Un día como hoy hubiese cumplido años Joaquín Balaguer, padre de la democracia junto a Jose Francisco Peña Gomez y Juan Bosch en la República Dominicana. Su legado, al igual que el de los otros dos, sigue siendo controversial.
Lo mismo pasa con los trinitarios padres de la patria y otras personas consideradas próceres como Tomas Bobadilla, Pedro Santana y Buenaventura Baez. Controversial su legado, y yo, como mortal, no puedo evitar citar al pensador romano quien dijo: “Soy humano, nada de lo humano me es ajeno”.
No soy ajeno a las intríngulis del poder. Al pan, pan y al vino, vino: no se le pide a la mata de mango que de piña. Hay políticos y hay estadistas. En el pueblo llano, algunas voces: Duarte es el padre de la patria y hay que respetarlo, su entrega desinteresada debe servir de brújula moral de que el poder es para servir al bienestar común, no para satisfacer la avaricia del alma vacia pues el peculatario que busca del poder para aumentar su consumo conspicuo me parece similar al náufrago que satisface su sed con el agua del mar.
Tras bambalinas, Sanchez y Mella han sido endiosados, más también hay quienes los han criticado como el descendiente directo de uno de los principales trinitarios, otro a quien se le ha adjudicado el título de procer, Manuel Jimenes. Hablo de su descendiente Juan Isidro Jimenes Grullon, rival de Bosch, quien señaló que Sanchez y Mella colaboraron con Baez y Santana, lo cual parece cuestionable. Pero entonces, llega Bosch y con el PLD prometió completar la obra que Duarte comenzó, pero entonces se le critica de cuando en vez con un “pudiendo ser estadista, escogió no serlo”.
Anoche, me entró mucha nostalgia. Sigo sosteniendo, incapaz de encontrar una mejor tesis, ojalá si hay una mejor tesis aparezca cuando deba, que la última vez que la República Dominicana fue la patria que soñó Duarte, una patria libre de toda potencia extranjera, fue cuando gobernó Trujillo. Añoro el orden, el premio al mérito, las calles limpias; el otro día Doña Rosario dijo que hasta “puercos” nos estamos poniendo los dominicanos, que hasta hace poco éramos famosos por bañarnos mucho.
Y he llegado a una conclusión, que espero que sea prematura, de que hay algo muy presente en la “izquierda latinoamericana”: el victimismo. “Siempre” el problema es, en la “izquierda latinoamericana”, el otro: los yanquis, la iglesia, los ricos…
Más, en la República Dominicana, con mucha tristeza, creo que el problema somos nosotros los dominicanos. Creo que nosotros, como colectivo, estamos jodidos porque queremos. La Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES) presenta el estudio regional Juventudes: Asignatura Pendiente. Esto me ilumina algo: dicen que los jovenes dominicanos nada más están pensando en “teteo” (rumba callejera, usualmente espontanea) y droga. Pero en dicho estudio, el tema de las drogas fue verbalizado por los jovenes como el tercer problema que más les preocupa.
En psicología y medicina se conoce como adicción severa el grado de drogodependencia que causa consecuencias graves y el individuo con dicha patología parece tener falta de conciencia significativa de la gravedad del cuadro. Esto me dice algo, puede ser grave el nivel de consumo de estupefacientes en la República Dominicana, pero la juventud dominicana verbalizó en dicho estudio que el consumo de drogas es el tercer problema mas grave que tiene la sociedad dominicana hoy.
El principal problema, segun nuestros jovenes, es la falta de recursos: empleo digno, salud y educación.
Y creo que el meollo del asunto radica en el segundo problema verbalizado entre la droga y la falta de dignidad como uno de los principales tres de la Nación: la corrupción.
El otro día me identifiqué con el Presidente Mejía y Dominguez. El señor Hipólito Mejía SE puede en ocasiones parece contradecirse pues hizo suya una frase muy popular en la política mundial: “la democracia es el peor sistema de gobierno, despues de todos los demás que hemos inventado”.
Entonces, Hipólito, de la “escuela trujillista”, bien puede tener pensamiento, palabra y acción con sabor autoritario. Más, evaluamos su legado de gobierno, y creo que Don Hipólito Mejía fortaleció la democracia: prefirió retirarse en el 2004 a hacer algo reñido con las buenas costumbres del pueblo dominicano para imponer su reelección.
Vemos las políticas públicas del Presidente Mejía y vemos mucho positivo. Vive diciendo que hay que darle chance a la juventud, porque a él le dieron chance siendo joven cuando el gobierno del Presidente Antonio Guzmán. Me siento identificado.
¿Porque? Porque yo puedo tener muchas ideas y opiniones, pero me considero respetuoso de los principios universales del derecho, entre ellos el respeto a la soberanía popular y la legalidad democratica. Entonces, mi discurso puede sonar algo radical en el mal sentido. Pero tras bambalinas yo por lo regular devengo en un conservador de centro-derecha. Como actor que se siente conminado a incidir en la vida pública, porque sonará cliche pero creo en mi caso se pone de manera especial un dicho de la política que es “si no estás en la mesa estas en el menú”, debo aclarar algo: por lo general, eso de izquierda versus derecha se centra en la propuesta social y economica. Pero, tras bambalinas también, es más importante para mí como saco las propuestas sociales y economicas. Y tengo en lo personal la sincera convicción del respeto a la voluntad popular si la mayoría pide algo que no esté en disonancia con la legalidad. Esto es importante porque lo peor y más asqueroso del mundo es la tiranía, y la tiranía de la mayoría no deja de ser una tiranía.
Los dominicanos estamos hoy de acuerdo en algo, a mi entender, y no es nuevo el fenomeno. Tengo mínimo quince años escuchando la misma cantaleta como una grabación, como un disco rayado: el problema de la República Dominicana es que hay buenas leyes y no se cumplen, y esto sucede porque no hay voluntad política para hacer cumplir las leyes con un regimen de consecuencias.
Algunos, más audaces, quieren (y están en todo su derecho) tocar algunas aristas del regimen normativo jurídicamente vinculante: cambio al regimen de tributación (anticipo, mejor sistema de ISR, que quitar/reducir/insertar/aumentar), tres causales, cual debe ser el currículum mínimo requerido por el estado, como trabajar bien los derechos de tercera y cuarta generación (aquí entra el tema de la diversidad sexoafectiva, quotas, etc…), política exterior, cuanto intervencionismo estatal debe tener o no la economía.
Y si, estoy de acuerdo, son muy buenos temas. Pero, vuelvo y reitero, de nada sirve legislar si no se van a cumplir las leyes. Por eso, para mi el tema principal de hoy es la impunidad. Yo mismo tengo una opinión sobre el marco legal-juridico, a segun lo que he estudiado, pero a mi juicio la constitucion dominicana es un documento al cual yo como individuo le doy un 9/10 para mi gusto. Me he leído varias veces ese documento...
El que no quiere a su patria no quiere a su madre. A esta altura de juego, le he conocido muchas cosas buenas, malas y feas, y también bonitas, al pueblo dominicano, al pueblo que me vio nacer, a una tierra que me duele, a una tierra que parece que a mi alma le gusta porque en mis sueños, cuando duermo, he ido a muchos sitios, pero creo que los lugares que más frecuento son la casa de mi Abuelo Ballardo y la playa de Boca Chica. Ya perdí la cuenta de todas las veces que mientras duermo visito la casa de mi abuelo materno o me doy un buen chapuzón en Boca Chica.
Y puedo afirmar con orgullo, con pasión y con convicción que creo que mi mayor orgullo como dominicano hoy es nuestra constitución. Porque el pacto social dominicano a mi no me cuadra y no me gusta, como se da en la práctica. Sin embargo, en la ley escrita hay un pacto social que a mi si me cuadra: usted sabe lo que hay que hacer (sección deberes), y despues que lo hace puede hacer lo que le plazca siempre y cuando no esté proscrito en, por ejemplo, el Código Penal. Usted sabe lo que se supone que nunca le falte, y si no quiere ir a una fiesta patronal por el motivo que sea, al otro no tiene que gustarle, pero si usted tiene sus cuentas limpias y claras, al que no le gustó no tiene que gustarle pero tampoco debe hostigarle so pena de una consecuencia; menester para el buen vivir social, el acatamiento y respeto a la legitima autoridad. Vale la pena redundar: si todo el mundo está haciendo un desastre, si todo el mundo esta desorganizado, compadre, comadre, ¡entiendo que ser el más cuerdo en la feria de locos es “problemático” y “dificil”!
Y es de ahi que me veo como un conservador en el mejor sentido de la palabra: no me importan las reformas audaces, los cambios estructurales. No me opongo a ellos en principio sí creo que son buenos. Pero, por igual, a las malas es más dificil y a veces imposible: si los principios democraticos de soberanía popular y representación proporcional dicen que es asi, asi y asa, yo también creo que es asi, asi y asa salvo conflicto con los principios universales del derecho como la legalidad democratica que dicta que a veces las medidas impopulares son necesarias y que sería tiranía de la mayoría estorbar su correcta implementación.
Ya como lidiar con esa tensión, medidas impopulares pero justas y necesarias, es tema de debate en la gobernanza: gobernabilidad punitiva, toquess de queda, estado de emergencia, psicología del control social de masas vía el poder mediático…
Eso en lo personal a mí mismo me causa una tensión: la dignidad innata del hombre, aunque sea bruto. Los derechos de los estupidos. Dicen que el que no suma, resta. Entonces ahi me siento en una sincera tension: algunos como ciertos nazis vieja escuela dirían que hay que revivir la tradición espartana de que la calidad poblacional importa mas que la cantidad; mas no queremos al papado jalando orejas…
Misterios, ¿Porque a veces para hacer lo debido hay que decirle a “los niños” que "Santi Cló" existe? ¿Porque eso es mejor que “darle matarile” a los que estorban? Será que, como enseña Bert Hellinger, esas personas tienen una misión especial en nuestra sociedad; son lecciones encarnadas necesarias, incluso si son desagradables, para nuestra autorrealización social plena.
Visto estos comentarios, quiero compartir mi convicción de que la conciencia evoluciona hacia algo bueno: los Reverendos Jonathan Edwards y Pierre Teilhard de Chardrin están de acuerdo que la humanidad mejora lenta pero segura hacia un cristianismo más auténtico.
Con un “cristianismo más auténtico” me refiero a un cristianismo más coherente con los valores que promovió Cristo Jesus. Y es que, en la historia, la incoherencia cristiana es y ha sido y seguira siendo tema. Mas ahi veo un aporte vital de Jesucristo: misericordia por encima de la ley del más fuerte.
Previo a Jesus, saquear un pueblo vecino era una cosa. Tras Jesus, se seguian dando los saqueos y pillajes al projimo, pero había un Jesus que dijo que eso no esta bien.
¿Está muerto o muriendo el cristianismo? De hecho, creo que es todo lo contrario. Me parece, y no estoy solo al pensar asi, que los ultimos dos milenios han sido el “periodo de adaptación”, que ahora es que viene lo bueno, que por fin le estamos cogiendo el piso a eso de amar a Dios sobre todas las cosas y al projimo como a uno mismo.
El cristiano hipocrita: prefiero una iglesia llena de hipocritas que una iglesia vacía. Usted puede estar por el qué diran, por el figureo, para hacer un negocio, para sinvergenzuar, para lo que sea, pero por lo menos fue a la casa de Dios. Dijo Jesús: donde se reúnan dos o más en mi nombre, ahi estaré. Usted puede botar a Jesus pero, quien nos advirtió que el culto sin corazón en buen sitio es inútil, puede ser visto a la luz de la enseñanza del cronista quien dijo “Dios escudriña los corazones y las intenciones”.
Entonces, me viene a la mente el chiste del ateo que afirmó no creer en Dios y el creyente que le dice “no te preocupes, Dios aun cree en ti”. El arrepentimiento es menester, pero sigo creyendo que por más descarrilado que uno esté, ganas de escuchar buena música cristiana o de estudiar un tema bíblico, es un corazón sediento pidiendo algo…¡Y eso es bueno!
No es bueno “religion sin sacrificio”, pero buscar religion sin sacrificio es un comienzo…Es un pecado social según el predicador que citó Gandhi, quien citó a un cristiano muy relevante a la vez que dijo “Me gusta Jesus, pero no me gustan sus seguidores”. Pero lo más grave es rechazar el evangelio tras conocer el mismo a plenitud segun las escrituras y las interpretaciones tradicionales de las mismas.
Creo que hay algo que nos une a los dominicanos hoy: hace falta mano dura sin dictadura. Eslogan de mi pariente lejano Ramfis Dominguez Trujillo, que para bien y para mal, no es ni puede ser su abuelo.
Los jovenes quieren (y queremos, me incluyo, porque yo todavía soy joven) un hombre fuerte y autoritario, y quieren democracia a la misma vez. Parece contradictorio, pero es la juventud que da su consentimiento a entregar algo de libertad para conseguir metas colectivas como un mejor país con mayor respeto a los derechos colectivos, haciendo enfasis en la salud mental pues despues de vida digna y pulcritud en la conducta publica, el joven pone enfasis en la problemática de la drogadicción…
Hoy natalicio de Joaquín Balaguer, me pareció extraño que anoche pensé muchísimo fue en Trujillo. Me puse a buscar las efemérides, pues note una “trujillitis” inusual…
No es que me haya preocupado, pero me pregunté si quizás había una efemeride y me llamó la atención que era el cumpleaños de Balaguer. Quizás es que hoy debía recordar unas palabras que El pronunció tras el magnicidio: “Es que todos sabemos que con este muerto glorioso perdemos al mejor guardián de la paz pública y al mejor defensor de la seguridad y el reposo de los hogares dominicanos”.
Creo que el pueblo quiere paz, seguridad y reposo ante las inclemencias de los traidores que, como dijo Duarte, mientras no se escarmienten, los buenos y verdaderos perros de Dios seguiremos siendo víctimas de sus maquinaciones. Sin mas que agregar en ese instante…
No comments:
Post a Comment