El misterioso devenir dominicano

 Pienso mucho en la R.D. Fruto de mi búsqueda, hace casi un año leí Los Herederos de Fernando Ferran. Es un tomo que aborda el futuro dominicano, entre otros temas. Ferran dice que no basta con la educación para llegar a ser una mejor patria. Que hace falta algo más. En sus palabras, un cambio en la conciencia.

¿Qué decir de eso tan misterioso que es la conciencia? Para eso tenemos que hablar del alma de los pueblos. Casi todos creemos en la existencia del alma en nuestro país. Algunos van más profundo y propugnan por el anima mundi o alma del mundo de los filósofos neoplatónicos.

 Un personaje que me gusta tildar del “nazi bueno” propuso una adición intermedia: el alma de los pueblos. Comulgo con su idea. Creo que esa abstracción que es la República Dominicana definitivamente tiene un inconsciente colectivo distinto al universal. A esto le podemos llamar psicología transpersonal o sociología profunda. Es una muy bonita área y de hecho creo que en algunos años es allí en donde puedo hacer desde la academia un aporte original al saber humano. Si llevo casi una década insistiendo en casar a Marx con Jung…

Ahora bien, ¿Cuándo será el cambio? ¿Cuando será que consolidaremos plenamente el estado social y democrático de derecho, organizado en forma de República unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia de los poderes públicos? No lo se…

El día en que alcanzaremos un nivel de ingreso alto como país ya está calculado por los economistas. Pero sabemos que el crecimiento económico no lo es todo. Está también el desarrollo humano. Nuestro país es como un hogar de cinco integrantes. Oficialmente es de clase media alta. Pero cuando vemos a los hijos del abogado con la doctora, nos percatamos que uno viste de Gucci, el otro de Multicentro y el último no viste. ¿Cuándo finalizará este dilema? ¿Cuándo terminará esta Odisea? Auguro para el 2050 cambios tan trascendentales como los que vivimos cerca del 2020-2021 con respecto a los casos de corrupción.

¿Qué ocurre en la psiquis del pueblo dominicano, en su alma? No lo se del todo. No creo que pueda. Ahora bien, creo que todo obra para bien. Y bien es cierto que Ferran dice que la educación no lo es todo. Pero eso no quita que sea la mitad del teorema. Así que, ¡manos a la obra!