Dia del respeto a la diversidad afectiva
Queria hacer hincapié, en calidad de dirigente juvenil del partido político en más rapido crecimiento de la República Dominicana hoy, en que se que este es un tema que divide a los dominicanos. En epocas pasadas, argumente que reformas a favor de instrumentos juridicos para proteger a quienes alegan la sexoafectividad primariamente hacia personas de su mismo sexo biologico contaban con mucho respaldo en ciertos sectores. Más el respeto al derecho ajeno es la paz, pero la pregunta sobre en que consiste el derecho ajeno es vital para nuestra unidad; la indisolubilidad de la República amerita representación proporcional.
Es por eso que a veces una gran cantidad de personas apoyan algo, pero el congreso no lo aprueba. No es siempre por “intereses oscuros maquinando desde la sombra” para “mantener sus privilegios en detrimento del bien común de los dominicanos”. Es porque, en ocasiones, tampoco es bueno que si los negros de Monte Grande son menores en cantidad de individuos con respecto a la pequeña burguesia urbana capitalina, por default prevalezca la posición de el segundo sector.
La Doctrina Social de la Iglesia nos hace unos planteamientos, con ecos en las enseñanzas de otras iglesias importantes como la IJSUD y las confesiones protestantes de notorio arraigo, sobre la dignidad, la justicia y el bien común. Se nos habla de la necesidad del acatamiento y respeto a la legítima autoridad, que es legítima a medida que sirva al bien común, siendo la concepción del bien común de la autoridad terrenal la mejor aproximación humana desinteresada a la verdad contenida en la ley natural moral, aquella impresa en el corazón humano mas no por ello exenta de un conocimiento oscurecido por el error.
Es por ello que quiero hoy hacer enfasis en lo que hemos logrado los dominicanos: una constitución que consagra principios como el derecho a la intimidad personal y el libre desarrollo de la personalidad. Por igual, hay precedente jurisprudencial positivo para la importancia de la no-discriminación por preferencia sexoafectiva en la Ley de Partidos 33-18 y la Ley de La Juventud 49-2000.
Siguen dando de qué hablar ciertas controversias. Por ejemplo, observo una tensión entre algunos principios consagrados en el derecho dominicano: derecho de los padres a escoger la educación de sus hijos, deber estatal de velar por el bienestar común de los dominicanos y su posteridad ademas del derecho a la salud. Mas, tenemos los dominicanos las herramientas para proponer algo mejor, a sabiendas que en sociedad es imposible alcanzar la perfección; creo que nadie tiene una visión de la “sociedad perfecta” identica a la de otra persona. De ahi la importancia del compromiso.
Existe otro instrumento legal en la normativa dominicana que ratifica a la Religión Católica, Apostólica, Romana como la de la Nación Dominicana. Entiendo que cuando el gobierno y la Santa Sede suscribieron dicho tratado, la intención original del legislador cuando empleó la palabra nación se refirió al pueblo unido bajo un estado soberano, y el carácter teista de nuestro pacto social se pone de manifiesto cuando se invoca el nombre de Dios previo a establecer la normas que guiaran nuestra busqueda colectiva de los factores esenciales para la cohesión social.
De ahí que no puedo apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo como una prerrogativa legal, mas entiendo a su debido tiempo hay que consensuar sobre un tema que se debate: las uniones civiles entre personas del mismo sexo como derecho. Y lo presento como tema secundario en la sociedad dominicana porque aquí, se que en otros países no es así, pero aquí en la República Dominicana lo que predomina para todos, independientemente de preferencia sexoafectiva, es el concubinato.
Por eso, guiado por aportar algo tangible a la sociedad dominicana, quería poner énfasis en algo que sí es de primera instancia en la agenda nacional: el respeto al derecho ajeno como vía por excelencia para la paz, por medio de lo ya consensuado en la normativa legal positiva.
Y entiendo que nadie objeta de conciencia al respeto al derecho ajeno, aunque sí es cierto que los dominicanos todavia debatimos qué es exactamente el derecho ajeno. Pero propongo emplear lo ya consensuado por el legislador.
Personas como el Ministro Franklin García Fermín han traído a colación, a segun reportaron algunos medios dominicanos, la necesidad de poner mayor enfasis en la salud. Por eso queria invitar a que se sopese tener en consideración la exposición desigual del estres a las minorias de toda indole en su detrimento.
Puede sonar cursi eso de “la lucha contra el estres”. Algunos pueden pensar en una vieja rica rubia en una camilla de masajes en un spa de lujo con ruedas de pepino cubriendo sus parpados, con una mascarilla de lodo, mientras un profesional le aplica técnicas reflexologicas para que el cuerpo biológico libere el estres acumulado. Pero el estres es una epidemia: el estres cuesta cientos de miles de millones de dólares anuales y contribuye a trastornos como la diabetes, la hipertension, la taquicardia y la neurosis grave. Es más importante reducir la demanda de estatinas que garantizar la oferta para quienes las necesitan. Lo segundo es vital, pero lo primero es primordial.
Termino diciendo que eso de la preferencia por un sexo biologico por encima de otro a la hora de intimar es, para mi, un misterio. Pero en lo que desentrañamos el misterio presento esto. Y no creo que lo lograremos desentrañar del todo, mas si creo que avanzaremos mucho y, con la opinión del experto (el biólogo, sociólogo, sociobiologo, teólogo, conflictologo, etc…), debemos iluminar la labor del legislador. Pero en lo que el hacha va y viene, con el debido respeto al consuetudinario, podemos y debemos emplear lo ya establecido para garantizar la dignidad de todos los dominicanos, y de los futuros dominicanos. ¿Porque hay gente que tiene que sufrir sin necesidad? Es cuanto.
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