el mal claramente existe: los crímenes de guerras, las violaciones a los DDHH, los crímenes de odio, etc.… 

C) Existe el mal y Dios puede eliminarlo pero no lo hace. También resulta esto inadmisible porque, argumentan muchos, esto significaría que Dios no es bueno. 

D) existe el mal y Dios, como ser bueno y todopoderoso que es, esta a punto de eliminarlo. Esta opción arroja la interrogante de “¿qué esta esperando?”. 

        Ciertamente, pensaba decantarme por una opción, aunque igual de certeramente se ha abundado mucho sobre las demás opciones. Revisémoslas de manera rápida y limitada:

A) La omnipotencia de Dios, el hecho de que Dios es todopoderoso, argumentarían algunos (entre los cuales me incluyo) hay que contextualizarlo dentro de la realidad que es la libre agencia o el libre albedrio humano. El ser humano es libre. ¿debió hacernos Dios incapaces de errar?. Los Dioses de antaño erraban, pero a medida que el ser humano ha evolucionado en su fe, con el desarrollo del monoteísmo, se ha descartado esa noción. 

B) ¿y si el mal no existe en primer lugar? Algunos dirían que no hay mal, que lo que hay son pruebas y ejercicios para fortalecernos pero ¿quién le dijera eso a un esclavo mientras esta siendo azotado hasta dejarle el pellejo en carne viva? Podemos también señalar, al analizar esta noción, que algunos pensadores como Steven Pinker argumentan que el mundo ha mejorado notable y progresivamente desde la Ilustración para acá. Sin parcializarme por la tesis de Pinker que algunos han criticado, de ser cierta arrojaría la interrogante para esta tesis, entonces, de si el ser humano entonces debía ser mas probado anteriormente. Lo dicho en estas líneas aplica también para el punto “C”. El punto D me evoca las naciones posmillenialistas de algunos siglos atrás que algunos lideres socialistas rescatan. Aquel de que los seres humanos estamos construyendo el cielo en la tierra, noción común para los proponentes de las utopías. Me trae a la mente la tesis del Padre Pierre Teilhard de Chardrin sobre la humanidad y el punto omega hacia el cual evoluciona la noosfera. Para mas información sobre esta tesis ver este enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Punto_omega

         Y bien, cuando me senté a escribir, pensaba disertar sobre teología posmoderna y decolonial unido a paralelos entre el misticismo cristiano y el oriental, pero a veces las plumas de los escritores parecen cobrar vida propia y gobernarse. Les dejo esta reflexión, siempre abierto a comentarios, criticas y preguntas. Gracias por leerme, enhorabuena.